Evo Morales y un asunto pendiente: El reclamo de autonomías

El gobierno del MAS tiene la obligación de convocar el Referéndum sobre autonomías departamentales pero al mismo tiempo, trae la propuesta del autogobierno indígena, más o menos enfrentado con el departamento.

Con el advenimiento del MAS al poder, la descentralización del país ingresó en una nueva fase, la etapa en que irrumpe en el debate el componente étnico y cultural, con la demanda de las denominadas "autonomías indígenas".

Si por un lado, el Gobierno del presidente Morales tiene la obligación legal y política de convocar al Referéndum sobre las autonomías departamentales, por otro, el MAS ya en su Programa de Gobierno "Por una Bolivia digna, soberana y productiva", adelantó la intención de incorporar en la agenda de la descentralización a las autonomías de los pueblos indígenas.

Es posible que a estas dos formas de autonomía se sumen otras propuestas, como la del Décimo Departamento (el Chaco boliviano), pero un hecho parece cierto: la autonomía indígena y la departamental en gran medida serán las que polaricen el debate.

La propuesta más completa sobre las autonomías departamentales al parecer es la cruceña, que según Franz Barrios Suvelza contiene no sólo el trabajo de gabinete, de algunos estudios técnicos que se llevaron adelante para sustentarla, sino también es resultado de una movilización social. Por ello, no sería exacto afirmar que dicho planteamiento es sólo de los sectores dominantes de Santa Cruz.

De hecho, para el mayor soporte institucional de la propuesta de Santa Cruz se creó la Asamblea Provisional Preautonómica, formada por diferentes sectores sociales del departamento oriental.

La propuesta de las autonomías indígenas, en cambio, al parecer es más un desarrollo de la corriente intelectual y política impulsada desde hace varios años por el matemático y sociólogo, hoy vicepresidente, Álvaro García Linera.

La voluntad de llevar adelante las autonomías indígenas, en términos prácticos, se expresaría no sólo en la propia conformación del gabinete ministerial, con la fuerte "presencia indígena", sino también en la creación, en el Viceministerio de Descentralización, de la Dirección de Políticas Comunitarias.

Si bien las diferencias o distancias entre la autonomía departamental y la autonomía indígena es evidente, cabe preguntarse acerca de la posibilidad de una futura complementariedad.

Al respecto, en ambas propuestas se sugiere que autonomía indígena y departamental pueden convivir pacíficamente, que no necesariamente se excluyen entre sí. Pero hay un problema irresuelto: el nivel de jerarquía que tienen la una con respecto de la otra. En la perspectiva cruceña, las autonomías departamentales son el bien mayor, que "cobija" dentro de su seno a la autonomía municipal, subregional o indígena. En la propuesta indígena, por el contrario, son las autonomías departamentales el añadido a lo central, el régimen autonómico originario.

Tampoco tienen el mismo desarrollo institucional. La propuesta cruceña viene acompañada de la convocatoria al Referéndum sobre las autonomías, casi con la misma importancia de la Asamblea Constituyente. Las autonomías indígenas, en cambio, al parecer, será una de las mayores apuestas del Gobierno del presidente Morales en la Asamblea Constituyente que el país tiene previsto para los próximos meses.

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Publicado en el diario boliviano La Razón

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