DEFINICIONES INDEFINIDAS

Bolsonaro define su reforma jubilatoria y piensa en una base de USA

En la 1ra. entrevista desde que tomó posesión, Jair Bolsonaro dijo por el canal SBT en la noche del jueves (03/01), que va a proponer una edad mínima para jubilación de 62 años para hombres y 57 para mujeres. Las reglas deben ser incluidas en una propuesta de enmienda a la Constitución que envió Michel Temer al Congreso. Retomándola, Bolsonaro se ahorra 6 meses de debate. De todos modos, aparece que hay cuestiones todavía por definir para alcanzar la cantidad de votos necesarios. Por otro lado, Bolsonaro deslizó que Brasil podría albergar una base militar estadounidense. En cualquier caso, en marzo él visitará al presidente estadounidense, Donald Trump. Y ratificó que la embajada de Brasil en Israel será mudada a Jerusalén, dejando en claro que es un compromiso con las iglesias pentecostales que han respaldado, y financiado, su proyecto político.

 

"La buena reforma es la que se concreta.
No la que está en mi cabeza o en la cabeza del equipo económico",
Jair Bolsonaro.

 

El presidente Jair Bolsonaro concedió una entrevista al canal de televisión SBT, y dijo que pretende establecer una edad mínima para jubilación de 62 años para hombres y de 57 años para mujeres, con un período de transición.

Su idea es aprovechar la propuesta que ya está en la Cámara de Diputados, enviada por el anterior presidente Michel Temer en noviembre de 2016. El texto ya fue aprobado por las comisiones y está listo para ser votado en el plenario, lo que acelera el trámite en al menos 6 meses.

"Lo que pretendemos hacer es una reforma de la Seguridad Social con un horizonte hasta el final de 2022. Consiste en aumentar a 62 (años) para hombres y 57 (años), para mujeres. Pero no lo haremos todo a la vez. Una parte a partir de la promulgación y otra, a partir de 2022", explicó Bolsonaro.

Aunque Bolsonaro ha dicho que "todo el mundo va a tener que ceder un poquito" y que el núcleo del problema está en los empleados públicos, el Presidente no dejó claro si el corte de edad será propuesto sólo para quien trabaja en la iniciativa privada y, por lo tanto, contribuye al Instituto Nacional de Seguro Social (INSS), o también para los funcionarios públicos, que participa de los regímenes propios de Previsión Social (RPPS). El jefe del Ejecutivo afirmó que, en el 2do. grupo, "eso puede variar".

Actualmente, la legislación sobre empleados públicos permite que se jubilen hombres a partir de 60 años y mujeres con 55 años o más. Los trabajadores de la actividad privada pueden jubilarse a cualquier edad, siempre que cumplen 35 años (hombres) o 30 años (mujeres) de contribución. También tienen la posibilidad de jubilarse a los 65 años (hombres) y 60 años (mujeres), con al menos 15 años de pagos al INSS.

La versión actual de la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) 287/2016 establece que la edad mínima llegaría gradualmente hasta 65 años para hombres y 62 años, para mujeres. Los cambios que el equipo económico considere necesarios serán hechos por llamada "enmienda aglutinativa" antes de la votación del proyecto.

El Presidente afirmó que debe haber diferenciarse la edad de acuerdo con las profesiones, debido a las peculiaridades en la expectativa de vida de la población.

"65 años es un poco fuerte para algunas profesiones. Hay que tener en cuenta esto. Habrá diferencias para facilitar la aprobación y para no hacer injusticia", aseguró.

En la entrevista, Bolsonaro también dijo que no pretende aumentar la alícuota previsional de los empleados públicos y que no está de acuerdo con el alza del aporte, realizada por algunos estados, del 11% al 14%. "Usted ya tiene alícuota de IR (Impuesto de Renta) altísima, que no es corregida año tras año. Me parece injusta esa cuestión: el 11% es suficiente, más el 27,5% del IR", dijo Bolsonaro.

El Presidente dijo también que puede enviar al Congreso, "si hay clima", un proyecto de ley que termina con la Justicia del Trabajo. "Todo mundo tiene que ser juzgado por la Justicia común, no tiene motivo para tener una diferenciación, vamos a estudiar eso y, si hay clima, vamos a enviar un proyecto en este sentido también", dijo.

La transición

La regla de transición aún no ha sido divulgada. El equipo ha discutido la adopción de una suerte de peaje, aún indefinido, sobre el tiempo que falta para la jubilación.

