China e Irán podrían firmar gran acuerdo petrolífero

Lo señaló la revista económica china "Caijing". Según ese medio, el principal responsable de planificación económica de China viajará en marzo a Irán para intentar firmar un acuerdo para la explotación conjunta de yacimientos petrolíferos iraníes.

Ma Kai, presidente de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (con rango de ministerio), viajará a Teherán con el fin de lograr un acuerdo para explotar los yacimientos de petróleo de Yadavaran, en el sur de Irán, según la misma fuente.

El acuerdo podría ser uno de los mayores contratos en materia de energía firmados por la República Islámica, que afronta posibles sanciones económicas por parte de la ONU debido a sus ambiciones nucleares.

Según la publicación económica china, una de las mejor relacionadas con la cúpula económica del país, el acuerdo podría mover alrededor de US$ 100.000 millones.

El contrato conllevaría además llevar a la práctica el memorando de entendimiento firmado por China e Irán en octubre de 2004, en el que se planteaba que Pekín compre a Teherán 250 millones de toneladas anuales de gas natural licuado en los próximos 25 años a cambio de los derechos de explotación de Yadavaran.

El yacimiento tiene unas reservas confirmadas de 3.000 millones de barriles de crudo y capacidad de producir 300.000 barriles diarios, el equivalente al volumen de petróleo que China importa actualmente a Irán.

"Caijing" señala que de cristalizar el acuerdo, el gigante petrolífero chino Sinopec controlaría un 51% de las inversiones en el yacimiento, mientras que un 29% sería de la homóloga india ONGC, según informó a la revista el presidente de la firma china, Mu Shuling.

El 20% permanecería en poder de la Compañía Nacional de Petróleo Iraní (NIOC), aunque al parecer Royal Dutch/Shell también está interesada en esa participación.

Según los analistas, Irán, que suele tardar años en materializar acuerdos energéticos con firmas extranjeras, ahora en cambio está acelerando las negociaciones antes de que haya eventuales sanciones económicas contra el país, a raíz de su programa nuclear.

China es uno de los países que se opone a estas sanciones, como ya ha dejado claro ante organismos como las Naciones Unidas -donde su derecho a veto podría impedirlas- o el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

Irán es el segundo país del mundo en reservas de petróleo, mientras que China, país que este año podría confirmarse como cuarta economía mundial, es el segundo mayor consumidor e importador de crudo del planeta.

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