ENTRENADOR QUE NO GANA ¿DEBE SER CAMBIADO?

Macri se aferra al Plan A pero hay Plan B (Vidal) y hasta C (Larreta/Carrió)

Las encuestas exhiben un Mauricio Macri destrozado en el Gran Buenos Aires, el gran territorio electoral nacional. Hay una encuesta que tiene la élite de Cambiemos que es devastadora para el Presidente. Y lo peor aún está por llegar más allá de que nadie sabe cómo votan los nuevos desempleados que vendrán. Pero el laboratorio de Jaime Durán Barba defiende, porque para eso le pagan sus honorarios, que Macri permanezca al frente del equipo que no gana. Desde el macrismo no militantes se insiste con María Eugenia Vidal, quien tiene por delante un ajuste considerable porque le han puesto una sobrecarga fiscal, con un guiño de Marcos Peña, el macrista N°1. Detrás, con aire distraído, viene Horacio Rodríguez Larreta -esto ya lo anticipó hace tiempo Urgente24- pero la novedad es que Elisa Carrió conoce todo lo que sucede y hasta la imaginan como sustituta de Gabriela Michetti.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). El camino para el intento de reelección de Cambiemos (sea Mauricio Macri o quién sea su reemplazo, según la asombrosa y candente interna que estalló esta semana en el seno del colectivo electoral) ya está adoquinado de un nuevo salto de la deuda externa, efecto directo del 2do. Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional; y un Presupuesto que, pese a lo que sostenga el macrismo, fue redactado más en Washington DC y por un grupo de gobernadores peronistas, antes que por el Palacio de Hacienda.

En la Casa Rosada celebran tanto que el Directorio del FMI haya aprobado la nueva línea de financiamiento como haber logrado la aprobación del Presupuesto 2019 en la Cámara de Diputados, tal como si fueran dos grandes logros de la “muñeca” negociadora del macrismo; pero, mal que les pese, representan la última opción para evitar el default e impedir una gigantesca derrota política, dado que los 30 votos opositores que consiguió el Gobierno de Mauricio Macri en la Cámara Baja costaron varias decenas de miles de millones de pesos en todo tipo de prebendas para los gobernantes de provincias peronistas, que “Cambiemos” esperaba derrotar en 2019.

En medio, la violencia volvió a ganar la calle, demostrando la escasa preparación que tienen las fuerzas de seguridad para contener agresiones bien organizadas, en especial si tenemos en cuenta que en pocos días se va a realizar la cumbre del G20; los sindicatos amenazan con movilizaciones para reabrir paritarias y los colectivos sociales prometen piquetes en aumento si el Gobierno no les gira $62.000M comprometidos a fines de 2017.

Pese a que sólo se discutió durante una hora y media en el Directorio del FMI el 2do. Acuerdo de Financiamiento para la Argentina, lo cierto es que puertas adentro hubo una verdadera pulseada política que terminó por tener efectos sobre los montos comprometidos por Christine Lagarde a prestar al Gobierno de Mauricio Macri, dado que originalmente se anunció un crédito de hasta US$ 70.000M, luego se redujo la cifra a US$ 57.100M, aunque se aprobó un monto final de US$ 53.600M.

Desde el Palacio de Hacienda se asegura que el cambio de monto está relacionado por la diferencia cambiaria que ha tenido el DEG (la unidad monetaria que usa para sus operaciones el FMI, que cotiza según una canasta de monedas que en las últimas semanas tuvo bastante volatilidad), pero eso no borra los fuertes cuestionamientos que hicieron, puertas adentro, Alemania y Francia; y la evaluación del 1er. Acuerdo, en el cual se apunta a los problemas de comunicación del Gobierno y los supuestos desmanejos en el Banco Central.

