1RA. VUELTA

Comienzan 3 semanas de terrible grieta en Brasil

Unos 147 millones de brasileños deciden si la cita de este domingo 07/10 es decisiva o se espera a dentro de 3 semanas para el 2do. turno. Una victoria de Jair Bolsonaro en 1ra. vuelta —solo Fernando Henrique Cardoso lo ha logrado en los últimos 30 años, en 1994 y 1998— resultaría un acontecimiento dramático para Brasil por lo que supone el capitán retirado del Ejército, evangélico, racista y machista, pero dejaría en claro dónde se encuentra ubicada la sociedad hoy, reduciendo de alguna manera el alcance de la grieta que surge de un país de 2 universos enfrentados y equivalentes en volumen. Pero si Bolsonaro tiene que ir a una 2da. vuelta será porque no obtuvo la mayoría suficiente, y Brasil irá a una puja interna e imprevisible, en la que tiene una oportunidad Fernando Haddad, representante de Luiz Inácio Lula da Silva.

 

Mujer y soltera es el perfil de la mayoría de los brasileños aptos para elegir este domingo (07/10) los representantes para los cargos del Ejecutivo y del Legislativo.

El grupo de edad de 35 a 39 años es el más expresiva: 11% del electorado, seguido por el grupo de entre 30 y 34 (10,79%).

Menos del 10% de los que van a las urnas tienen un curso superior completo.

Los analfabetos y aquellos sin escolaridad, pero que leen y escriben, representan el 13,18% de los votantes.

En el país predomina el elector que no concluyó la enseñanza fundamental: 25,82% del total, un estándar con pocas excepciones en la Federación brasilera -Distrito Federal, Goiás, Paraná, Roraima, São Paulo y Tocantins son los únicos distritos electorales donde la enseñanza media completa supera a la enseñanza básica incompleta.

Distribuídos en 5.570 municipios y 171 ciudades del exterior, los 147,3 millones de electores registrados en el Tribunal Superior Eleitoral (TSE) elegirán 27 gobernadores, 54 senadores, 513 diputados federales, 1.035 diputados estaduales y 24 diputados distritales, además del próximo Presidente da República.

En total, 28.089 candidatos se anotaron para disputar los cargos que quedan vacantes por vencimiento del mandato, que serán ocupados para el período 2019 a 2022, con la excepción del Senado, cuyo mandato es de 8 años.

De acuerdo a los especialistas en elecciones brasileras, los postulantes a representantes no se concentraron en el perfil mayoritario del electorado aunque sí exploraron los temas más sensibles en la población aunque de forma a menudo vaga.

"Ellos hablan en salud, educación y seguridad pública, que son discusiones genéricas", dijo el científico político César Alexandre Carvalho, socio-propietario de CAC Consultoria. Son temas que aparecen en las encuestas como prioridades de los brasileños. En el diagnóstico "Problemas y prioridades para 2018", de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), el desempleo (56%), la corrupción (55%), la salud (47%), la seguridad pública (38%) y la calidad de la educación (13% ) son las principales preocupaciones de los votantes.

Las urnas

En medio de las dudas planteadas por el candidato a la presidencia Jair Bolsonaro (PSL) sobre la seguridad del sistema de voto electrónico, el sábado 06/10, la presidenta del Tribunal Superior Electoral (TSE), Rosa Weber, reafirmó la seguridad del proceso. "Nuestro sistema es ágil, seguro, confiable y auditable", dijo ella.

La ministra observó que en la historia del sistema en Brasil no ocurrió ningún caso comprobado de fraude en las urnas.

"La manifestación de voluntad reflejada en el voto será contabilizada exactamente como fue depositado", agregó.

La verificación del sistema electoral, que duró menos de 45 minutos, fue acompañada por una delegación de la Organización de Estados Americanos, el Ministerio Público y la Policía Federal. El presidente del Supremo Tribunal Federal, ministro José Antonio Dias Toffoli; y la fiscal general de la República, Raquel Dodge, también participaron del evento.

