UNIVERSIDAD DE BERNA

Según un estudio, podríamos aprender idiomas mientras estamos dormidos

Sería un sueño para muchos: Aprovechar el tiempo mientras dormimos para aprender nuevas lenguas. Según un estudio de la Universidad de Berna, se pueden aprender palabras en otro idioma si las escuchamos en estado de inconsciencia. Aún hay algunas dificultades para perfeccionar el método, pero este estudio es un primer paso importante para desarrollar el aprendizaje mientras dormimos.

La historia del aprendizaje de contenidos mientras dormimos tiene varios años. En 1927, Alois Benjamin Saliger, un empresario checo, empezó a vender un aparato. Se basaba en la idea de que cuando dormimos caemos en una especie de estado hipnótico. De esta manera, creó un dispositivo que repetía frases motivantes mientras las personas dormían y, aparentemente, estas se despertaban con mucha motivación. Sin embargo, se dijo que fue un fraude, ya que el sueño nada tiene que ver con la hipnosis.

Sin embargo, estudios posteriores comprobaron que puede haber una relación entre el sueño y el aprendizaje. En 2007, Björn Rasch realizó un experimento en el que observó que determinados olores podían reforzar durante el sueño lo aprendido mientras se estaba despierto. Los participantes en el trabajo tenían que recordar la localización de varios objetos en una red y al hacerlo se les exponía a un aroma de rosas. Después, estos mismos voluntarios dormían en el laboratorio y cuando alcanzaban el estado más profundo del sueño, el de ondas lentas, volvían a recibir el olor a rosas. Cuando despertaban, recordaban mucho mejor el lugar en el que se encontraban los objetos dentro de la red que si no recibían el tratamiento olfativo durante el sueño.

La novedad la lanzaron un grupo de investigadores de la Universidad de Berna. Según este estudio, a través del sueño se pueden introducir nuevas enseñanzas. Lo que sucede mientras dormimos es que las células del cerebro comienzan a coordinar su funcionamiento y en un baile sincronizado alternan estados activos con inactivos cada medio segundo.

En el experimento, los investigadores hacían escuchar a los voluntarios dos palabras, una primera de un idioma inventado y después su traducción al alemán. Si las mismas se escuchan en el estado de actividad, las asociaciones entre las mismas quedaban impregnadas en el cerebro y, al despertar, los que las habían escuchado podían relacionarlas. "Estas estructuras parecen intervenir en la formación de memoria independientemente del estado de consciencia”, comenta Marc Züst, investigador de la Universidad de Berna y uno de los autores del estudio.

"Si un primer golpe de aprendizaje inconsciente durante el sueño es beneficioso para el aprendizaje consciente posterior, este tipo de aprendizaje podría tener alguna aplicación para personas con dificultades de aprendizaje o déficit de atención que tienen problemas centrándose en el aprendizaje explícito o para personas muy ancianas”, explica el científico.

Las dificultades, según los especialistas, son que "necesitas un registro de actividad eléctrica del cerebro para saber cuándo tienes que lanzar tu palabra o tu estímulo” y al mismo tiempo, “lanzar estímulos basados en esa actividad cerebral durante el sueño de onda lenta”.

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