BATALLA FINAL

Francisco cree que Macri lo engañó e inicia su embestida total contra el aborto

Mauricio Macri no debería sorprenderse por la vehemencia con la que el Papa Francisco empezó a militar en contra de la despenalización del aborto, que los senadores votarán en el recinto el 8 de agosto. A su enojo porque el Presidente habilitó el tema se sumó algo que Bergoglio vivió como un engaño: emisarios del Gobierno nacional le habían dicho que el proyecto de legalización no salía en Diputados y que sería rechazado por casi 10 votos. Para peor, hay huellas de que el Gobierno nacional se habría implicado en la votación cuando le giró al día siguiente de la media sanción unos $400 millones al gobernador Carlos Verna para la caja previsional provincial, cuyos diputados fueron los que dieron vuelta la votación. Para el Papa se repite la historia que ya vivió con Macri con relación al matrimonio igualitario en la Ciudad de Buenos Aires, por eso trabaja ahora activamente en que el proyecto no salga en el Senado y al mismo tiempo avala la protesta social y sindical, como el paro del lunes pasado. Este miércoles Bergoglio volvió a hablar del aborto a través de las redes sociales, el mismo día en que se definían los giros en la Cámara alta.

¿Casualidad? Ayer (27/6) el Papa Francisco tuiteó a través de su cuenta personal en la red social Twitter un mensaje en contra de la despenalización del aborto: “Estamos llamados a custodiar a los ancianos, los enfermos, los niños por nacer: la vida debe ser tutelada y amada siempre, desde la concepción a su ocaso natural”. El tuit del Sumo Pontífice ocurrió el mismo día en que el Senado confirmó el giro a comisiones del proyecto de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo que tiene media sanción de Diputados. La Vicepresidenta Gabriela Michetti –amiga del Papa- fue muy cuestionada por haber enviado la iniciativa a cuatro comisiones. Se la acusó de dilatar el debate. El peronismo cristinista y el ‘racional’ exigieron que se quiten dos de los cuatros comités asesores en el tratamiento. Se llegó a un acuerdo para bajar sólo uno, Presupuesto, que preside otro militante contra el aborto: Esteban Bullrich.

Si no había acuerdo entre los senadores los giros se votarían en el recinto, sería una encuesta abierta sobre el aborto, pero se evitó. Miguel Pichetto estaba dispuesta a votarlo, difícil saber cómo saldría esa votación –hoy hay paridad de posiciones-, por las dudas Cambiemos no se arriesgó.

El tuit del Papa fue la primera rencilla de lo que podría esperarse hasta el 8 de agosto cuando se vote el aborto en el Senado. En el Gobierno tomaron nota del apoyo de la Iglesia Católica al paro general de la CGT y de algunas declaraciones de obispos. Pero no olvidan que desde el Vaticano el Papa deja hacer a los movimientos sociales como la CTEP que motorizan marchas y protestas contra el Gobierno en las calles y que se plegaron a Hugo Moyano.

Mauricio Macri tampoco debería sorprenderse del accionar de Bergoglio. Ya lo vivió cuando era alcalde de la Ciudad de Buenos Aires y se discutía el matrimonio igualitario. Desde esa época data el enfrentamiento entre ambos.

Pero Francisco sumó otro enojo cuando se votó el aborto en Diputados. Emisarios del Gobierno nacional le había asegurado que el proyecto no lograría la media sanción, que perdería por casi 10 votos. Eso no ocurrió, aunque Macri también habría tenido el mismo dato.

Bergoglio no cree en errores, porque al día siguiente de la votación en Diputados el Boletín Oficial reflejó un giro de unos $400 millones al gobernador de La Pampa Carlos Verna destinados a su caja provisional. Los diputados pampeanos fueron los que dieron vuelta la votación.

A Macri le molestan los movimientos del obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, que desde la Comisión de Pastoral Social de la Iglesia empezó a juntarse con sindicalistas que promovieron el paro del lunes pasado.

Cree la Casa Rosada que detrás de Lozano está el Papa y su enojo por el tema del aborto.

El Presidente dejó esta semana un gesto para los promotores del rechazo al aborto al recibir en su despacho a los legisladores que están en contra y a quienes les ratificó su postura contraria a la legalización. Pero no alcanzó para Francisco, que ayer apeló a las redes sociales para volver a bregar por la protección de la vida.

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