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Qué pasa en la vagina de una mujer cuando se excita (y cómo estimularla)

El útero se eleva, el clítoris -que tiene el mismo origen embriológico que el pene- se erecta, gotas aisladas van humedeciendo el interior de la vagina hasta crear el efecto lubricación. Los labios vaginales se hinchan y cambian de color. El gran flujo de sangre que se dirige hacia allí puede provocarle cierto dolor o pueden entrarle ganas de hacer pis. Que en el caso de la mujer, los cambios al excitarse no sean tan visibles como los del hombre, no quiere decir que no los haya.

Cuando un hombre está excitado, se manifiesta en su cuerpo de forma indisimiluable. En el caso de la mujer, no es tan evidente aunque quien preste atención y conozca a su pareja podrá notarlo. Que no sea tan fácilmente identificable a la vista no quiere decir que no suceda: el cuerpo de la mujer atraviesa montones de cambios cuando ella está excitada. Aunque esto varía de mujer a mujer, algunos síntomas suelen ser que los pechos se hinchan, los pezones se endurecen, la piel cambia de color porque se altera el flujo sanguíneo (especialmente en la cara, nalgas, brazos, espalda y piernas), y hasta algo en su olor se modifica, explica el portal Enamorando.me. Un curioso efecto extra a nivel psicológico es que se pierde el asco a cosas que normalmente nos causarían repulsión. La temperatura corporal aumenta, así como la frecuencia cardíaca. La respiración se vuelve más agitada.

¿Y la vagina? ¿Cómo cambia durante la excitación?

1. Dolor
Al excitarse, la vagina de una mujer se llena de sangre, haciendo que el área se torne muy sensible, lo que puede percibirse como doloroso.
2. Ganas de hacer pis
No es raro que a la mujer le entren ganas de hacer pis justo antes de o cuando empieza a tener relaciones, porque la esponja uretral se hincha para evitar que se orine al tener sexo, explica Enamorando.me.
3. Cambios en los labios vaginales
Estos se hinchan y cambian de color.
4. Erección
El clítoris se reafirma y se vuelve erecto, más notable y fácil de encontrar. Recordemos que el clítoris y el pene tienen el mismo origen embriológico. "Por tanto, los 2 son órganos eréctiles y cambian con el proceso de la respuesta sexual", apuntó la medica y sexóloga, Constanza Bartolucci en el diario El País.
5. El útero sube
Para prepararse para la penetración, en el momento de excitación el útero se eleva, alargando el canal vaginal.
6. Dilatación
La vagina se dilata, preparándose para la penetración. Tras la relación secual, vuelve a su situación de normalidad. La vagina tarda entre 10 y 20 segundos en alargarse hasta dos tercios de su tamaño inicial. Esto se da ante cualquier estímulo que la excite. “Este dato es muy útil para las mujeres con problemas de vaginismo, que se angustian pensando que el pene no va a entrar en la vagina”, explicó la médica y sexóloga Francisca Molero, codirectora del Institut de Sexologia de Barcelona, al diario El País.
7. Lubricación
Unas gotas aisladas van humedeciendo la superficie interna de la vagina, para que la entrada del pene sea más suave.

La vagina responde a más estímulos que el pene

Otro dato interesante sobre la vagina: según estudios, responde a un mayor número de estímulos que el pene. "Cuando se estudian a hombres y mujeres, mostrándoles imágenes sexuales de todo tipo (heterosexuales, homosexuales, tríos o incluso sexo entre animales), se someten a cuestionarios validados y se mide el pulso de la arteria vaginal y del pene. Se ha observado que los genitales femeninos responden a un mayor número de estímulos que los masculinos, aunque la relación mental y genital es más lineal en el hombre, es más de causa-efecto", explicó Kristin Suleng en el diario El País. "En el caso de la mujer, su vagina responde más de lo que ella cree que le excita. La vagina responde a casi todo, aunque la percepción de la mujer no lo haga, porque es más selectiva”, describió Molero al diario.

El mapa sensorial de una mujer (como el de un hombre) es cambiante

Otro punto importante dice que nuestras sensaciones erógenas están en todo el cuerpo -no solamente en el pene y la vagina- y son individuales, como las huellas dactilares. Es decir que no existen "zonas erógenas" por se: todo nuestro cuerpo lo es. Pero lo más llamativo de todo: nuestro mapa sensoroal es dinámico, no fijo. Quiere decir que lo que nos excita, qué caricias y fantasías nos encienden, van cambiando a lo largo de la vida. “Cada mapa sensorial depende de las terminaciones nerviosas, las creencias, los factores socioculturales y la biografía de cada persona. Aunque nos empeñemos en buscar zonas erógenas, y cuando las encontramos pensamos que ya son para toda la vida, no es así: el mapa sensorial es cambiante, y donde tuvimos placer, puede que desaparezca más adelante”, explica Molero. Además, pueden aparecer nuevos placeres allí donde antes no los había.

Ellas quieren ser estimuladas en la vagina y la vulva

Según un estudio de la Universidad de Queens, Nueva York, los hombres deberían concentrarse más en la vulva y la vagina durante los juegos previos, para excitar a una mujer. Las voluntarias de la investigación se sometieron al seguimiento de los sexólogos mientras contemplaban un video con juegos preliminares durante 18 minutos, en el que se veía a parejas manteniendo relaciones sexuales. Mientras tanto, se les medía el nivel de excitación. El resultado mostró que todas se encendían más cuado los videos se centraban en la estimulación de la vulva y la vagina.

"Este descubrimiento va a ahorrar tiempo a los hombres. Las caricias por los muslos, por el cuello, los abrazos y las palabras pueden generar exctitación, pero la diferencia la va a marcar su forma de estimular la zona erógena del aparato reproductor femenino. Esto, además, pone una nota de igualdad entre hombres y mujeres, pues el esteoreotipo reza que ellos 'se encienden con solo apretar un botón'; ahora, según esta última investigación recogida por 'Men's Health', parece que ellas son iguales", escribió M. Palmero en el diario El Confidencial.

Algunas formas de estimular esas zonas

1. Caricias con la ropa puesta. No hace falta que ella esté desnuda para alcanzar el orgasmo. Se aconseja ir subiendo la mano lentamente desde las rodillas hasta la vagina, pasando por la cara interna de los muslos. Una vez en la zona vaginal, realizar movimientos circulares y verticales. Cuando la mujer ya esté bastante excitada, se puede sar suavez pellizcos en la zona del clítoris, explica El Confidencial. No apretar mucho.
2. Sexo oral. Sé delicado y sin succionar, concentrarse en el clítoris. Lo más importante es escuchar al cuerpo de ella. "No te pases con la velocidad, el ritmo lo marca ella: basta con interpretar las reacciones que provocas en su cuerpo", detalló la actriz porno Amarna Miller, según El Confidencial. No tiene sentido introducir la lengua en la vagina (a menos que ella lo pida).

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