NEGOCIACIÓN

Macri fastidioso con el PJ piensa prorrogar el Presupuesto como Cristina

El Gobierno nacional avizora una durísima negociación con el peronismo por el Presupuesto 2019. El ala dura de la Administración Macri ya ventila que no hará todas las concesiones que quieren los gobernadores, cuyos representantes en el Congreso son esenciales para la probación de la ‘ley de leyes’. Esos mandatarios quieren socializar el ajuste que Macri necesita plasmar en el Presupuesto para cumplir con la letra del acuerdo con el FMI. Desde el Senado, Miguel Pichetto reclamó un acuerdo con los gobernadores en una actitud que en el Gobierno valoraron como positiva tras el malestar que se le generó al rionegrino por la discusión de las tarifas. Pero el sector más duro de Cambiemos ya amenaza con prorrogar el actual Presupuesto si no hay acuerdo con el ‘peronismo racional’. Sería lo mismo que hizo Cristina en 2010 cuando no quiso acordar con la oposición y que al final le permitió manejarse con mayores recursos en 2011. El 15 de septiembre es la fecha límite: ese día el Gobierno debe presentar el proyecto de Presupuesto por mesa de entradas de la Cámara de Diputados.

El 15 de septiembre, el Gobierno nacional debe presentar en la Cámara de Diputados de la Nación el proyecto de Presupuesto 2019. Hasta esa fecha tiene tiempo para negociar con la oposición una ‘ley de leyes’ de consenso que garantice su sanción. Claro que después de esa fecha siempre hay espacio para gestiones de último momento durante el debate parlamentario. La Administración Macri necesita de este Presupuesto más que de los anteriores porque plasmará los acuerdos de ajuste alcanzados con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y será visto también como una prueba de gobernabilidad y compromiso entre el oficialismo y el peronismo dialoguista.

Sin embargo, en la Casa Rosada no hay coincidencia sobre cómo encarar la negociación con el peronismo que gobierna. Mientras tanto, el ministro del Interior Rogelio Frigerio ya empezó a recibir a los mandatarios provinciales. Este miércoles (5/7) fue el turno del gobernador de San Juan, Sergio Uñac. Según el diario Clarín, le garantizó, al igual que a sus pares de Neuquén y Entre Ríos la ejecución de las obras comprometidas, uno de los puntos que los gobernadores exigen que no sea alcanzado por el ajuste porque los afecta en el año electoral.

La semana próxima será le turno de la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci. Si bien estas reuniones tienen otros temas prioritarios y puntuales, a Frigerio le sirven para tantear las demandas por el Presupuesto. Luego, será el turno de los aliados María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.

Y más tarde de Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdes (Corrientes).

Después vendrá la tanda de gobernadores peronistas como Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Manuel Urtubey (Salta), Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Carlos Verna (La Pampa), Alicia Kirchner (Santa Cruz), etc.

Finalmente, se espera que se concrete la convocatoria al jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, y a los referentes legislativos del Peronismo Federal, especialmente a Miguel Ángel Pichetto.

Pichetto ayer reclamó lo que está haciendo Frigerio: "Este va a ser un presupuesto de ajuste, que puede impactar en los recursos provinciales, en la obra pública, en la mano de obra, y requiere de una construcción de un consenso político y de diálogo", afirmó en declaraciones al Canal 26.

El ala dialoguista de Cambiemos entiende que los gobernadores y Pichetto tienen disposición para negociar y que los recortes que les propondrán no serán importantes, pero sí será necesario hacer gestos para que eso ocurra, como en el caso de los traspasos de Aysa, Edenor y Edesur a Vidal y Larreta.

Pichetto también respalda desde el Senado el reclamo de los gobernadores sobre Ingresos Brutos, uno de los puntos en los que tienen acuerdo para pedirle al Gobierno que se suspenda la rebaja: planteó "repensar el acuerdo fiscal" y el compromiso de las provincias de bajar impuestos, debido a que "las condiciones económicas han cambiado".

"El Gobierno parece no ver la realidad, pasó algo parecido con las tarifas", señaló Pichetto no sin inocencia, porque en ese debate él fue hasta el final para darle “un mensaje” al Gobierno con esa derrota parlamentaria. Ahora advierte que podría repetirse lo mismo.

En el Gobierno, el ‘ala dura’ no sólo acusa al peronismo de exigir mucho, también temen que los acuerdos no se cumplan debido a la multiplicidad de espacios en los que estalló el PJ desde 2015. El Presupuesto recién llegará a debate en septiembre, entonces el contexto económico puede cambiar mucho como ocurrió del primer trimestre a la corrida cambiaria de fines de abril con el regreso al FMI.

A Macri lo fastidian los cabildeos del peronismo y entiende que otro cambio en la situación económica modificaría la conducta del peronismo y lo obligaría a nuevas negociaciones y más concesiones, por eso no ve con malos ojos evitar todo ese proceso, imitar a Cristina Kirchner y prorrogar el Presupuesto vigente.

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