IN VITRO

Gates & Brin saltan sobre el negocio de la carne cultivada

Llega la carne cultivada en laboratorios por ingeniería de tejidos. Ante la creciente demanda mundial de consumo de proteínas, la competición por lograrlo ha comenzado y en menos de 3 años este producto puede estar en las góndolas de los supermercados. Una empresa vasca, Biotech Foods, está en esa carrera frente a otras 3 compañías, 2 de ellas impulsadas financieramente por Bill Gates (Microsoft) y Sergey Brin (Alphabet/Google).

Se la llama carne cultivada o artificial o in vitro: a partir de una muestra de un animal vivo (vaca, cerdo, aves o pescado), los investigadores hacen crecer músculo en laboratorios.

La carne cultivada no es carne vegetal, normalmente de soja o trigo.

La carne cultivada es músculo animal. El proceso de desarrollar carne in vitro implica tomar células musculares y aplicar una proteína que ayuda a las células a crecer hasta formar grandes porciones de carne, de forma parecida a como sucede con la producción de cultivos de yogur.

La investigación moderna sobre el cultivo de carne procede de experimentos realizados por la estadounidense NASA, en el intento de encontrar formas mejoradas de alimentar de forma sostenida a astronautas en el espacio.

La técnica fue aprobada por la FDA (Food and Drug Administration) en 1995, y la NASA experimentó desde 2001, produciendo carne in vitro a partir de células de pavo.

La primera forma comestible fue producido por el NSR/Touro Applied BioScience Research Consortium en 2000: células de carpa dorada cultivadas para parecerse a filetes de pescado.

En 2001 el dermatólogo Wiete Westerhof, de la Universidad de Ámsterdam; el doctor Willem van Eelen y el empresario Willem van Kooten solicitaron una patente mundial sobre un proceso para producir carne in vitro: una matriz de colágeno se siembra con células musculares, que se bañan en una solución nutritiva y se les induce a dividirse. Van Eelen dijo que había pensado la idea de la carne in vitro desde que fue prisionero de guerra de Japón.

El estadounidense Jon F. Vein también obtuvo una patente para la producción de carne por ingeniería de tejidos para consumo humano, en la que células musculares y adiposas se cultivarían de forma integrada para crear productos cárnicos como ternera, ave o pescado.

El primer artículo revisado por pares publicado sobre la carne cultivada en laboratorio apareció en un número de 2005, producido por Tissue Engineering.

En 2008 PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) ofreció un premio de US$ 1 millón a la primera compañía que pusiera carne de pollo cultivada en laboratorio a disposición del público en 2012.

El gobierno holandés ha destinado US$ 4 millones a experimentos sobre la carne in vitro.

En 2008, In Vitro Meat Consortium, integrado por tecnólogos internacionales celebró la 1ra. conferencia internacional sobre la producción de carne in vitro, organizada por el Instituto de Investigación de Alimentos de Noruega, para discutir las posibilidades comerciales.

La revista Time declaró la producción de carne cultivada una de las ideas revolucionarias de 2009, mientras científicos holandeses anunciaban que habían logrado cultivar carne en el laboratorio usando células de un cerdo vivo.

“Las células proliferan solas en un biorreactor imitando el cuerpo del animal”, explica Mercedes Vila, cofundadora y responsable científica de Biotech Foods, una empresa del País Vasco.

Lo que interesa es la proteína, por lo que se produce sin grasa o sin uso de antibióticos a diferencia de en la ganadería.

El producto, en este caso músculo de cerdo, tiene forma de pasta, para que la industria alimentaria la transforme en procesados como salchichas, hamburguesas, albóndigas o embutidos.

En esta competición participan 4 empresas en el mundo.

La mayor de ella, por capacidad de financiación, es la estadounidense Memphis Meats, que dispone de recursos de Bill Gates, fundador de Microsoft; Richard Branson, fundador de Virgin Group; y el gigante de la alimentación Tyson Foods.

En Europa, la holandesa Mosa Meat desarrolla eya presentó un modelo de hamburguesa realizada con carne cultivada. Entre sus accionistas se encuentra Sergey Brin, fundador de Google, quien acaba de aplicar 8 millones de euros al proyecto.

La menos conocida por el momento es la israelí llamada Supermeat.

Y Biotech Foods, con accionistas Inter Alloys & Investments (rama inversora de la vasca de ferroaleaciones Inter Alloys) y el centro público CIC Nanogune, ha recibido aportes del CDTI, el Ministerio de Ciencia, la Diputación Foral de Guipuzkoa y la entidad municipal Fomento de San Sebastián. Pretende tener listo su producto para la venta en 2021. .

“La carrera actual pasa por conseguir un precio similar al de la carne convencional”, explicó Vila.

Biotech Foods ya puede producir en laboratorio varios kilos de carne in vitro, pero el siguiente paso es fabricar toneladas a escala industrial en biorreactores.

Entonces busca alrededor de 2 millones de euros de posibles socios.

La ganadería es insostenible ante una población mundial creciente y que incrementa el consumo de proteínas de uso animal. Además, tal como recuerda Vila, el 25% del uso de la tierra y del agua procede del ganado. “Tenemos un problema de sostenibilidad”.

Además, estos animales ya emiten casi tantos gases de 'efecto invernadero' como el transporte, el 14% del total de las emisiones, según la FAO, organismo de Naciones Unidas que afirma que la demanda mundial de carne se prevé que aumente en un 70% para alimentar a una población de 9.600 millones de personas en 2050.

En juego hay un negocio milmillonario. Para 2021 se espera, según Biotech Foods, que la cuota de mercado del 1% de la carne consumida a nivel mundial es un negocio de 8.700 millones de euros al año.

Para 2030, las proyecciones alcanzan el 8% de la cuota global.

La empresa, con sede en San Sebastián, ha creado su propio nombre para el producto: Ethica Meat, que lo fundamenta en que reduce el impacto ambiental de la ganadería, es libre de grasas y de antibióticos, y no se necesita sacrificar animales, un último motivo por el que puede interesar a vegetarianos. El reto es tener una demostración de producto antes de 2019.

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