NO A LA DESPENALIZACIÓN

Evangélicos en el Obelisco: "A no tomar el atajo fácil de la cultura del descarte"

Una multitud convocada por las iglesias evangélicas de la Argentina se congregó esta tarde ante un escenario montado de espaldas al Obelisco porteño para manifestar su rechazo al aborto legal, seguro y gratuito. La principal organización convocante fue la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) que ya ha dado muestras de su gran capacidad de convocatoria y en las últimas horas afirmó que no apoyará "a ningún candidato que promueva el aborto" de cara a las próximas elecciones.

Con pañuelos celestes anudados en las mochilas, sobre la cabeza, en los hombros o en el cuello, miles de evangélicos llegaron hasta el Obelisco porteño para representar su postura contra el aborto legal bajo el lema "Salvemos las 2 vidas".

La organización de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) se encargó, además del armado de un imponente escenario, de repartir globos celestes y blancos mientras un potente sistema de sonido replicaba los discursos de diversos pastores y los distintos números musicales que se fueron sucediendo con el correr de las horas.

Documento "Salvemos las 2 Vidas: Obelisco 2018":

Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en plenitud”.

Este es el propósito de Dios para cada ser humano y quienes seguimos a Jesús luchamos cada día para que la vida plena sea una realidad. Da testimonio de esto la asistencia sanitaria, educativa y social que ofrecen nuestras miles de comunidades de fe en todo el país.

Hoy nos convoca una penosa y grave situación: el intento de aprobación de una ley para la interrupción voluntaria del embarazo.

Estamos aquí porque nos oponemos firmemente a la aprobación de esta ley, ya que defendemos las dos vidas: la de la madre y la del niño/a por nacer.

Nos ponemos del lado de tantas mujeres que viven el drama de sentirse impulsadas a tener que abortar. Muchas de ellas bajo situaciones de opresión, marginalidad, abuso y presiones de una sociedad machista, ven en el aborto del embarazo no planificado una solución, o al menos un alivio a su situación. Entendemos que un embarazo no deseado puede ser una carga emocional difícil de sobrellevar y la mayoría de las veces vivida en soledad. ¿Cómo acompañar, fortalecer y ayudar a estas mujeres? He aquí el gran desafío.

Reconocemos que no siempre hemos estado listos para ayudar, muchas veces nuestros prejuicios nos han alejado del dolor humano.

Pero no es con políticas de muerte que como sociedad vamos a ayudar. No es eliminando el hijo que lleva en el vientre, como la mujer recuperará su bienestar.

El aborto nunca es una solución. El aborto, legal o no, deja huellas profundas en quien aborta.

Lamentamos que sobre tanto dolor se elaboren argumentos falaces para llevar adelante una agenda de la anti vida. Para tal fin se inventan cifras fantásticas de abortos clandestinos y muertes; se intenta justifica el aborto ligándolo a la condición de pobreza y estigmatizando así, una vez más, a los pobres; o se niega el carácter humano del niño por nacer, ignorando los irrefutables argumentos científicos.

Proponemos renunciar a la cruel frivolidad de ver el aborto como una solución a problemas personales, emocionales y sociales.

Alentamos a la sociedad a no tomar el atajo fácil de la cultura del descarte.

Pedimos a nuestros gobernantes que legislen para políticas de prevención, acompañamiento y la restauración física y emocional de la mujer.

Senadores y senadoras de la nación, en sus manos está la decisión más importante de su mandato. No importa cuál sea su ideología política, en esto se trata de cruzar la línea entre la vida y la muerte. Para el pueblo evangélico aquí representado esta línea es no negociable y sabremos tener en cuenta vuestra decisión en el momento en que nos toque votar.

Rogamos que Dios ilumine a nuestra sociedad para encontrar caminos de vida frente a tanto dolor y que tanto la mujer como el hijo/a que lleva en su vientre puedan alcanzar una vida en plenitud.

Politólogos

En tanto, la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) difundió el siguiente contenido:

“El debate legislativo sobre el aborto desde la perspectiva de las políticas públicas” es el título de la declaración que cientos de profesionales de las Ciencias Políticas de la Argentina emitieron en defensa de las dos vidas y en contra del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, que próximamente será tratado por la Cámara de Senadores.

“Politólogos x la vida” es un colectivo profesional y académico liderado por los diputados nacionales Martín Maqueyra (PRO, La Pampa), Sandra Castro (FPV, San Juan) y Federico Zamarbide (UCR, Mendoza), y el legislador porteño Guillermo González Heredia (PRO), que plantea su visión desde la óptica de la implementación de las políticas públicas. El grupo nuclea a funcionarios públicos y legisladores nacionales y provinciales, miembros del ámbito académico y de la investigación, comunicadores sociales, periodistas, ejecutivos de empresas y estudiantes, entre otros.

Entre los firmantes de la declaración se encuentran profesionales de las Ciencias Políticas graduados de universidades públicas y privadas de la Ciudad de Buenos Aires y de las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Misiones, Salta, Santa Cruz y Santa Fe.

La declaración, que será presentada en el Senado pone el foco en que “las políticas públicas que desarrolla un Estado tienen como objetivo resolver problemas o necesidades que se presentan a la sociedad en un momento dado, con la finalidad de contribuir a la mejora sostenida del bienestar general de dicha sociedad. La búsqueda del bien común en toda sociedad democrática está impulsada por una especial atención a sus grupos más desvalidos y postergados”.

El documento plantea que “desde la perspectiva de las políticas públicas, la primera cuestión que debería plantearse de forma previa a atender la legalización del aborto como opción de política social, es si no existen otros problemas más generales y relevantes, y consecuentemente más prioritarios. En nuestra opinión, el principal problema de política social que enfrentamos, y sobre el cual existe un acuerdo generalizado, es el de la pobreza crítica y estructural, que condena a casi 8 millones de niños y niñas de nuestro país a vivir en condiciones de marginalidad y exclusión social”.

“El sentido común indica que antes que la legalización del aborto, existen otros instrumentos de política que aportarían a una reducción mucho más significativa y con menores costos en la cantidad de muertes. Hablamos de las políticas de prevención, de educación y de cuidado de niños, niñas y adolescentes, así como de la existencia de un servicio público de salud preventiva y de tratamiento, provisto adecuadamente en los distintos territorios del país de los insumos básicos para su debido funcionamiento”, sostienen.

En relación al proyecto de ley en tratamiento en el ámbito del Congreso Nacional, el documento advierte sobre “la ausencia de los simples conceptos de racionalidad de la política pública, su coherencia, eficacia, eficiencia y sustentabilidad. Y obviamente, sobre todos esos aspectos, la legalidad. No es una práctica legalmente autorizada según lo que establece nuestra Constitución Nacional. A eso hay que agregar que son muchas las provincias cuyas constituciones provinciales garantizan el derecho a la vida desde la concepción. No sería racional, ni tampoco coherente que los senadores representantes de su provincia ante el Gobierno Federal, decidan y voten a favor de una ley que vulnera un derecho que la constitución de su provincia garantiza”.

Por último, explican que “desde su consolidación institucional, nuestro país ha promovido el poblamiento de su enorme extensión sobre la base de una política inmigratoria sostenida. Si bien esa población no se ha distribuido de modo armónico en nuestro espacio territorial, estamos lejos de poder considerar dicho desafío como perimido. Despreciar la vida de miles de argentinas y argentinos por nacer, no contribuirá a que la nación crezca y se fortalezca”.

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