FONDO 'BUITRE'

Aurelius vuelve por más (pero el temor es el 'efecto dominó')

El fondo de inversión presentó una demanda en los tribunales de Manhattan por la presunta mal ejecución de intereses del cupón PBI del año 2013. Reclama US$83 millones. Se trata de uno de las firmas que acordó con el gobierno de Macri el pago de sus bonos en default. El mayor riesgo para la Argentina sería una reacción en cadena de otros inversores, lo que podría disparar la cuenta hasta unos US$1.800 millones.

Aurelius Capital Management, uno de los principales fondos de inversión que acordó en el litigio con la Argentina por los bonos en default en 2016, demandó ahora en Manhattan al país por más de US$83,7 millones ante la falta de pago por bonos atados a la evolución del PBI.

Según indicó la agencia de noticias Bloomberg, esta cifra responde a que la Argentina debe dinero porque el PBI real actual y la tasa de crecimiento real en 2013 excedieron el “escenario base” establecido en los valores, emitidos en 2005 y 2010.

Aurelius afirma en la demanda que presentó el lunes que la Argentina no calculó correctamente cuándo se activaron los pagos, lo que resultó en un default en 2014 de US$61 millones en pagos. Con intereses, este monto asciende a US$83,7 millones.

“Consideramos que el litigio es el último recurso para resolver disputas”, dijo un representante de Aurelius a la agencia de noticias financieras. “Antes de presentar la demanda de hoy, pasamos seis semanas presentando propuestas al secretario de Hacienda de Argentina, intentando así abarcar nuestro reclamo por consenso. Lamentablemente, nuestras propuestas fueron ignoradas”, dijo. 

"Parte de la reestructuración de bonos argentinos incluyó bonos atados al crecimiento del PBI. Son varios y son muy buscados. Cuando la Argentina crece por encima del 3,2% aproximadamente, en diciembre del año siguiente debe pagar intereses por esos bonos", explicó el analista financiero Sebastián Maril, de la consultora Research for Traders.

Según su estimación, esos intereses rondan los US$8.000 millones por todos los bonos que están en circulación, pero la Argentina puso un límite de 40% sobre el total de ese valor.

La demanda se origina por un cambio en la base de cálculo del PBI que se realizó en 2014, cuando la Argentina debía pagar unos US$3.500 millones en intereses, durante el gobierno de Cristina Fernández. "No hubo juicios. Pero la Argentina no volvió a crecer nunca más ni volvió a pagar el cupón. Los bonos siguen cotizando pero no pagan cupón. Por eso, tarde o temprano, se esperaba que hubiera juicios en puerta", agregó Maril, de acuerdo a infobae.com.

Las garantías en dólares emitidas en 2005 se negociaron un 1 por ciento más este lunes, a US$4,4 por dólar, el precio más alto desde el 24/09 último.

De acuerdo a Bloomberg, la demanda de Aulerius "está muy lejos de la amenaza que enfrentó la Argentina, luego de defaultear deuda soberana por US$95.000 millones en 2001, pero la cuenta podría aumentar si la queja tiene éxito y otros se suman”.

Vale recordar que durante 2005 y 2010, el país ofreció cambiar parte de la deuda en default por los cupones atados al PBI, que pagarían dividendos cuando el país anotara un crecimiento del 3% anual. En esta operación, el gobierno llegó a acordar con el 92% de los acreedores. Entre 2005 y 2011, los tenedores de deuda recibieron pagos en todos los años, con la excepción del 2009. Lo que sostiene Aurelius en su demanda actual es que el país falló en calcular adecuadamente cuando se generaron los pagos, por lo que entonces la cifra ascendería a la que se reclama en los tribunales de USA, incluyendo intereses.

En ese sentido, la agencia de noticias aclaró que la nueva demanda es únicamente una disputa por el cálculo del pago y que el gobierno argentino no está enfrentando un riesgo inmediato a partir de esa presentación judicial. Alejo Costa, de BTG Pactual, estimó -no obstante- que si la demanda llegara a tener éxito, y otros tenedores de deuda se sumaran siguiendo el ejemplo de Aurelius, el costo podría crecer hasta US$1.800 millones, aproximadamente.

El pero escenario para la Argentina sería el de una reacción en cadena, un efecto dominó.

El conflicto surgió por un cambio que se realizó durante el gobierno de Cristina Fernández, cuando en marzo del 2014 se alteró el año base para el PBI desde 1993 hasta el 2004, reduciendo el crecimiento en 2013 y evitando el pago del cupón.

En su demanda, Aurelius manifiesta que debería haber cobrado el pago en 2013, de acuerdo con la información del índice que hasta ese momento se usaba para medir el crecimiento argentino. En 2016 hubo cierta preocupación debido a que el oficialismo volvió a considerar cambiar el año base del PBI para calcular los pagos, algo que hubiera afectado al valor de estos títulos.

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