COPA LIBERTADORES

Para no contradecir a Macri, Angelici-D’Onofrio ofrecerían jugar sin visitantes

La polémica por el público visitante o no en las dos finales de la Copa Libertadores de América 2018 que animarán Boca y River se transformó en una comedia “patética” y “lamentable” entre el presidente de la nación Mauricio Macri y la ministra de seguridad, Patricia Bullrich. Cabe recordar que el presidente anunció en la mañana del viernes 02/11 que habría hinchas visitantes los sábados 10 y 24 de noviembre próximos, pero dio marcha atrás. Después de una serie de reclamos y críticas -por la decisión de que 4 mil hinchas de River estén en La Bombonera y la misma cantidad de Xeneizes lo hagan 2 semanas después en el Monumental-, el Gobierno puso un manto de duda y serían los clubes los que decidirán. Sin embargo, Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio resisten la idea de Mauricio Macri de habilitar el ingreso de hinchas visitantes. Este lunes (05/11) Angelici y D’Onofrio mantendrán una reunión cara a cara con Macri, pero ya tienen una decisión tomada: no habrá millonarios en la Bombonera, ni xeneizes en el Monumental. Y se lo manifestarán al Gobierno a través de una carta.

Boca Juniors y River Plate protagonizarán una final “inédita” e “histórica” de la Copa Libertadores de América 2018 los sábados 10 y 24 de noviembre próximos. Sin embargo, este trascendental partido desató la polémica por la inclusión o no del público visitante. Lo cierto es que esta discusión transformó en una comedia “patética” y “lamentable” entre el presidente de la nación Mauricio Macri y la ministra de seguridad, Patricia Bullrich.

Cabe recordar que el presidente anunció en la mañana del viernes 02/11 que habría hinchas visitantes los sábados 10 y 24 de noviembre próximos, pero dio marcha atrás.  Este lunes (05/11) mantendrán una reunión cara a cara, pero ya tienen una decisión tomada: no habrá millonarios en la Bombonera, ni xeneizes en el Monumental. Y se lo manifestarán al Gobierno a través de una carta.

Después de una serie de reclamos y críticas -por la decisión de que 4 mil hinchas de River estén en La Bombonera y la misma cantidad de Xeneizes lo hagan 2 semanas después en el Monumental-, el Gobierno puso un manto de duda y serán los clubes los que decidan. En principio, ni River ni Boca quieren visitantes. Prefieren jugar solo con público local.   

Macri, ex presidente de Boca (condujo al club entre 1995 y 2007), comprometió a Bullrich y a su par porteño, Martín Ocampo, para que organicen el operativo y el partido que apasiona a los argentinos vuelva a tener hinchas de ambos clubes, algo que no se da desde hace más de un lustro.

“Mañana Ocampo y Bullrich van a anunciar cómo se va a organizar la primer final del 10 de noviembre, será algo histórico. Durante tres semanas vamos a estar hablando de este partido, va a ser una fiesta tremenda”, añadió el Presidente. 

Parecía todo encaminado, aunque las novedades en las últimas horas indican que no habrá simpatizantes de River en La Boca ni hinchas del Xeneize en el Monumental. Primero, porque el riesgo de incidentes es alto. Segundo, porque los clubes no quieren saber nada.   

Algunos recuerdan el caso de Matías Diarte, el hincha de San Martín de Tucumán que murió hace dos semanas, tras ser atacado por la barra de Boca en Formosa previo a un partido de Copa Argentina. Sin ir más lejos, el clásico entre Rosario Central y Newell's que se jugó el jueves 01/11 -sin visitantes- dejó un saldo de al menos 25 detenidos en las afueras del estadio de Arsenal de Sarandí. 

Por lo tanto, Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio resisten la idea de Mauricio Macri de habilitar el ingreso de hinchas visitantes a los superclásicos. El presidente se mandó solo sin consultarlos al anunciar por Twitter que habría visitantes, una modalidad prohibida en Argentina desde 2013 incluso para partidos intrascendentes.

Si bien fuentes de Seguridad aseguran que Patricia Bullrich y que “va ser más difícil entrar a la cancha que a la Casa Blanca”, los clubes no quieren saber nada con arriesgarse a episodios violentos en un match inédito en la historia del fútbol, según público el sitio La Política On Line.

“El fútbol lo ciega a Mauricio”, resumió un funcionario del PRO reprodujo La Política On Line. En tanto que en el ímpetu de Bullrich, que dijo que “el que no arriesga no gana”, algunos creen que quiere usar este evento como un trampolín para la vicepresidencia.

Angelici, que pertenece al PRO, se enteró de la idea de Macri por los medios: “Lo peor es que tengo que cerrar el orto”, deslizó el Tano ante sus colaboradores. Y le pidió a la ministra que se haga cargo de decirle a la barrabrava que van a ser entradas nominadas, publicó La Política On Line. 

Es por eso que el presidente de Boca buscó enseguida acercar posiciones con el titular de River, que está de acuerdo en rechazar la idea de Macri y ya se abrió de la responsabilidad al pedir que Macri se haga cargo del tema.

