Una acción sobre lo material puede cambiar lo espiritual
La idea de Vogt puede funcionar si tenemos en cuenta que, según el Feng Shui, un espacio armónico puede lograr una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan. Esto es porque lo material, lo visible, lo físico, tiene relación con el cielo, lo desconocido, invisible y vibrátil. El Feng Shui se basa en la existencia de un aliento vital o chi, cuyo flujo se ve modificado por la forma y disposición del espacio, las orientaciones y los cambios temproales. Otra cosa que es importante destacar es que la acción tiene mucha fuerza. Modificando nuestras acciones tenemos el poder de modificar nuestros pensamientos.
En ese sentido, si consideramos que cada área de nuestra casa se corresponde con un área de nuestra vida, tomando acción sobre ese área, puliendo, ordenando, limpiando, dejando ir (tirando) los objetos que ya no nos sirven, es posible remover aquello que no nos deja avanzar. Vogt cree que dejar ir aquellos objetos que ya no nos sirven, puede ayudarnos a desprendernos de otros apegos que nos afectan negativamente, como los relatos que nos contamos a nosotros mismos sobre el pasado, que no funcionan en pos de nuestros objetivos.
Un hecho sucede, construimos un relato sobre lo que pasó y eso despierta una emoción en nosotros: Hay 1 elemento en este proceso que podemos cambiar activamente
Aquí es importante recordar lo siguiente: hay una teoría que dice que de los hechos que suceden en nuestra vida, todos armamos un relato, a partir de ese relato nace la emoción que nos genera. De estos 3 elementos (hecho que sucedió, relato que armamos, emoción que nos suscita), hay 2 que no podemos cambiar, que son el hecho que sucedió y la emoción que nos suscita el relato que hemos armado de él. Sin emabargo, esto último, la historia que nos contamos a nosotros mismos sobre el pasado, sí es posible cambiarla. Es posible cambiar nuestra mirada. No existe una verdad única sobre el pasado, existen focos. Así, la historia de, por ejemplo, cómo alguien me humilló, puede transformarse en la historia de cómo sobreviví a la humillación a la que me sometió esa persona. Paso de ser humillado en sobreviviente. Por supuesto esto impactará en qué emociones me suscita este hecho.
Para Marie Kondo, ordenar no es almacenar: a aquellas prendas u objetos que ya no me traen alegría, debo agradecerles y decirles chau
Al tiempo que dejamos ir aquello que no nos sirve, puede revelarse lo que sí podría servirnos. La japonesa Marie Kondo, autora del libro 'La magia del orden' es otra "gurú de la limpieza" que apunta en esta dirección: ella considera que ordenar la casa ayuda a ordenar la vida, ya que el desorden de los objetos es el reflejo de cierto caos interior. Al mismo tiempo, ese laberinto externo genera una sensación de desconcierto interno. Ambos aspectos están fuertemente interrelacionados, explica el portal La Mente es Maravillosa. Kondo pone el énfasis en que ordenar no es almacenar: cuando se hace esto último, el desorden comienza de nuevo. Como los espacios para guardar cosas están ocupados, adviene otra vez el caos. Para ella, es importante dejar ir aquellas prendas u objetos que ya no nos sirven, y hasta propone despedirnos de ellos agradeciéndoles por lo que nos dieron. Esto puede ayudar a quienes sienten culpa de desprenderse de objetos. Para saber qué tirar y qué conservar, Kondo propone evaluar si ese objeto me trae alegría o no. Analizarlo prenda por prenda.