Pero la Casa Rosada hace oídos sordos a todas las críticas u observaciones que se le hagan, ya sean internas o del staff técnico del Fondo; total, en el fondo, están cumpliendo puntillosamente con el plan para intentar mantenerse en el poder y, para eso, era necesario, para no decir imperioso, que el FMI proveyera US$ 24.000M entre hoy y Marzo 2019, contra sólo US$ 8.500M que contenía el 1er. Acuerdo con Christine Lagarde. De la sustentabilidad de la deuda externa, quizás el Gobierno comience a pensar luego de la potencial reelección.

La aprobación del Presupuesto 2019 en la Cámara de Diputados es otra cadena de derrotas políticas. Desde los choques que hubo en la Plaza del Congreso, con el papelón del kirchnerismo denunciando “infiltrados” creando los disturbios, al mismo tiempo que reclamaban suspender la sesión por esos mismos disturbios; hasta las imparables demandas de un grupo de gobernadores peronistas que convirtieron la Casa de Chaco en una mesa de reclamos a la Casa Rosada, con amenazas de ausencias, abstenciones o votos negativos que eran superadas con fondos, obras y concesiones que, una vez concedida, se argumentaba que no alcanzaban, lo que llevaba a exigir más fondos, más obras y más concesiones.

Así,

** La Rioja obtuvo medio punto más de coparticipación federal,

** San Juan logró que los espumantes que se exportan no tengan retenciones,

** Córdoba y Santa Fe lograron que las cooperativas medianas y chicas no paguen Ganancias y que los campos no entren en bienes personales y todas las demás obtuvieron decenas de obras públicas, se aseguraron subsidios para sus cajas previsionales y el reparto de compensaciones al transporte;

todo esto mientras hicieron caer el grueso del ajuste de Gasto provincial sobre el Gobierno de María Eugenia Vidal, que ahora reclama $19.000M por efecto inflación sobre el reemplazo del Fondo del Conurbano.

Pero el reparto de prebendas, obras y fondos hacia los Gobernadores peronistas no finalizó.

Todavía queda resolver

** cómo se distribuirán los $6.500M destinados a suplir la reducción de subsidios a los transportes públicos y

** el recién creado “Programa de Asistencia Financiera a Provincias y Municipios", que repartirá $4.125M para reemplazar al Fondo Federal Sojero; y

** queda pendiente una batalla por el reparto de $40.000M de los Adelantos Tesoro Nacional, que cerca de Mauricio Macri pensaban usar para responder a los reclamos de María Eugenia Vidal.

En el fondo, Mauricio Macri repite el mismo modelo de gestión que aplicó en la Ciudad de Buenos Aires: Cada año más deuda, cada año más presión fiscal, cada año más empleados públicos clientelares.

Pero la gran diferencia con sus 8 años de gestión porteña es que el actual Presidente de la Nación tiene menor poder de seducción de opositores que cuando era Jefe de Gobierno porteño y dividía a las fuerzas no oficialistas

Pocas veces, como en la semana que pasó, el panperonismo dio señales de atomización. Desde el abroquelamiento de sindicatos antimacristas, y kirchneristas con colectivos sociales, a espaldas de la “rama” política; pasando por la ruptura del massismo y la partición entre los gobernadores y entre las bancas panperonistas de la Cámara baja, a la hora de votar el Presupuesto 2019, división que se profundizaría en la Cámara alta. En ese sentido, la capacidad de “fragmentación” que tiene la Casa Rosada, parece igual de potente que en 2017, antes de las elecciones Legislativas.

Pero mientras el panperonismo fagocita sus chances electorales en cada acto de atomización que protagonizan, “Cambiemos” también desnudó una interna cada vez más importante, dado que ya no es un choque de Elisa Carrió con la Casa Rosada o las típicas protestas de los radicales; ahora, es María Eugenia Vidal la víctima de las internas palaciegas macristas, a tal punto, que la posibilidad de una candidatura presidencial, opción que siempre se mantuvo en el freezer para no afectar la imagen presidencial, ahora ganan la luz pública y obligaron a bajarle intensidad, para no profundizar la debilidad política que hoy muestra la Administración de Mauricio Macri.