“El costo es puro de Macri, se puso al frente sin dudar”, señalan a este medio en el PRO y aseguran que quiere demostrar que puede garantizar la seguridad unos días antes de la realización del G20. “Si no puede con un partido de fútbol, el G20 le va a quedar enorme”, sintetizan. 

Precisamente los presidentes del Xeneize, y del Millonario, dieron prácticamente por descartada la posibilidad de que las finales se disputen con ambas parcialidades.

“El lunes nos reunimos con D´Onofrio, pero es muy probable que decidamos jugar sin público visitante y haciéndonos responsables de la decisión que tomemos”, aseguró Angelici, en declaraciones que recoge ámbito.com,  y agregó que “queremos analizar el fin de semana, ver cuáles son los pro y cuáles son las contras, y ahí tomar de forma la decisión en conjunto. El Gobierno nos garantiza la seguridad, pero nosotros tenemos que evaluar la capacidad del sector visitante y otros asuntos”.

En ese sentido, el máximo dirigente del club de la Ribera explicó: “Por contrato, el club que llega a la final debe darle 700 plateas a Conmebol y también a los sponsors. Si perdemos 4.000 entradas para los visitantes, más 1500 del pulmón, es dejar a 5.500 hinchas de Boca afuera. El lunes hablando con el presidente de River definiremos jugar con nuestro público”.

Por su parte, el máximo dirigente riverplatense remarcó que los clubes deben “reorganizarse para jugar con los visitantes", pero que eso "no se puede hacer de un día para el otro. Hay que analizarlo con tiempo. ¿Cómo puede ser que los rosarinos hayan jugado en Sarandí y sin gente?”.

“¿4000 personas? Es más para complicación, si en Boca te dan las dos bandejas y River cede la Centenario entera, ahí vuelven los visitantes. Pero si vos metés 4000 hinchas visitantes en la Centenario, están a metros de los del River. No lo podés hacer así nomás”,  concluyó D'Onofrio.    

Antes del partido de este sábado (03/11) ante Estudiantes, D'Onofrio habló del tema. Y se descargó: “Los clubes tenemos que reorganizarnos para jugar con los visitantes, pero esto no se puede hacer de un día para el otro”. En las tribunas del Centenario hubo unos 6mil hinchas de River y desde el centro de la hinchada se entonó el conocido hit del verano con insultos para el Presidente de la Nación, Mauricio Macri. El tema se sintetizó y se reconoce con la sigla MMLPQTP. 

Y agregó: “Un día nos levantamos y nos enteramos que jugamos tal día y con visitantes... Nosotros hablamos con Conmebol y les dijimos que después del 15 noviembre no se puede jugar a la tarde porque el calor te mata. Después, saltó lo de la comunidad judía”.

Las quejas de la colectividad golpean a River y a Boca. Por el Cabalat Shabat, les piden a los dirigentes que cambien el horario para después de las 20 o lo pasen para el domingo, según publicó el Diario Clarín. 

“Fue una jugada política. Macri se quiso congraciar con la gente y el costo lo tendrán que pagar los clubes”, reprodujo el Diario Clarín.

“Acá nadie quiere imponer nada. Nosotros le garantizamos la seguridad. Después, es una decisión de cada club. Lo que estamos discutiendo no es por seguridad, es por capacidad de los estadios”, en declaraciones que reprodujo ese diario.

Y aunque cerca de Macri estimaron que nunca cambió su discurso, el viernes por la mañana dijo que la decisión era afrontar el Superclásico con visitantes y esa misma tarde les pasó la pelota a Boca y a River.

Varios de sus asesores le aconsejaron que más allá de sus ganas de mostrar que es posible organizar un partido de esta magnitud con dos hinchadas, no era el mejor momento para encabezar el “cambio cultural” que proponía la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. 

Sin ir más lejos, en el peaje de Hudson hubo una guerra de piedrazos entre los hinchas de River que viajaban a Quilmes y un grupo identificado con camisetas de Boca de la villa aledaña.

Ni los clubes ni el Ministerio de Seguridad de la Ciudad, representado por Martín Ocampo, estaban de acuerdo con la movilización de hinchas para estas finales. Y aunque en las últimas horas intentaron armar una logística para complacer al Presidente, Macri también entendió que podrían facturarle algún incidente grave.

Boca conquistó seis veces la Libertadores y avanzó a la final luego de eliminar al Palmeiras de Brasil, mientras que River se coronó en tres ocasiones y llegó al partido decisivo tras dejar en el camino a Gremio de Porto Alegre.

La Conmebol informó que las finales de la Libertadores 2018 se disputarán los sábados 10 (ida en La Boca) y 24 de noviembre, ambas desde las 16. 

En tanto, la última vez que una Libertadores se definió de día (por lo general las finales son nocturnas) fue en 1987 cuando Peñarol de Montevideo se coronó campeón en Santiago, Chile, tras imponerse en la final sobre América de Cali con el gol de Diego Aguirre en el minuto 120 del tiempo suplementario que decretó el 1-0.

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