El gasto salarial del Estado aumentó 25,6% y no hubo aumentos de sueldos: Más exceso de personal

El Estado kirchnerista es sobredimensionado, como el de la Provincia de Santa Cruz, porque el Estado para el clientelismo de la política. Esta es una conclusión a que se llega leyendo el 1er. informe InC. del año 2006 del estudio Massot & Monteverde. POR AGUSTÍN MONTEVERDE

Aunque con interrogantes, el marco externo pareciera que seguirá impulsando por el momento a la economía argentina.

• China, India y USA mantienen buenas expectativas de crecimiento para este año.

• Pese a la suba de las tasas de corto, las tasas de largo plazo permanecen por debajo de la barrera del 5% anual, alentando el flujo de capitales hacia los emergentes.

• De todas formas, insistimos con algunas señales de tono preocupante.

> En primer lugar, el hecho de que se verifique una curva de rendimientos negativa (tasas internacionales de largo inferiores a las de corto) es consistente con el eventual inicio de un ciclo recesivo.

> Otro punto es el impacto en la actividad global —y particularmente en las economías de India y China— de la persistencia de altos precios del petróleo.

> El incesante crecimiento relativo de los activos financieros frente a los activos físicos.

> La menor demanda de dólares que se observó en diciembre —los ingresos de fondos no alcanzaron a compensar el déficit comercial estadounidense— puede anticipar una caída de esa moneda y un aumento de las tasas de los T-bonds.

En un marco de expansión monetaria local descontrolada, la existencia de superávit fiscal es insuficiente para anclar la inflación.

• Además, el superávit de enero fue 2,4% inferior —14,8% en términos reales— al del mismo mes de 2005 los gastos están creciendo más rápido que los recursos.

> Los recursos corrientes aumentaron 23,7% interanual y el gasto corriente subió 25,5%.

> Los gastos de personal treparon 25,6% y —no habiendo ocurrido aumentos salariales de importancia para los empleados estatales— se deberían a un significativo incremento de la dotación.

> Las transferencias a las provincias crecieron 25,9%.

> Los gastos de capital saltaron 72%.

• Pasadas más de dos meses de su anuncio, el remanido fondo anticíclico no ha sido precisado: se desconoce aún la magnitud que alcanzaría y cómo implementará.

• En 2006 ese excedente podría sumar hasta $ 6.500 millones: el impacto es relativamente pequeño e insuficiente para quitar presión sobre los precios.

Una vía de deterioro de la presente solvencia fiscal está dada por la batería de subsidios sectoriales tendientes a mantener el artificio de los precios congelados.

• Un ejemplo es lo ocurrido con la carne y los lácteos. Implementaron subsidios por más de $ 300 millones en líneas de crédito para ganaderos y tamberos.

• Subsidios a las compañías de servicios públicos —particularmente a los reemplazantes de las empresas que se van— son también el instrumento para seguir demorando la suba de tarifas y constituyen, de hecho, una reestatización paulatina.

En la primera semana del mes los precios minoristas aumentaron 0,7% y el mes podría concluir por encima del 1%.

• Verduras, carne y frutas encabezaron las alzas.

• Se espera nuevas subas de la carne en estos días por la caída estacional de los envíos a Liniers.

> Los cortes de carne en los comercios no llegaron a transmitir la caída de 5% en el precio de la hacienda provocada por la aparición de aftosa.

> La decisión de la UE de reabrir su mercado a la carne argentina —salvo aquella proveniente del área correntina afectada— moderó el daño ocasionado a nuestras exportaciones.

> La carne constituye un mercado atomizado, difícil de controlar. Pese a la retórica oficial anti–oligopolio, a la hora de regular precios el gobierno es el primer beneficiario de la concentración de oferentes.

• Indumentaria y turismo exhibieron suaves bajas.

• En marzo, los precios al consumidor —con particular incidencia estacional del rubro indumentaria— podrían subir 1,5%.

• Las tasas pasivas fuertemente negativas (del orden de –7 %) desalientan el ahorro y subsidian el consumo, impulsando la suba de precios.

• El elevado nivel de emisión necesario para sostener este ritmo de compras —más de U$ 45 millones diarios en promedio— entraña un serio riesgo inflacionario. El total de divisas compradas durante el mes de enero representó dos veces y media lo adquirido en el mismo mes del 2004.

• Los proyectados aumentos al mínimo no imponible y a las deducciones a Ganancias constituirán un nuevo estímulo a la demanda agregada.

