FUE AMENAZADA

Macarena Sánchez, la abanderada de un reclamo: Fútbol profesional femenino

La amenazaron de muerte, la criticaron diciéndole que buscaba fama, pero medios de todo el mundo cuentan su historia. Jugadora de fútbol (delantera), santafesina y estudiante de Trabajo Social. Se define a sí misma como feminista en su cuenta de Twitter, y por eso lucha por la igualdad entre los hombres y las mujeres en el ámbito del fútbol profesional. Su caso se volvió viral luego de que el club en el que juraba la desvinculó, por lo que ella decidió llevar adelante acciones legales.

Comenzó a jugar a los 5 años en su ciudad natal, Santa Fe. En 2006 fue parte del equipo de Fútbol Femenino de la Universidad Nacional del Litoral, luego tuvo un paso por el Club Atlético Colón de Santa Fe y por Logia Fútbol Club en la liga santafesina de fútbol y recién en el 2012 fue cuando comenzó a participar de la Primera División Femenina formando parte del Club Deportivo UAI Urquiza.

Con 27 años, Macarena Sánchez se puso al hombro una causa que involucra a muchas mujeres deportistas del país. Lleva ganados cuatro campeonatos y una medalla de bronce en la Copa Libertadores Femenina de 2015 con la UAI Urquiza. Hasta enero, jugó en este club, pero la desvincularon.

Fue a través de las redes sociales que ella misma difundió su desvinculación del club. El 5/1, el entrenador Germán Portanova la llamó para informarle que estaba afuera. Esa decisión le impedía también jugar en otro club hasta el próximo semestre, una vez finalizado el actual torneo de Primera División, cuando pueda firmar una ficha de inscripción con otro equipo.

 

Trece días después del llamado, la jugadora, junto a sus abogadas, presentó una intimación extrajudicial para exigirles a la UAI Urquiza que se "regularice la relación laboral" y a la AFA que se "reconozca la relación laboral profesional entre la entidad deportiva y la jugadora".

 

 

El problema es que, en Argentina, es fútbol femenino es amateur. Es decir que las jugadoras no firman contratos con sus clubes (como sucede en el masculino), sino fichas de inscripción.

El de la UAI, uno de los clubes más importantes en lo que se refiere al fútbol femenino, "atrae" jugadoras a través de ofertas de trabajo, una beca en la universidad o una casa. En el caso de Macarena, ella cobraba 400 pesos por mes en concepto de viáticos y el club le facilitó un trabajo como administrativa en una empresa.

"Estoy hace siete años en el club y no me lo esperaba a la mitad de un torneo, menos que me lo informaran así, estando de vacaciones, por teléfono. Ellos saben que del fútbol depende toda tu vida. Así que estas semanas las viví un poco angustiada y un poco metiendo la cabeza en esto, pensando en hacer algo no solo para mí sino para todas. Así que no tuve mucho tiempo como para ponerme mal", dijo la jugadora a Clarín.

Ahora, alza la bandera por un fútbol femenino profesional. "Vivo el fútbol de la mano con el feminismo", dijo también. "Me di cuenta de que fue la decisión correcta por más de que me pueda influir deportivamente o en mi carrera", agregó con respecto a la intimación.

A través de Twitter, Estudiantes de La Plata apoyó su causa. "Desde la Subsecretaría de Género y Diversidad y el Departamento de Fútbol Femenino, #EDLP apoya y acompaña a Macarena Sánchez en su lucha por el reconocimiento de sus derechos laborales como futbolista. El fútbol será feminista, disidente y profesional", publicó el club en la red social.

 

 

"Siento que si no lo hacemos ahora no va a surgir del lado de los dirigentes, lamentablemente", sostiene sobre la posibilidad de profesionalizar el fútbol femenino, "las chicas que ahora tienen 5 o 6 años, como tenía yo cuando empecé, en un futuro lo van a poder disfrutar y van a poder evitarse todo lo que pasamos nosotras".

La verdad es que las desigualdades entre el fútbol masculino y el femenino están a la vista. Belén Potassa, delantera de la Selección, publicó en su cuenta de Twitter que las jugadoras ganan 3.000 pesos por mes. "Hay chicas que ni cobran y algunas de otros clubes que pagan para jugar, porque les hacen pagar una cuota como si fuesen juveniles y están en la Primera División", explicó al respecto Sánchez.

 

 

El diario El País, de España, relata la situación de Ruth Bravo, una argentina que se fue a jugar a Europa. "En Argentina, los tres años que estuve en Boca tenía un viático que me daba el club más la obra social. Antes de eso jugaba en Estudiantes de La Plata, donde lamentablemente yo pagaba para jugar y eso que el club estaba en Primera", dijo la actual líder de la Segunda división española, "yo acá me dedico solo a estar bien y a entrenarme para estar cada vez mejor. Esto no significa que me estoy salvando la vida, pero sí que puedo disfrutar de jugar y dedicarme a seguir creciendo, cosa que en Argentina no pasa".

Por su lucha, Macarena Sánchez fue amenazada de muerte. A través de las redes sociales, le escribieron: "Maca, hay muchas personas enojadas por tus denuncias. Hay bastante dinero por tu cabeza... Vas a morir muy pronto". El mensaje estaba acompañado por una fotografía de un arma de fuego y sangre.

La joven compartió la amenaza a través de las redes sociales. "Hace 20 años que juego al fútbol. Siempre viví exclusión y discriminación. Desde que inicié la denuncia de público conocimiento no paro de recibir mensajes con insultos y agravios, pero todo tiene un límite", escribió.

 

 

Desde el Senado de la Nación la apoyaron hace pocos días, manifestando "su más enérgico repudio" a la desvinculación de la jugadora de 27 años del UAI Urquiiza. En el comunicado, la Cámara Alta denunció "las condiciones de informalidad y precariedad a las que fue sometida Sánchez".

Este martes (20/2) la joven estuvo reunida en el Instituto Patria con la expresidenta Cristina Kirchner. "Hace un rato recibí en el @inst_PATRIAar a @Macasanchezj, futbolista, feminista y valiente luchadora por sus derechos y los de sus compañeras. Hay que seguir peleando por la igualdad, en todos los lugares", escribió CFK en su cuenta de Twitter.

 

 

El reclamo por el fútbol femenino está invisibilizado, pero jóvenes como Macarena aprovechan las redes sociales para hacerlo llegar a los medios de comunicación masiva. El pasado fin de semana se desarrolló un episodio relacionado con el tema que, por lo insólito del mismo, llegó a los diarios.

Durante el partido entre Racing y River en el torneo de Primera del Fútbol Femenino, unas mujeres de la tribuna colgaron un cartel que decía "Fútbol Femenino Profesional". Por este motivo, la árbitra detuvo el juevo e hizo retirar el cartel que, en el entretiempo, fue confiscado por dos efectivos de la policía.

"¿Acaso el mensaje del cartel era agresivo, racista o xenófobo? ¿Quiénes les dan la orden a los árbitros para retirar un cartel? ¿Por qué la POLICÍA lo retiene?", se preguntó Macarena Sánchez en Twitter.

 

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