Cumbre Mundial Antitabaco: Conclusiones más allá de la Argentina sin voz ni voto

La Fundación InterAmericana del Corazón resumió a través de un comunicado, las principales conclusiones y recomendaciones que se están dando en el marco de la Cumbre Mundial Antitabaco. Esta reunión, que se está llevando a cabo en Ginebra, Suiza, pugna porque más países -entre ellos, la Argentina- se sumen al Convenio Marco para el Control del Tabaco. Hasta ahora, 121 naciones ratificaron su adhesión al convenio. La Argentina, por no haberlo hecho, participa de las sesiones pero sin voz ni voto.

Durante la 3ra. sesión de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco Antitabaco, se hizo hincapié en la importancia de que se continúe avanzando para reducir la producción y el consumo de tabaco. Resaltaron el éxito de las leyes que prohíben fumar en ámbitos públicos y laborales. Citaron como ejemplares los casos de Irlanda, Nueva Zelanda, Italia y Uruguay.

En Ginebra, Suiza, la ciudad adonde tiene su sede oficial la mayoría de los organismos internacionales, está llevándose desde hace cuatro días la "Conferencia de las Partes" para tratar la implementación del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT).

Éste es el primer tratado internacional para la lucha contra el cigarrillo y ya cuenta con el aval de 121 países. Durante la tercera sesión, se hizo un marcado énfasis en la necesidad de reforzar el compromiso de las naciones firmantes y continuar atendiendo aquellos asuntos en los que todavía no se ha podido avanzar.

"La Alianza para el Convenio Marco busca que el tratado se convierta en una herramienta concreta para cuidar la salud pública y ser un instrumento útil para reducir la producción y el consumo del tabaco", afirma Chris Bostic, directivo de la Alianza.

En mayo de 2003, cuando surgió el Convenio Marco, ningún país tenía leyes nacionales que restringieran el consumo de tabaco en lugares públicos y laborales. Casi tres años más tarde, y a pesar de los malos pronósticos de los lobbistas de las empresas tabacaleras, que negaban la aplicabilidad de las normativas, las leyes antitabaco están volviéndose muy populares mundialmente; los resultados comprueban que son realizables, además de muy saludables para las personas.

Durante las distintas conferencias en la tercer sesión (día miércoles 8), se pusieron como ejemplo los casos de Irlanda, Nueva Zelanda, Italia y Uruguay. Irlanda fue el primer país en incluir una legislación nacional contra el consumo de cigarrillos en lugares de trabajo y el 98% de la población considera que la medida fue muy buena para su salud. Además, un 96% respeta la normativa.

Nueva Zelanda es otro de los países en que esa medida fue incorporada y 9 de cada diez neozelandeses está a favor de que no se fume en los puestos de trabajo y en lugares públicos. Italia también aplicó leyes similares y las consecuencias fueron ampliamente positivas. "Hay que imaginar lo que sucedería si más de 100 países alcanzaran los mismos resultados que Italia obtuvo en un solo año (reducción de un 7% en el índice de ingresos sanatoriales por Infarto Agudo de Miocardio). ¿Cuántas vidas se salvarían? ¿Cuánto dinero ahorrado para las economías de los países? ¿Cuánto daño moral y espiritual se les evitaría a las familias de estas personas?", sentenció el Dr. Ernesto Sebrié, médico especialista en investigaciones sobre el control del tabaco y miembro de la Fundación InterAmericana del Corazón.

Asimismo, es importante destacar el caso de la República Oriental del Uruguay, que será libre de humo de tabaco en espacios públicos y laborales desde el 1º de mazo próximo, lo que la convertirá en el primer país latinoamericano en dar amplia protección ante las serias consecuencias que generan tanto fumar, como ser fumador pasivo.

A todo esto, en la Argentina la situación es diferente. Sólo rigen leyes de este tipo en algunas provincias como Santa Fe y Tucumán y en la ciudad de Buenos Aires, la legislación que aún contempla áreas para fumadores en lugares cerrados, entrará en vigencia recién en octubre. Además, nuestro país firmó el Convenio Marco en 2003, pero el Congreso aún no lo ratificó, como se esperaba, durante el año pasado.

Esto le impidió participar activamente de la Conferencia de las Partes y sólo fue invitado a presenciar las sesiones como mero observador. De esta manera, no tiene voz ni voto para definir las estrategias que se implementarán para ir progresivamente aplicando medidas que reduzcan la producción del tabaco y el consumo del cigarrillo.

Según el Dr. Sebrié, Argentina debería firmar el Convenio Marco por diversas razones: "porque se mueren más de 40.000 argentinos por año a causa del tabaco, y muchos más se enferman y deterioran su calidad de vida; porque el país pierde mucho dinero; porque facilitaría la implementación plena de las medidas más importantes del CMCT, que Argentina no tiene; porque se recibirá ayuda para abordar problemas serios como el contrabando, y el destino de los cultivadores que se irán quedando sin trabajo al caer las exportaciones, dado que ya hoy hay 121 países dentro del CMCT, entre ellos los principales compradores de tabaco de Argentina".

Pero los principales motivos son "el desprestigio internacional que significa estar fuera del primer tratado mundial de salud pública y, fundamentalmente, la falta de una razón válida para que Argentina no ratifique, salvo el interés económico de unos pocos que predomina sobre los principales intereses de muchos: la vida y la salud de los argentinos", concluyó el Dr. Sebrié.

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