Según el representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, "las acciones tomadas por el presidente son totalmente legítimas y plenamente justificadas según las leyes estadounidenses y las reglas de comercio internacional". Los países, que compran diferentes productos de Estados Unidos, decidieron poner ciertos aranceles luego de que Washington suba los impuestos a las importaciones de aluminio y acero.
ANTE LA OMC
Guerra comercial: China demanda a EEUU y Trump demanda a Europa
El Gobierno de Estados Unidos decidió apelar a la Organización Mundial del comercio (OMC). El objetivo es el de impugnar las medidas tomadas por Canadá, China, México, Turquía y UE, que fueron una reacción a los aranceles impuestos por Trump al acero y al aluminio.
"Estados Unidos tomará todas las acciones necesarias para proteger nuestros intereses e instamos a todos nuestros socios comerciales a trabajar con nosotros de manera constructiva para solucionar los problemas creados por el exceso masivo y persistente de la capacidad de los sectores del acero y del aluminio", dijo Lighthizer.
Según el Gobierno estadounidense, las medidas arancelarias de las cinco economías son "ilegales", mientras que sus impuestos son legales y velan por "la seguridad nacional". Todas las denuncias que presentó Washington fueron hechas por separados y de forma independiente y formal.
Hasta mayo, el acero y el aluminio procedentes de la Unión Europea, de Canadá y de México estaban eximidos de pagar aranceles. Sin embargo, Trump decidió terminar con ese beneficio a partir de junio.
Unas horas antes, el Gobierno chino hizo una denuncia similar ante la OMC y en contra de Estados Unidos. La acusación es la de imponer aranceles aducionales, por un valor de 200.000 millones de dólares, a una lista de productos chinos. Se trató de más de 6.000 productos provenientes del país asiático que tenian un impuesto de un 10%. Como respuesta, Pekin activó aranceles sobre productos estadounidenses como la soja, el cerdo, el wisky y los autos.
México es otro de los afectados por las demandas de Trump. La Secretaría de Economía de ese país anunció que la solicitud hecha por el Gobierno estadounidense sería puesta en consideración y habría una respuesta a la misma en los próximos 10 días.
Además, el Gobierno mexicano le respondió a Lighthizer: “Las compras que realiza EU de acero y aluminio procedentes de México no representan una amenaza a la seguridad nacional de ese país". Según el mismo, los aranceles fueron una respuesta a los que puso Estados Unidos "de manera injustificada y bajo el argumento de seguridad nacional".
When asked to identify his "biggest foe globally right now," President Trump told @jeffglor the European Union is a “foe” of the U.S. The president also said Russia is a “foe in certain respects” and China is a "foe economically.” https://t.co/Npe9S4uLuh pic.twitter.com/oHDpY4HrK2
— CBS News (@CBSNews) 15 de julio de 2018
Con respecto a la Unión Europea, Trump definió ayer (16/07), en una entrevista, a esa entidad como un "rival" en lo que respecta al comercio. "Realmente se han aprovechado de nosotros, y muchos de esos países están en la OTAN y no estaban pagando su fracción", dijo el Presidente.
Desde Europa, se busca detener la guerra comercial. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, habló del peligro que representa una guerra arancelaria entre China y Estados Unidos e invitó a ambos a trabajar conjuntamente para preservar el sistema multilateral y “prevenir el conflicto y el caos”. Según Tusk, hay que llevar a cabo una una revisión de las normas que regulan el comercio internacional en el marco de la Organización Mundial del Comercio.