Aplaudida denuncia sobre Guantánamo presentan en Berlín

Edición Nº 56 del Festival de Cine de Berlín, que concede el Oso de Oro; ya se habla mucho de la película 'The Road of Guantanamo', sobre la terrible prisión que USA mantiene en la isla de Cuba, y el caso de 3 británicos-paquistaníes que estuvieron detenidos-desaparecidos en Guantánamo.

El festival de cine La Berlinale ha desplegado su alfombra roja para 2 ex presos en la base estadounidense en la bahía de Guantánamo, isla de Cuba, presentes en el festival por invitación del director británico Michael Winterbottom.

Este director realiza un cine de denuncia, en este caso se trata de 'The Road to Guantanamo', acompañando en esa temática la desesperanzadora visión de Irán que es 'Zementan', de Rafi Pitts, también en exhibición en este festival.

Winterbottom regresó a Berlín, 3 años después de llevarse el Oso de Oro con 'In this World', con una producción sobre una realidad que clama justicia inclusive ya desde el edificio de la ONU: la ilegalidad de la cárcel construida por USA en territorio cubano.

"Si hace 4, 5 años, hubiese hablado de un lugar así, con centenares de presos retenidos por el Gobierno de USA fuera de toda legalidad, nadie lo hubiese creído posible (...) Hoy estoy aquí con dos antiguos presos", dijo el director británico, recibido con rango de héroe tras la proyección para la prensa.

Los antiguos presos arrancados de las jaulas de Guantánamo y presentes sobre la alfombra roja son Ruhel Ahmed y Shafiq Rasul, 2 de los 4 británico-paquistaníes que en septiembre de 2001 salieron de Birmingham en dirección a Karachi para asistir a la boda de uno de ellos.

De Pakistán pasaron a Afganistán siguiendo la llamada de un imán "para ayudar a nuestros hermanos en su dolor", explicó Rasul. Empezó un largo viaje de Karachi a Kandahar, luego a Kabul, a Kunduz, hasta caer prisioneros de la Alianza del Norte, primero, y de USA, después.

Para entonces ya eran sólo 3, puesto que el más joven del cuarteto fue separado del grupo y nunca más supieron de él.

'The Road to Guantanamo' fusiona los testimonios del trío de muchachos paquistaníes, más escenas rodadas con actores que muestran el genio de Winterbottom para convertir la ficción en documento, e imágenes de televisión "made in USA" sobre los bombardeos de Afganistán y las acciones contra objetivos talibanes.

Arranca de una conferencia de prensa de George W. Bush y Tony Blair, con el presidente de USA afirmando que los presos de Guantánamo "no son buena gente".

El testimonio de los paquistaníes que salieron de Birmingham para una boda trata de probar lo contrario.

La pregunta no es cuántos "errores" como ésos hay entre los centenares de presuntos fanáticos miembros de Al Qaeda en Guantánamo; tampoco se pretende demostrar que se encerró ahí a cientos de inocentes.

La cuestión es si Guantánamo no es, simplemente, un producto de otro tipo de fanatismo, independientemente de a quiénes se ha torturado ahí. Cuántas convenciones internacionales se rompen desde el momento en que se empaqueta a un preso, tapándole la cabeza con una bolsa de cartón con un número y hasta que se le mete como un animal en una jaula.

Los tres muchachos que iban de boda pasaron más de dos años en la isla de Cuba hasta su regreso a Londres, donde, tras un nuevo interrogatorio, fueron absueltos de todo cargo.

Ellos se convirtieron en la voz de los centenares de presos que pasaron o siguen ahí, sin un pasaporte occidental que les respalde.

Vuelve el cine iraní

'The Road to Guantanamo' es uno de los 19 filmes en concurso de la sección oficial, y otros 7 se presentan con carácter de exhibición.

A la edición de este año no le faltan famosos: George Clooney, Isabella Rossellini, Sigourney Weaver, Alan Rickman, Isabelle Huppert, Roberto Benigni… Sin embargo, Dieter Kosslick, director del festival, prefería ver sobre la alfombra roja de la Postdamer Platz "a los 450 presos de Guantánamo, retenidos sobre la base de la violación de todos los derechos humanos", como dijo en la presentación del programa de este año. Por eso se la concedió a 2 de ellos.

La película anglo-canadiense 'Snow Cake', dirigida por Marc Evans, abrirá la sección oficial de la presente edición de la Berlinale, que se cierra el 19, tras 10 días de cine.

Irán está doblemente representado.

Offside, del iraní Jafar Panahi, y Zemestan, de su compatriota Rafi Pitts, son 2 películas que se presentan a concurso en la sección oficial, y que tratan de describir la vida en este país más allá de lo que aparece en los periódicos.

"En general, las películas de este año son muy políticas y cercanas a la realidad", dijo Kosslick.

No obstante, el organizador de la Berlinale aclaró que la elección de los filmes iraníes no está relacionada con el conflicto que actualmente mantiene el país islámico con la comunidad internacional a causa de su programa nuclear.

'Zemestan' -'It's Winter', en su versión internacional inglesa- supuso el regreso a la Berlinale, tras tres décadas de ausencia, de un film iraní a concurso.

La película de Rafi Pitts, que sí ha representado anteriormente a su país en los festivales de Venecia, París y Locarno, es todo lo contrario al cine amable o fácil de ver.

Desde el principio se asiste al paisaje de la más absoluta pobreza, con un protagonista, Marhab (Ali Nicsolat) andando de arriba abajo, junto a una vía de un tren, en busca de trabajo, una esposa, una simple perspectiva.

La pobreza sin paliativos acompañan cada imagen, cada escena. Aparentemente no ocurre nada, más allá del incesante discurrir de Marhab andando sobre la nieve, sobre las piedras del andén.

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