RUSIA GANÓ POR PENALES

Después de Argentina, Alemania y Portugal, España también quedó afuera

Dificilmente alguien podría haber anticipado que España perdiera ante Rusia, aún cuando el país anfitrión gozara del amplio apoyo de los simpatizantes en el estadio. Por jerarquía individual de los jugadores, por historia y por experiencia, España era un candidato a ganar la Copa del Mundo 2018, tal como había ganado el de 2010 en Sudáfrica. Pero España jugó mal, 1 a 1 y Rusia logró llegar a los disparos del punto penal, y le ganó 4 a 3. Final de una generación en el fútbol español. Histórico lo de Rusia, por cuyo equipo nadie daba 2 centavos antes del Mundial.

El equipo de Fernando Hierro (entrenador ocasional porque no llegó a Rusia como DT de España) cayó en octavos de final ante Rusia en el estadio Luzhniki de Moscú.

Serguéi Ignashévich marcó un gol en contra que festejó como propio el capitán Sergio Ramos, luego de una falta lateral que realizó Asensio.

El capitán español lo celebró con rabia e incluso lo dedicó con sus habituales gestos porque creía que era suyo pero la repetición aclaró que fue Ignashévich quien remató el balón hacia su propio arco.

Luego España no supo controlarlo ni ampliar la diferencia ni jugar mejor que hasta ese momento, manteniendo su tranco lento, intrascendente, sin creatividad ni audacia ni sorpresa.

Con España tocando con tranquilidad el balón, llegó la acción más estúpida del encuentro, y la protagonizó el catalán Piqué: pelota aérea al área del arquero español De Gea, un cabezazo de Dzyuba y la mano de Piqué, que apareció donde no debía estar.

El central del FC Barcelona saltó con los brazos hacia arriba, y la pelota impactó contra el izquierdo: claramente interceptó la pelota que iba en dirección al arco. Penal inobjetable, aunque Piqué lo discutió. Jugada infantil: ¿a quién se le ocurre saltar con los brazos en alto en el área propia?

El árbitro holandés Kuipers señaló el disparo de los 11 metros.

El propio Dzyuba pateó el penal, y consiguió el 1-1.

De ahí hasta el final, Rusia ejecutó una defensa cerrada que España no perforó. Rusia logró que pasaran los minutos y España probablemente creyó que podría desequilibrar durante el alargue ya que tenía una superioridad física sobre el rival. Los rusos lucían muy cansados, y varios de los jugadores padecían calambres por el esfuerzo que supone estar corriendo en forma permanente para interceptar al rival.

Pero Rusia consiguió su objetivo. Llegaron los penales, una instancia que empareja las posibilidades. No hay superioridades en el disparo desde los 11 metros. Es otro partido.

Muy bien el arquero ruso Akinfeev. Atajó 2 disparos españoles (a Koke y Aspas), y Rusia ganó 4 a 3 en la serie, luego del 1 a 1 de los 120 minutos del partido.

Ígor Vladímirovich Akinféev es el arquero del CSKA Moscú.

España se ha enfrentado a 9 anfitrionas entre Eurocopas y Mundiales.

En 1934 perdió por desempate y escándalo en Italia.

En el Mundial de Brasil 1950 volvió a caer en semifinales con los locales.

En 1980, la selección española fue eliminada por el local, Italia, en la Eurocopa.

En Francia 1984, otra vez afuera por el local, con gol de Platini y el error de Arconada.

En Alemania 1988, también.

En Inglaterra 1996, Eurocopa y otra vez.

En Corea y Japón 2002 se repitió la despedida a mano de uno de los locales.

En la Eurocopa de Portugal en 2004, otra vez.

Y ahora, ante Rusia en el estadio Luzhniki de Moscú.

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