El texto inicial establecía el 50% de peaje: una persona que todavía necesitaba 10 años para jubilarse por las reglas actuales tendría que trabajar otros 5 años, totalizando 15 años. Sin embargo ese concepto tuvo que cambiar varias veces durante la tramitación del proyecto de ley en la Comisión Especial, por haber sido considerado muy duro. Lo más probable, esta vez, es que no sobrepase el 30%, explicaron Alessandra Azevedo y Paulo Silva Pinto, en el diario Correio Braziliense.

Ellos también destacaron que se ha discutido un intento de desvincular del salario mínimo el Beneficio de Prestación Continuada (BPC), pagado a ancianos y discapacitados de baja renta, y limitar la acumulación de pensiones por muerte.

El temor también había sugerido estos cambios en el texto original, pero el legislador ponente del proyecto, el diputado Arthur Maia (DEM-Bahia), tuvo que hacer cambios por la presión de los diputados. Buena parte de la propaganda negativa de la reforma de la Previdencia se originó en esas propuestas. En el caso del BPC, por afectar directamente a las personas que ganan hasta 25% de salario mínimo al mes. El recorte en la pensión fue atacado, principalmente, por empleados públicos.

El desafío político del gobierno es conquistar los votos necesarios para aprobar la PEC: 308 diputados en la Cámara y 49 en el Senado. Temer se quedó más de 1 año buscando ese apoyo, sin éxito.

El ministro jefe de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, responsable de la articulación política del gobierno, no fue preciso al respecto: "Sólo una palabra sobre la jubilación: nosotros vamos a hablar sobre el tema en una rueda de prensa tras la primera reunión ministerial de Bolsonaro. El ministro jefe de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, responsable de la articulación política del gobierno, a cargo de la reforma. Próxima pregunta".

Base militar

En la entrevista con SBT, el presidente Bolsonaro admitió el jueves (03/01) estar abierto a discutir la posibilidad de instalar una base militar estadounidense en Brasil.

"La cuestión física puede ser hasta simbólica", dijo. "Y el poderío de las Fuerzas Armadas estadounidenses, chinas y soviéticas alcanza el mundo entero, en forma independiente de una base. Sin embargo, de acuerdo con lo que pueda suceder en el mundo, quien sabe usted si no tiene que discutir esa cuestión en el futuro", afirmó Bolsonaro.

Bolsonaro también afirmó que debe visitar al presidente estadounidense, Donald Trump, en marzo. "Al principio, eso está pre-acordado", dijo el Presidente brasileño, al citar un encuentro que tuvo con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.

"Yo reconozco mi posición, sabemos que el presidente Donald Trump es el hombre más poderoso del mundo, me gustaría mucho que nos visite", afirmó.

Embajada

En la entrevista, Bolsonaro volvió a hablar sobre la propuesta de trasladar la embajada brasileña en Israel, desde Tel Aviv a Jerusalén, decisión que causó reacción negativa en los países árabes.

El Presidente reconoció que algunos países "más radicales pueden tomar alguna sanción económica", pero dijo que la situación es un reconocimiento de la autonomía israelí en determinar dónde debe ser su capital.

En verdad, Bolsonaro demuestra una gran ignorancia sobre el tema: no es una cuestión política sino religiosa, y en el mundo árabe muchas veces lo religioso condiciona a lo política, más que lo político a lo religioso.

"No voy a dejar de reconocer la autoridad de Israel, quien va a decidir dónde va a ser la capital de Israel es su gobierno y su pueblo, y punto final. Imagínese si no tuviéramos vínculos comerciales y diplomáticos con Israel, ¿donde yo pondría la embajada en Israel? En Tel Aviv o Jerusalén, ¿qué diferencia si decidimos trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén? En mi opinión, ningún problema", dijo.

Bolsonaro reafirmó que la decisión sobre este asunto ya está tomada. "Como dijo el primer ministro israelí (Benjamin Netanyahu): la decisión está tomada, falta definir cuándo se aplicará".

Según él, la decisión de la transferencia no salió de su cabeza. "Gran parte de los evangélicos es favorable al cambio, así que estamos atendiendo a los anhelos de gran parte de la población", afirmó.

Bolsonaro dijo que pretende estrechar los vínculos comerciales con Israel: "Quiero ser más que amigo, pretendo ser su hermano (Netanyahu)."

Bolsonaro dijo no temer represalias a gran escala de naciones de Oriente Medio: "Gran parte del mundo árabe está alineado con Estados Unidos, esta cuestión ya está resuelta, y quien se manifestó de forma más pesada fue Irán", dijo.

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