El desmoronamiento de la inversión extranjera directa condicionará gravemente el crecimiento de la actividad.

• El éxodo de varias compañías multinacionales, especialmente reemplazo por grupos locales de escasa entidad en el sector y orientados

No sólo carecen de las espaldas financieras para encarar el desarrollo de infraestructura requerido sino que la incertidumbre energética detiene inversiones en sectores intensivos en el uso de energía.

• Pese a los subsidios, la inversión no reacciona: pasado un mes y medio desde que se lanzó, el Banco Nación recibió sólo 175 solicitudes de préstamos subsidiados para fomento de la inversión por exiguos $ 141 millones. La línea tiene tasa negativa y se amortiza en 10 años según el flujo de fondos esperado.

• A la escasez de inversiones directa debe añadirse el impacto recesivo de una solidez fiscal edificada exclusivamente sobre una creciente absorción de recursos del sector privado para sostener gasto en incesante expansión.

• La actividad industrial cayó 1,7% mensual en enero. Si bien es un mes de baja actividad estacional, el aumento interanual también fue menor a lo esperado: 4,8%. La utilización de capacidad instalada se redujo a 64,9% (en diciembre había sido 68,9%).

Pese al tipo de cambio alto, el desempeño comercial sigue siendo pobre.

• En 2005 las exportaciones crecieron 15,8% interanual (14,2% en cantidades y 1,5% en precios) pero las importaciones treparon27,9% (23,2% en cantidades y 3,7% en precios).

> El superávit de US$ 11.322 millones fue 6,5 % inferior al de 2004.

> Por efecto de la mayor suba de los precios de nuestras importaciones, se deterioraron 2,2% los términos de intercambio.

> Las manufacturas industriales —beneficiarias de la devaluación con tipo de cambio diferencial— representan sólo el 30% de nuestras exportaciones.

> Las manufacturas de origen industrial (MOI) crecieron 25% respecto a 2004 debido a un alza de 11% en sus precios y de 12% en el volumen.

> Los PP (productos primarios) crecieron 26% en cantidades contra 12% las MOI. Las manufacturas agropecuarias (MOA) también crecieron (17%) en volumen más que las MOI.

> Las elevadas retenciones y trabas a la exportación de combustibles y energía (C&E) impidieron aprovechar la importante suba de 34% en los precios, cayendo 16 % los volúmenes exportados.

> El 25 % de las importaciones corresponde a bienes de capital, constituido primordialmente por teléfonos, computadoras y camiones.

• Pese al criticado proteccionismo de la UE, ésta absorbió 17% de nuestras ventas; muy cerca del Mercosur, que con 19% no evidencia las supuestas ventajas de acceso por ser miembro de este bloque comercial. El Lejano Oriente Chile se afirma como uno de los principales destinos nacionales.

• El Mercosur acapara el 38 % de nuestras compras.

La creciente brecha cambiaria a nuestro favor acompañada por un déficit bilateral con Brasil también creciente deja al descubierto la falacia de la competitividad basada en el subsidio cambiario.

• La balanza bilateral marcó en enero un nuevo saldo negativo.

• El déficit bilateral con Brasil en 2005 (US$ 3.676 millones) marcó un récord histórico, duplicando el del año anterior (US$ 1.801 millones).

• La brecha de cambio es ya de 45 % a nuestro favor.

El tipo de cambio alto no dispara las exportaciones pero sí la concentración de riqueza.

• Las cifras del INdEC al 3er. trimestre del año pasado indican que el decil (10%) de hogares de mayores ingresos gana 30,8 veces lo que recibe el decil más relegado.

• Esta distancia era de 24,8 en el 2do. trimestre y de 24 al inicio de la gestión kirchnerista.

• En el peor momento de la Convertibilidad fue de 27,5 (3er. trimestre de 2001) y a mitad del 2002, en plena crisis, la distancia era de 29.

• La brecha en lo que hace al ingreso per cápita es aún mayor: 34 veces.

• Estos números muestran el impacto social de "la devaluación más exitosa de la historia" (sic Lavagna).

> En los segmentos más relegados predominan los trabajadores informales, cuyos ingresos a partir de la ruptura de la Convertibilidad sufrieron el mayor deterioro.

> Además, el ingreso de los sectores más pobres se destina por entero a alimentos y bebidas, que tuvieron el mayor corrimiento dentro de los precios minoristas (desde el fin de la convertibilidad, aumentaron 103% contra 74 % el Índice de Precios al Consumidor).

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