INTERNAS POR AJUSTE AL TURISMO

Dietrich atacó tarifa de cabotaje antes que Peña gravara vuelos al exterior

La balanza turística (diferencia entre lo generado por la emisión y recepción) terminó negativa en US$10.000 millones el año pasado, cuando la paridad rondaba los $15 y los consultores privados estimaban en 40% el atraso cambiario. Aprovecharon para viajar al exterior 4.516.100 argentinos, con una media de 15 pernoctes y un gasto de US$ 12.662 millones entre los tickets y los consumos. De ese monto, el comercio online puerta a puerta de bienes vinculados al entretenimiento o informática insumió a US$ 1.300 millones. La inercia del cambio barato se prolongó al 1er cuatrimestre de este año, cuando embarcaron al extranjero 1.828.300 personas, es decir, viajó casi el 40% en una tercera parte del año respecto de todo 2017. Fue una especie de despedida por un buen tiempo del dólar accesible. Estos números tejieron conclusiones en una parte de los despachos de la Casa Rosada de gravar el turismo, pero desde el Palacio de Hacienda lo desestimó el propio ministro Nicolás Dujovne y desde Transporte, Guillo Dietrich prefirió alentar el cabotaje habilitando a las low cost aéreas, en principio a Flybondi, a suprimir las bandas tarifarias que regulaban la supremacía de Aerolíneas Argentinas sobre los competidores, de modo que a partir de agosto a los destinos más atractivos, como Córdoba, Iguazú y Bariloche, se podrá llegar con rebajas del 40 al 70%, a condición de comprar los tickets con un mes de anticipación. Estos vuelos internos se acercan en precio a un radio de 2 horas del área metropolitana a plazas muy alejadas para cubrir con micros de larga distancia, pero por la limitación de frecuencias, al principio, sólo tentarán minoritariamente a la clientela de los centros turísticos internacionales dolarizados.

Por si no hubiera sobrados motivos en la sociedad para sentir malestar hacia el gobierno, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, contribuyó con su aporte al instalar que el gobierno estudiaba gravar los viajes al exterior, a pesar de que la corrida cambiaria de los últimos meses ya se encargó de alejar de la realidad los sueños paseanderos de una clase media que, hasta la primera parte de este año, todavía escudriñaba las ofertas de pasajes y hotelería de los clásicos destinos foráneos de estas latitudes como Miami y Caribe, o escapadas más cercanas, como a las playas de Brasil y a los tours de compras en Chile.

El contact man vernáculo con el Fondo Monetario Internacional, el ministro de Hacienda y Finanzas Nicolás Dujovne, salió a la palestra para desmentir que estén pensando en aplicar impuestos adicionales a los gastos por turismo en el extranjero, iniciativa ésta que suele atribuirse al vademécum de los ajustes que rige a los prestamistas multinacionales de última instancia.

El nuevo contrapunto interno que se ventiló públicamente en la cocina del poder, como el que recientemente se había suscitado en torno de una hipotética modificación a la política de eliminar las  retenciones a las exportaciones agrícolas, que el propio presidente Mauricio Macri tuvo que aclarar que no se tocaría, añade incertidumbre en lugar de las certezas que todos los estamentos sociales esperan recibir de la dirigencia en medio de las virulentas turbulencias económicas que nos sacuden.

En todo caso, la señal de eliminar las bandas tarifarias aéreas para que las compañías low cost puedan ofertar, emitida desde un outsider del equipo de lujo macrista que aun sigue comandando Peña, como el ministro de Transporte Guillo Dietrich, le apuntó directamente al día después de las vacaciones de invierno. Busca acortar las distancias geográficas así como el costo económico para estimular el turismo dentro del país, antes que apelar a la sanción tributaria para coartar la competencia importada.

A apenas dos semanas del comienzo del receso invernal, y con las propuestas de nieve en curso aunque ya jugadas en los centros de esquí, Flybondi (la única low cost que por ahora que vuela) quedó habilitada para, a partir del 15 de agosto, rebajar entre 40 y 70% el valor de los pasajes a plazas como Córdoba, Iguazú y Bariloche; desde Palomar se estima que habrá que pagar $697, 534 y 743 respectivamente.  

En una encuesta realizada entre los agentes de viajes por la entidad que los agrupa surgió que las tres cuartas partes prevé un incremento del turismo interno, si bien aun con la paridad peloteando en la franja de 28 a $30 siguen moviéndose destinos internacionales como Punta Cana, Río de Janeiro, Miami y Orlando.

Esperan que en las vacaciones de invierno los desplazamientos desde los principales centros urbanos sean tipo escapadas a lugares no tan alejados, a condición de que sean pesificados, promocionados y puedan abonarse en cuotas con tarjeta.

Fin del dólar barato

La tendencia difiere de lo sucedido entre enero y abril, cuando viajaron a plazas externas 1.828.300 pasajeros de todo el país a un dólar de $20, contra 1.585.600 pasajeros contabilizados para la misma época de 2017 con la paridad a $15.

En el año transcurrido, la cotización trepó 33,3% con un IPC del 25% en igual lapso, contra 40% que en 2018 acumularon las devaluaciones en apenas 3 meses con una inflación del 25% en tan corto período.

De todos modos, el encarecimiento del dólar afectó en -20% la cantidad de viajeros allende las fronteras respecto al 1er cuatrimestre de 2016, según la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) del INDEC.

El espíritu mundano de la clase media alta aprovechó el gradualismo y el consiguiente atraso cambiario que aplicó la Administración Macri en el año electoral de medio término para hacerse de los dólares en torno de los $15 e irse afuera.

Viajaron en 2017 por vía aérea 4.516.100 turistas en total, de los cuales 3.729.700 partieron desde los aeropuertos Internacional de Ezeiza y aeroparque Jorge Newbery.

Brasil, con el 27%, se constituyó en el destino más elegido, seguido por otros países de Sudamérica, con 20%; un caudal apenas superior al de Norteamérica/Estados Unidos y Canadá. Con casi con 15% de las salidas de los dos principales aeropuertos quedó Europa.

El promedio de estadías fue de 14 noches. La más larga corresponde a Europa, con 22 y media; más atrás vienen Bolivia, con 18 pernoctes, y USA-Canadá le siguen con 15.

En los 4 primeros meses de 2018, desde los aeropuertos metropolitano e internacional partieron hacia el exterior 1.466.500 viajeros, 11,1% interanual más que los 1.320.200 contabilizados para el mismo lapso del año pasado.

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