EL ESCÁNDALO VOLKSWAGEN

Plan alemán para salvar los motores diesel

Aunque faltan detalles fue pensado para adaptar la viejas tecnologías a las normas Euro 6 o cambiar por autos nuevos de última generación. Las terminales, entre ellas la criticada Volkswagen, no acuerdan una salida común sobre como se financiarán los gastos. La industria germana muy golpeada por las prohibiciones.

Tras varios meses de discusiones casi interminables el gobierno de, Angela Merkel, presentó hoy (martes 2/10), una propuesta para no prohibir los diésel que contempla bonificaciones en la renovación del parque automotor o la actualización de los "coches viejos". Alcanza a unidades ensambladas con motores gasoleros anteriores a las normas Euro 6.
 
El programa, del que faltan detalles, se limita a las 14 ciudades donde la contaminación supera los 50 miligramos de dióxido de nitrógeno (NO2) por metro cúbico, amenazadas, por tanto, con posibles restricciones de circulación sobre los modelos más nocivos
 
De esta forma, los propietarios de automóviles que no cumplan con la norma Euro 6 -matriculados antes de septiembre de 2015- podrán optar a un reajuste técnico de su vehículo o a bonificaciones para quienes residan en las zonas referidas y en su entorno inmediato, así como los casos socialmente difíciles.
 
El Estado alemán no correrá con los gastos porque serán responsabilidad de cada propietario al elegir alguna de las dos opciones - reajuste de tecnología o bonificaciones para el cambio de auto -
 
Según el ministro de Transporte, Andreas Scheuer, la cifra de vehículos para los cuales este programa sería aplicable asciende a 1,4 millones de coches de la clase Euro 4 y Euro 5. Si bien, según datos de la autoridad de transportes alemana KBA, hay cerca de nueve millones de coches diésel circulando sin el último estándar de contaminación Euro 6 (3,1 millones con el Euro 4 y 5,7 millones el Euro 5) del total de 46,5 millones de vehículos del país.
 
Reacciones dispares en los fabricantes
 
Scheuer se mostró convencido que el Gobierno consensuó un "gran paso" para evitar prohibiciones a la circulación y limitaciones a la movilidad dentro de las ciudades, en el que la industria asume su responsabilidad y la carga económica no recae en los conductores, y aseguró que la intención es "garantizar el futuro del diésel".
 
Los fabricantes de automóviles, que desde el principio se mostraron más convencidos con la idea de favorecer la renovación de coches diésel anteriores con incentivos, criticaron la opción de actualización, "por ser muy caras".
 
La posición de Volkswagen fue aceptar la idea de actualizaciones si sus clientes las solicitan, aunque apuntando a "discutir detalles", mientras que BMW y Opel se oponen. El fabricante de Wolfsburgo, además, anunció que ofrecerá primas de hasta 5.000 euros para que los clientes cambien en Alemania su vehículo de motor diésel viejo por otro más modernos y menos contaminante.
 
Daimler, por su parte, está abierto a valorar la idea, pero admitió que se "centrará en las bonificaciones por cambiar de coche, que también serán de hasta 5.000 euros", según confirmó el ministro de Transportes germano, Andreas Scheuer. 
 
Asimismo, Renault, el único fabricante no alemán que manifestó que "ofrecerá a los propietarios de antiguos coches diésel en el país un incentivo de 10.000 euros para que los cambien por nuevos modelos".
 
En tanto, Opel comunicó, su rechazo a los reajustes técnicos que calificó de "económicamente no razonables y técnicamente no desarrollados".
 
Schulze recordó que con el escándalo por la manipulación de los datos de emisiones de gases contaminantes, "los fabricantes tienen ahora la oportunidad de lograr que se vuelva a confiar en el diésel lo cual redunda en su propio interés les queda saber aprovecharla".
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