Lo cierto es que, en Mar del Plata, durante el 54to. Coloquio de IDEA, la posibilidad de una candidatura presidencial de María Eugenia Vidal, como opción ante los resultados pésimos que recogen las encuestas sobre la imagen e intención de voto de Mauricio Macri; sobrevoló los comentarios off the record de los miembros del “Círculo Rojo”; todo esto pese a que desde La Plata bajan los decibeles del tema, con suma preocupación.

En La Plata creen que no fue casual que la Casa Rosada dejara que el grueso del peso del ajuste que deben enfrentar las provincias recaiga sobre el Gobierno de María Eugenia Vidal. Como el caso de los Aportantes Truchos, en ambos temas ven la mano del Jefe de Gabinete, Marcos Peña, como una forma contener y desgastar a la Gobernadora bonaerense.

Una movida que no faltan quienes insistan que contó con el “guiño” de Horacio Rodríguez Larreta, que tiene funcionando, a pleno, su propio plan para ser el reemplazo de Mauricio Macri, si es que éste no se presentara a la reelección; un plan que cuenta con la idea de colocar a Elisa Carrió como VicePresidente pese a que lo nieguen.

Ya no es un secreto: Una parte cada vez más importante de “Cambiemos” cree que Mauricio Macri no va a poder ganar un balotaje ante Cristina Fernández de Kirchner si continúa sin un Plan Económico, sin un ministro de Economía y sin un giro de 180 grados en la comunicación. Saben que quien frena estos cambios es, Marcos Peña, por eso el “antipeñismo” crece. Sin embargo, en el fondo, todos reconocen que por más poder que tenga el Jefe de Gabinete, es el Presidente de la Nación quien no reconoce que se debe cambiar para lograr un potencial triunfo en 2019.

Luego de 36 meses en el poder, queda claro que el problema del Gobierno de Mauricio Macri no es sólo político, no es sólo económico, no sólo es comunicacional. El mayor problema del Gobierno de Mauricio Macri es Mauricio Macri, quien se ha empecinado en mantener un esquema organizacional y un modelo económico que no funciona. Es terrible que para un hombre del fútbol, tal como se considera el Presidente de la Nación, no entienda que entrenador que no gana, debe ser cambiado; y que equipo que no funciona, debe ser modificado.

Mauricio Macri se conforma con haber logrado que se aprobara el Presupuesto 2019 en la Cámara de Diputados, pese a que, en el camino, él le terminó por asegurar los fondos para la reelección a cada Gobernador que prestó algún voto. Tal como ocurre con el 2do. Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que se celebra el ingreso de fondos frescos, sin pensar en la reactivación de la producción y el consumo, en bajar la inflación o la tasa de interés; o en revertir los índices de pobreza; como tampoco se contempla la sustentabilidad de la propia deuda externa.

Mauricio Macri ha gobernado constantemente pensando en el corto plazo. Ahora, piensa en el cortísimo plazo. Él gobernó 2 años para conseguir el triunfo electoral de 2017. Ahora, él gobierna para ganar en 2019. Los costos no importaron, se consideran necesarios para evitar que el peronismo, en cualquiera de sus formas, vuelva al poder. Por eso vale la pena asegurar la reelección de un grupo de Gobernadores peronistas, para que sigan siendo el ariete que intente reemplazar a CFK en el la cruda interna entre las fuerzas y agrupaciones panperonistas.

Puede soñar exagerado, pero cierto mesianismo se escucha de algunos funcionarios cercanos a Mauricio Macri. Sin embargo, en la Casa Rosada no entienden que si siguen por este camino, muy en el fondo, van a ser otro gobierno en transición entre dos peronismos, tal como lo fue Fernando de la Rúa, aunque esta vez no termine con un helicóptero.

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