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Cambiemos arde y Carrió echa nafta: "Los radicales harán lo que digamos"

La alianza Cambiemos en el Congreso no termina de reponerse de las grietas que abrió el debate por la despenalización del aborto. Todavía no se pudo concretar un ‘asado’ de reconciliación desde que el proyecto de ley salió de Diputados. Esa no es la única grieta. En el Gobierno nacional hay ‘halcones’ y ‘palomas’ que no concilian cómo enfrentar cuestiones centrales de la Administración Macri como la crisis económica o la negociación con el peronismo por el Presupuesto 2019. En el medio, Elisa Carrió sumó más tensión con los socios radicales, donde una porción podría irse el año que viene: "Los radicales harán lo que nosotros digamos", disparó en el Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos realizado en Paraná.

Cambiemos está frente a una crisis económica grave y la necesidad de aprobar el Presupuesto 2019 con las metas de ajuste que surgen del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pero la alianza gobernante aparece fragmentada y en el Congreso todavía no lograron reconciliarse tras la media sanción a la despenalización del aborto.

Hace casi un mes que los legisladores del oficialismo no consiguen concretar un ‘asado’ de reconciliación para superar las fisuras que ocasionó el debate entre los militantes de ambas posiciones y que llegó, incluso, al terreno personal. Ocurre que la discusión no terminó aunque haya salida de la Cámara joven, porque las tensiones siguen en el Senado y ahora se acrecentaron después de que Gladys González anunciara su voto positivo, contra la postura de su compañero de bancada Esteban Bullrich y la presidenta del Senado, Gabriela Michetti.

Con Michetti hubo cruces a través de las redes sociales y los medios de comunicación en los últimos días, tanto con diputados del PRO como del radicalismo. No hay calma en Cambiemos y se vienen debates profundos como el Presupuesto 2019, en el que Macri se juega buena parte de su gestión.

Afuera del Congreso, la Grieta sigue. Macri está en contra de la despenalización pero deja hacer, así algunos funcionarios operan a favor y en contra. María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta también están en contra, pero su posición es más clara. Se trata de las figuras más importantes del oficialismo que gobierna y que no ven con buenos ojos lo que pasa en el legislativo. En el caso de González, fue electa senadora por el territorio que gobierna Vidal.

En el PRO, los ‘pro vida’ culpan al radicalismo por haber permitido la media sanción con dos diputados que cambiaron su voto a último momento y a las presiones sobre Macri en la madrugada del día de la votación. También se alarman por la hiperactividad que muestran algunas figuras del radicalismo para que la ley salga en el Senado.

En el Gobierno hay otra grieta entre ‘halcones’ y ‘palomas’ o ‘aislacionistas’ y ‘dialoguistas’. En el primer grupo de los ‘duros’ recelan de los intentos de acordar con el ‘peronismo racional’ la sanción del Presupuesto 2019. Argumentan que no se puede confiar en los mismos peronistas que semanas atrás sancionaron el freno al aumento de tarifas y obligaron a Macri al vetar la norma, entre otras razones. Incluso plantean patear la mesa de negociaciones con los mandatarios provinciales y prorrogar el Presupuesto vigente como hizo Cristina Kirchner en 2010. El segundo grupo, el ‘acuerdista’, rescata la intención de colaborar de Miguel Pichetto y de lograr consensos para la ‘ley de leyes’ que legitimen lo acordado con el FMI y garanticen el cumplimiento del ajuste. Por ahora, Macri escucha a ambos.

En el medio de las internas, Elisa Carrió viene de echar más leña al fuego con los socios radicales, los que más se quejan del PRO por la falta de consulta a las medidas que adopta Macri y por la decisión de acudir al FMI. Durante su intervención en el Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos realizado en la ciudad de Paraná, Carrió disparó: "Los radicales harán lo que nosotros digamos". La escuchaba, muy cerca, el diputado radical Atilio Benedetti.

Carrió afirmó que existen algunas estrategias para promover una salida anticipada del Gobierno de Cambiemos, aunque descartó que vayan a ser exitosas: “Me quisieron dividir a mí. No crean. Yo defiendo la República. Si gana (Mauricio) Macri gana la República y gano yo”.

Luego, la diputada chicaneó al radicalismo y a Benedetti, ubicado en una de las primeras filas del salón: “Yo no quiero cargos. Y nadie puede vencer al que no quiere nada. Si yo tuviera interés, habría una interna y no tengo interés en ningún cargo. En consecuencia, la alianza (Cambiemos) está asegurada. Y los radicales harán lo que nosotros digamos, ¿no es así Benedetti?”.

Y sentenció: "Al final, los radicales tienen que reconocer que están con una ex miembro (del partido) que los maneja desde afuera ¡Es divino! ¡No saben! Es el mayor castigo por misóginos. Nos mandaban a las convenciones a servir empanadas y ahora los manejo yo desde afuera”.

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