AFA MIRARÁ POR TEVÉ PAGANDO URUGUAY-FRANCIA

US$16,4 millones costó el fracaso de Rusia 2018 (+ 20 palos en veremos)

A horas del encuentro por 4tos de final entre Uruguay y Francia, en cuyo lugar podría haber estado nuestra selección si no hubiese sido derrotada 3-4 por la escuadra gala, la frustración cala hondo en la afición argentina y también en el cuadro de resultados materiales. La prematura vuelta a casa significó un quebranto neto de US$16,4 millones, que surgen de sumas y restas ensayadas por Euromericas Sport Marketing del lucro cesante de US$ 9,1 millones por los premios y sponsoreos que se dejan de percibir tras la eliminación y unos US$25 millones en facturas de fastuosos gastos generados por una numerosa delegación, alojamientos en lujosos alojamientos y traslados VIP. El balance es parcial, porque quedó en danza el despido del técnico Jorge Sampaoli, que si ejecuta el contrato implica un desembolso de US$20 millones. De modo que en total la fallida experiencia de la selección en el Mundial de Rusia habrá costado US$36,4 millones. Como premio consuelo, no estar mañana en cuartos de final ahorra no menos de US$125 millones que la empresa de marketing deportivo estimó que habría insumido la parálisis productiva del país el martes de la semana pasada para seguir por las pantallas el decisivo partido con Nigeria para la clasificación en la fase de grupos. El sobrecosto cesante se podría haber multiplicado por las 3 instancias siguientes hasta llegar a la copa, en cuyo caso se hubieran embolsado los premios y evitado el resarcimiento a Sampaoli por echarlo.

Si el partido con Francia por 8vos hubiera terminado en la carambola del gol de Gabriel Mercado que ponía en ventaja 2-1 a la selección, en estos momentos se estaría preparando para buscar el pase a semifinal frente a Uruguay, la AFA se estaría acreditando US$1,8 millones más por los premios por quedar entre los 8 mejores del Mundial Rusia 2018 y su presidente, Claudio Chiqui Tapia, andaría sacando pecho por Moscú en lugar de tener el matete de cómo salvar su pellejo: por si el rotundo fracaso de pegar la vuelta tan temprano no bastara, echar al técnico Jorge Sampaoli cotiza a US$20 millones si se aplica la cláusula de rescisión del contrato.

Resarcir al responsable deportivo de la “frustración”, como el mismo DT la calificó dejando de lado que la escuadra que contaba con el mejor jugador del mundo, implica asumir un millonario desembolso, que se suma a los fastuosos gastos por la estadía previa en Barcelona, a los casi US$ 2 millones que costó la negativa del plantel a último momento a disputar el amistoso con Israel en Jerusalén por temor a las amenazas palestinas y al lucro cesante por quedar  interrumpido el ingreso de dinero de los patrocinios y de los pagos de la FIFA por avanzar de rondas.

Horas después de la eliminación, Euromericas Sport Marketing a realizó un relevamiento parcial de los platos rotos que ni los dirigentes, cuerpo técnico y jugadores afrontarán de su bolsillo.

El balance que hizo a priori la firma internacional de marketing deportivo arrojaría, hasta ahora, un quebranto de US$ 16,4 millones, a lo que se debería sumar el despido de Sampaoli.

¿Cómo llegó a ese número? Explica que la AFA  invirtió US$25.5 millones por el despliegue de la delegación en fase de grupos —preparación previa, gastos de hospedaje, vuelos, acondicionamiento de bunkers y abastecimiento en general de comidas y refrigerios contra apenas 9,1 millones percibidos por su prematura salida del Mundial.  

Dejó, en consecuencia, de percibir US$8 millones, limpios de polvo y paja luego de descontar los premios al DT y a cada jugador, que le devengaría permanecer en carrera por la Copa.

Significa esta cuenta, de algún modo, un indicio de la monetización del fracaso del proyecto que entraña, para hinchas y empresas, que la representación nacional haya quedado afuera de las instancias finales, después de haber llegado, desde las Eliminatorias en más, a los tumbos y dependiendo de milagros: pudo clasificar ante Nigeria sólo después que los africanos le posibilitaran la oportunidad cuando sacaron del camino a la modesta Islandia a la que Argentina no le había podido ganar.

Molina sostiene que, “además de una humillación más, el fracaso en Rusia significó una elevada pérdida económica, si bien la selección mayor suele dejar utilidades año a año”.

Pero si con buena voluntad se mira el vaso medio lleno de que mañana (viernes 06/07) no pueda ser el equipo de Sampaoli el que esté disputando con Uruguay un lugar en la grilla de las semifinales, en vez de Francia, el hecho de que no se paralice el país para palpitar y seguir el partido, como sucedió el martes de la semana pasada con Nigeria, reportará un virtual ahorro a la ya cascoteada economía nacional en torno de US$125 millones, según había estimado el propio autor del libro “El negocio de la Pasión”, teniendo en cuenta los costos a nivel producción cesante que demandó la experiencia de la clasificación en la fase de grupos a 8vos de final.

Si se compara esta onerosa expectativa por un evento deportivo que involucra a la escuadra blanquiceleste con las pérdidas que el gobierno atribuyó al paro general de las CGT´s del lunes, no ocuparía más de la 5ta parte, pero como restan 3 partidos para la definición de la copa, haber llegado a conquistarla en total se equipararía a poco más de la mitad de una jornada de receso de actividades laborales por la protesta social.  

La estimación efectuada por la empresa mundial de marketing deportivo toma como referencia lo sucedido en el partido con Nigeria, que se disputó en San Petersburgo y comenzó a las 15:00, hora de la Ciudad de Buenos Aires, cuando alrededor del 45% de los empleados todavía deberían estar trabajando.

Si en todos los rincones del país siguieron el martes 26/06 el match por las pantallas (como surge del rating de las transmisiones televisivas), y se saca el tiempo promedio sin trabajar, la economía habría resignado entre US$100 y 125 millones, tomando en consideración los costos laborales incluido el descanso, entre otros criterios, para no dejar afuera del cálculo a aquellos que no tienen horarios de media jornada o están de vacaciones.

Ni qué 8/4tos.

Mañana se tendría que incorporar a esta estimación, a ojo de buen cubero, que haber jugado contra Uruguay por los 4tos de final a las 11 de una víspera de fin de semana largo (por conmemorarse el lunes el Día de la Independencia), en la práctica hubiese afectado mucho más la productividad por el incremento del ausentismo y el casual friday, respecto de la experiencia en la fase de grupos.

Bien podrían haber sido  hechas estas las evaluaciones por los auditores del Fondo Monetario Internacional, en el sentido de que no hay mal que por bien no venga, al hacer las cuentas por el lado del costo marginal que hubiera representado una mejor performance de la selección en Rusia.

Molina, sin embargo, rescata en ese caso que se hubiesen enjugado con los triunfos que traerían efectos positivos medidos en mayores índices de productividad.

Para la Administración Macri, asimismo, que Messi levantara la copa en un hipotético cruce final el domingo 15 de agosto con Croacia o Inglaterra, hubiera sido una especie de placebo contra el malhumor social que despierta la desacertada gestión de la economía.

Otra vez será. Dale que va.

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