CEREMONIA DEL 25/2

Yacyretá y la otra cara del final de las obras

En un acto encabezado por la Presidente se darán por concluidas las obras de la represa hidroeléctrica binacional tras 37 años de su inicio. Se trata de la elevación de la cota del embalse a su tope de 83 metros. A lo largo de su historia, la construcción de ha generado graves problemas sociales, ambientales, sanitarios y económicos a las zonas afectadas, tanto en la Argentina como en Paraguay.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El Gobierno Nacional prepara para este año electoral al menos 2 anuncios con carácter histórico en materia de obras públicas. Por un lado, la finalización y puesta en marcha de la central nuclear Atucha II, radicada en la ciudad bonaerense de Zárate y cuya construcción fue retomada en 2006 tras varios años de parálisis. Por el otro, la llegada al tope de 83 metros sobre el nivel del mar de la cota del embalse de la represa hidroeléctrica binacional Yacyretá, con lo que se darían por concluidas las obras del proyecto original firmado en 1973.

Yacyretá funciona parcialmente desde hace varios años y en 2010 alcanzó el récord de producción eléctrica aportando 19.657 gigawatts (Gwh), lo que representa un 19% más que en 2009, año en que produjo 16.545 GWh.

Oficialmente, las obras quedarían concluidas el próximo 25/2, según informó el director argentino del Ente Binacional Yacyretá, Oscar Thomas. "En febrero se habrá alcanzado el objetivo del Plan de Terminación de Yacyretá (PTY) de llegar a cota 83, el nivel máximo de diseño, cerrando un capítulo de 37 años de historia energética, durante los cuales Yacyretá era una asignatura pendiente", señaló Thomas a Télam.

El funcionario adelantó que en esa fecha se celebrará una ceremonia (a la que asistirían Cristina Fernández y su par paraguayo Fernando Lugo), en la que se darán por “oficialmente concluidas” las obras tras casi 4 décadas de haberse iniciado.

Pero no todo es color de rosa. Detrás de la construcción de la represa se esconde un mundo de miserias que no es mencionado en los discursos oficiales. Es que las obras trajeron consigo una serie perjuicios para los pobladores de las zonas aledañas a su desarrollo, tanto del lado argentino (Posadas, Misiones) como del lado paraguayo (Encarnación, departamento de Itapuá).

Cada vez que se eleva la cota del embalse de la central, queda sumergida una superficie lo que se traduce en cientos de familias relocalizadas. Se calcula que en Posadas los reubicados alcanzarían la 80 mil personas, incluso con denuncias públicas respecto a la "estafa" que habría significado su relocalización en zonas periféricas. No sólo eso. Este reacomodamiento también significó para muchas familias la pérdida de su fuente de trabajo y un incremento de la marginalización como consecuencia de ello.

Pero el drama no termina ahí. "Las consecuencias negativas afectan seriamente el medioambiente y la salud de la población, en especial porque las modificaciones ya producidas en el ecosistema promueven la proliferación de enfermedades tropicales que ya se han cobrado vidas humanas", señala un documento que en 2008 de la Asamblea Permanente de Afectados por Yacyretá (ADOYA) envió al Congreso Nacional con el fin de que se escuchara su reclamo.

El documento indica que "en los últimos años han aumentado considerablemente los casos de Leishmaniasis, fiebre amarilla, Dengue, Disentería, diarreas, desnutrición, erupciones en la piel, etc. Todas ellas enfermedades asociadas con la construcción de represas".

En cuanto a la relocalización de la población y su situación habitacional, el documento señala que las construcciones destinadas a las familias afectadas "no han sido muy favorables y mucho menos eficientes", tanto por su falta de "adecuación de las tipologías de casa a las necesidades reales de las familias" sino también porque "la construcción de conglomerados habitacionales sin contemplar los componentes sociales y urbanos esenciales (escuelas, centros de salud, servicios, infraestructura, transporte) resultó en un factor agravante de la ya frágil situación de vulnerabilidad de las familias afectadas, generando condiciones de reproducción de la pobreza".

Paraguay. En el lado paraguayo recibieron la noticia sobre la elevación de la cota del embalse de Yacyretá con preocupación. El director ambiental de Encarnación, Victoriano Vázquez, dijo que la ciudad "corre un grave riesgo" ya que las obras de contención para las inundaciones no han sido finalizadas.

En declaraciones recogidas por la prensa del vecino país, el funcionario expresó que Yacyretá "solo publica los beneficios de alzar la cota, pero oculta bajo la alfombra las consecuencias" que consideró "devastadoras" para Encarnación.

“Si ni las lluvias no podemos evacuar, entonces no estamos en condiciones de poder soportar esa altura de agua que está prevista en unos días más”, dijo el funcionario e indicó que el agua no solamente ingresará vía superficial sino que también lo hará vía subterránea por la cantidad de nacientes que hay en la zona.

Respecto a las obras de prevención, Vázquez señaló que el alcantarillado se está construyendo pero el limitado tiempo no permitirá que dicha obra se termine a tiempo antes de alzar el nivel del agua. “Falta mucho”, indicó. “El 25 (de febrero) no se llega con las obras concluidas, se llegará a una etapa X. Después del 83 rogamos porque las obras continúen ya en un escenario diferente, ahora trabajan en un escenario seco”, expresó.

“Hay tanta propaganda de las cosas positivas, pero toda obra de estas características genera impactos positivos y negativos, pero acá solo se resalta lo positivo, lo negativo debajo de la alfombra", denunció el funcionario.

A principios de mes, el presidente Fernando Lugo visitó las obras de la represa en Encarnación. Distintos medios titularon que el mandatario "constató" el avance de las obras. Sin embargo, no se registran declaraciones de Lugo al respecto, que antes de ingresar al predio mostró su escepticismo al decir "vine ver las obras, cómo han avanzado y si han avanzado".

 

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