REGRESANDO AL COMIENZO

Navidad, la fiesta más pagana del cristianismo

La iglesia cristiana de sus comienzos no celebraba ni el domingo ni el nacimiento de Jesús de Nazareth, el Cristo. Guardaba el sábado porque era su adoración semanal a Dios y la resurrección, más que la crucifixión, porque ellos estaban predicando el Evangelio de un Dios vivo y que vendría a buscarlos. Esta Navidad occidental tiene poco de cristiana y, entonces, hay que buscarles otros valores, probablemente de reencuentro individual y familiar, para encontrarle una finalidad mayor que el regodeo gastronómico.

Saturno era el dios de la agricultura y la cosecha (principal sustento y actividad económica de los pueblos).

Y los días 17 al 23 de diciembre eran los más cortos del año, considerándose el 25 de diciembre el del nacimiento del nuevo sol.

El festival del solsticio de invierno convocaba al dios del sol para que volviese y las cosechas siguiesen creciendo.

En la mitología romana, Saturno era el equivalente del antiguo titán griego Crono, hijo de Urano y Gea, que gobernaba el mundo de los dioses y los hombres devorando a sus hijos en cuanto nacían para que no lo destronaran. Zeus o Júpiter, uno de ellos, consiguió esquivar este destino y derrocó a su padre para convertirse en el dios supremo.

En el relato oficial, la fiesta de la Saturnalia fue creada por Jano, el dios de 2 cabezas, que había recogido a Saturno cuando fue derrocado por su hijo Júpiter o Zeus.

Esta fiesta consistía en representar la igualdad que reinaba originalmente entre los hombres. Por eso en aquel día, los esclavos no eran esclavos.

Originalmente sólo duraba 1 día, pero el emperador Augusto pidió que se celebraran durante 3 días, a los cuales más tarde Calígula añadió un 4to.

Los tribunales y las escuelas cerraban, no estaba permitida la guerra ni la ejecución de criminales, ni ejercer otro arte más que el de la cocina, se enviaban regalos y se daban suntuosas comidas.

Los esclavos podían criticar los defectos de sus amos, jugar contra ellos y éstos les servían en la mesa, sin importar los platos que se rompieran.

La fiesta incluía un sacrificio en el Templo de Saturno, en el Foro Romano (lectisternium) al grito multitudinario de "Io, Saturnalia", y un banquete público, seguido por el intercambio de regalos y ambiente de carnaval.

Todos los habitantes de la ciudad dejaban de trabajar: la población acudía en masa al monte Aventino, para disfrutar del aire campestre.

El poeta Cátulo la llamó "el mejor de los días".

La Saturnalia fue introducida alrededor del 217 a.C. para elevar la moral de los ciudadanos después de la derrota militar sufrida ante los cartagineses en el lago Trasimeno.

Recuerda Wikipedia que la propuesta de la fiesta entusiasmó al pueblo. A finales del siglo I d.C., las vacaciones judiciales se prolongaron a 5 días.

En otras civilizaciones y culturas, también existía la adoración del fuego y del sol. En Egipto, Vulcano. En Grecia, Crono o Cronos. En Babilonia, Tamuz (o Nimrod cuando resucita en su hijo). Para los druidas y filisteos o fenicios, Moloc o Baal.

El 25 de diciembre también se celebraba el nacimiento de Mitra, el dios persa del Sol, que se incorporó al panteón del imperio romano tardío, cuando las tropas comenzaron a abundar en mercenarios persas.

La minoría cristiana que existía en aquella época se oponían a estas celebraciones descontroladas.

Más adelante en el tiempo, ocurrió la fusión de algunos obispados cristianos (no todos pero sí el de Roma, para comenzar) con el Estado. Y el emperador Justiniano intentó fusionar ritos y costumbres.

¿Cómo darle a la gran fiesta pagana de diciembre un enfoque cristiano? Así se reinterpretó la historia del nacimiento de Jesús, se modificaron fechas y se organizó un 'relato'.

Esto fue consolidado en los siglos III y IV. Resultó clave la moción del papa Julio I en 350 para establecer la Navidad el 25 de diciembre. Y esto fue decretado 4 años después por el papa Liberio.

Para entonces, la Navidad había adquirido otras costumbres germánicas y celtas como el tronco navideño, los abetos y la comida.

La Navidad devino en fiesta cívica aunque en la Edad Media recuperó la idea romana original de fiesta popular, con juerga de la mañana a la noche.

Según el relato bíblico, no es posible que Cristo naciera en diciembre. Un motivo fundamental es el relato de Lucas 2:8: había pastores en el campo, y esto no sucede en invierno. Diciembre es invierno en Israel/Palestina.

En el Evangelio según Lucas se afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abdías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y Jesús nació aproximadamente 6 meses después de Juan.

Si se considera que en el Antiguo Testamento, en Crónicas​ se indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdías le correspondía el octavo turno, contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del 3er. mes del calendario lunar hebreo).

Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los manuscritos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía 2 veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío).

Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, y si los embarazos de Isabel, madre de Juan el Bautista, y de María fueron normales -9 meses-, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre.

Esta fecha sería compatible con el relato de que la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, algo que nunca habría ocurrido en diciembre.

Además, debe tomarse en cuenta el censo ordenado por el emperador romano al tiempo del nacimiento. El pueblo judío, proclive a la rebelión, dificilmente hubiera sido enviado a los caminos, a viajar a las localidades de origen para el censo, en diciembre, tiempo de frío.

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos (la palabra "mago" proviene del persa "ma-gu-u-sha", que significa sacerdote. O sea que eran estudiosos de profecías en una cultura en la que el estudio de los astros tenía una simbología religiosa), que seguían una estrella, y dijeron: "¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?…".

Es muy importante -de acuerdo al relato cristiano no reinterpretado por las tradiciones y otras vanidades- que finalmente los magos viajaron hasta Belén, hallaron a Jesús recién nacido y lo adoraron como Dios. Ese fue el motivo del oro (reconociendo su naturaleza real), incienso (representa su naturaleza divina) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, que representaba el sufrimiento y muerte futura de Jesús. Porque el motivo del nacimiento era cumplir con una profecía y un plan de redención del pecado que Satanás había introducido en el Universo).

Pobablemente los 3 elementos derivaron en la idea que eran 3 magos pero no hay relato histórico al respecto.

Es difícil aceptar que los cristianos nunca se esforzaron por instalar la celebración de la verdadera fecha del natalicio de Jesús. Le agregaron lo de Papá Noel y hasta su color rojo Coca-Cola. 

En definitiva, la Navidad pasa a ser un evento muy individual, cada uno le da la interpretación que desea. Sin duda lo mejor sería estar en paz. Y no es poco. El Evangelio, según dijo el Dios hecho hombre cuyo nacimiento se conmemora, consiste en amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

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