Toffoli citó la encuesta DataFolha, en la que la mayoría de los brasileños apuntan a la democracia como la mejor forma de gobierno. "Estamos asegurando que la voluntad del elector será depositada en la urna mañana (domingo 07/10), eso es importan: el sistema democrático", agregó.

También: "El sistema funciona adecuadamente y el 69% de los brasileños creen que la democracia debe vigilar en Brasil, lo que es importante en un momento en que la Constitución federal cumple 30 años."

Lo que viene

Si es cierto que la campaña de Jair Bolsonaro identificó en investigaciones internas una caída en la ola a favor del candidato -lo sostuvo la columna Painel en el diario Folha de S. Paulo- habrá 2da. vuelta en Brasil.

Según la columna, la onda a favor de Bolsonaro se enfrió precisamente en las vísperas de los comicios, tal como apuntó también la encuesta cercana a su rival Fernando Haddad, Vox/247.

Es un dato clava para la 2da. vuelta, que es la instancia a la que apuesta Fernando Haddad, el candidato del PT que planifica para ese momento un giro hacia el centro.

La grieta

La frustración con los políticos de las últimas décadas y las soluciones extremas para resolver la violencia y la corrupción han resultado la clave de Bolsonaro.

Él transita un espacio ya verificado en otras sociedades tales como la victoria de Donald Trump, el Brexit británico; el rechazo al proceso de paz en Colombia y la arrolladora victoria de Andrés Manuel López Obrador en México.

Bolsonaro logró reavivar emociones que en Brasil hasta ahora administraba como nadie Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente más carismático de la historia de Brasil —gobernó 8 años, hasta 2010—, en prisión desde abril, acusado de corrupción.

La cárcel privó a Lula de optar por 5ta. vez a la Presidencia —fue derrotado por Cardoso 2 veces—, pero no le impidió demostrar su capital político: a principios de septiembre cedió su candidatura a Fernando Haddad, quien absorbió tanto el apoyo de Lula como el rechazo que éste provoca.

Entonces, la polarización se acentuará aún más durante las próximas 3 semanas, en caso de que se concrete el 2do. turno entre Bolsonaro y Haddad.

De las escaramuzas se pasará a la guerra.

Todos los candidatos tienen, por cada porcentaje de intención de voto, uno todavía mayor de rechazo: Bolsonaro, el 44%; Haddad, el 41%.

Haddad imitó a Lula 2002, aquella carta en la víspera de la elección apelando a la esperanza para derrotar al miedo.

La grieta entre los partidarios de Bolsonaro y los del PT ha reducido las opciones más moderadas y obligará al resto de candidatos a pronunciarse ante la 2da. vuelta. El silencio, en este caso, se considera un apoyo tácito a Bolsonaro.

La maquinaria del Partido de los Trabajadores (PT) ha resistido en cierta manera la embestida de Bolsonaro pero no ocurrió lo mismo con la del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que fue arrollada: por 1ra. vez desde 1994 no tendrá un candidato en la 2da. vuelta.

¿Para qué el PSDB conspiró contra Dilma Rousseff, y la volteó en agosto de 2016? ¿Para morir a manos de Bolsonaro?

La campaña ha profundizado la fractura nacional. Deberá recordarse que Dilma Rousseff recibió 54 millones de votos y Aécio Neves 51 millones, con 107 millones de electores que aquella vez concurrieron a las urnas: Brasil partido por la mitad.

Su sucesor, Michel Temer, con 3% de aprobación, aprobó una reforma laboral y el ajuste fiscal.

Temer es un candidato a prisión en breve: fue el 1er. Presidente acusado de corrupción por el fiscal general.

En tanto, Lula da Silva se convirtió en el 1er. exPresidente condenado por corrupción y, 9 meses después, el 1ro. en ser encarcelado.

Los 4 años recientes han consolidado la grieta, que no es de ricos vs. pobres, ni izquierda vs. derecha, sino que pasa por PT sí vs. PT no.

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