CASO DALMASSO, TRAS TRES AÑOS DE ESPERA

Finalmente, esta semana llegaría a Córdoba un informe clave del FBI

Luego de tres años de espera, desde la Embajada norteamericana confirmaron que los estudios arribaron a Buenos Aires. Son claves para avanzar en la investigación de un crimen que tocaba al poder cordobés.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Nora Dalmasso fue hallada asesinada la tarde del domingo 26 de noviembre del 2006 desnuda en el dormitorio de su hija, en su casa de Córdoba. A su lado, en una mesa de luz, encontraron un frasco con vaselina, en su casona del barrio Villa Golf ubicada en la calle 5 número 627, en Río Cuarto, a 230 kilómetros al Sur de la capital provincial.

 
El cadáver fue encontrado por un vecino, al que un familiar le solicitó el favor de ir a ver si le pasaba algo a la mujer, pues la habían llamado por teléfono el sábado y el domingo últimos y no habían recibido respuesta. 
 
La última vez que se la vió con vida fue el sábado a la madrugada, cuando regresó de compartir una cena con amigas, en otra casa de la villa. Precisamente, los especialistas forenses que actúaron en el caso estimaron que la muerte se habría producido en la madrugada de ese día.
 
La mujer estaba sola en el domicilio familiar por ausencia de sus dos hijos, y de su esposo, que había viajado a la ciudad uruguaya de Punta del Este para participar de un torneo de golf, que terminó ganando. Según el resultado de la autopsia, el asesino dejó marcas de sus dedos en el cuello de la mujer, a quien asfixió por compresión manual además de haberla estrangulado con el lazo de su bata.
 
Luego de este informe, fueron muchas las acusaciones cruzadas. Se hicieron pruebas y se enviaron al FBI en USa, y desde hace tres años que se aguradan los resultados. La investigación -que tocaba al poder político cordobés- había quedado estancada. Ahora, el informe parece estar cada vez más cerca de Córdoba. Probablemente antes del viernes 18/03 el fiscal de instrucción Javier Di Santo  tenga en sus manos el informe tan esperado del FBI. Según informa el diario La Voz, hace dos semanas, Di Santo requirió del Tribunal Superior de Justicia acelerar oficialmente el trámite demorado durante más de dos años. Lo que seguramente ignoraba el fiscal es que, a esa altura, los resultados de las pruebas genéticas realizadas en el Centro de Ciencia Forense de la Universidad Central de Florida, en los Estados Unidos, ya habían sido remitidos a la Embajada norteamericana en la Argentina.
 
Una fuente próxima a la Embajada a cargo de Vilma Martínez confirmó a La Voz del Interior que Beph McCohn, agregado jurídico (en realidad representante del FBI), ya había recibido, al parecer el viernes o sábado últimos, el sobre con las conclusiones que, sin dudas, darán un vuelco fundamental en la investigación del asesinato de Nora Dalmasso, estrangulada el último sábado de noviembre de 2006.
 
Es probable que en las primeras horas de esta mañana, el fiscal General Darío Vezzaro sea notificado oficialmente. A partir de ese momento, Vezzaro enviaría a alguien de su extrema confianza a retirar el sobre con la información requerida por Di Santo desde agosto de 2008.
 
Los primeros estudios solicitados al FBI, con el envío de muestras y rastros genéticos recogidos en la escena del crimen, demoraron 17 meses. Aunque no se obtuvieron datos completos de ADN se verificaron haplotipos (rastros genéticos que no conforman un ADN completo) coincidentes de un mismo linaje: los Macarrón. Esto significó la detención y posterior excarcelación de Facundo Macarrón. El hijo de la víctima quedó imputado de sospecha leve por abuso sexual gravemente ultrajante y homicidio calificado por el vínculo.
 
En el voluminoso expediente, de 23 cuerpos y cuatro mil fojas, ya estaba imputado el pintor Gastón Zárate (el famoso “perejil” que recuperó la libertad por una movilización popular), por abuso sexual con acceso carnal seguido de homicidio.
 
Aunque algunos restan importancia al resultado, al secreto, el jeroglífico de signos, contenidos en el informe, que sólo experimentados genetistas pueden descifrar, es sin duda un dato “clave” en la investigación que lleva adelante Di Santo, el fiscal que carga en su mochila críticas, desprolijidades, desvíos de la pesquisa, no todas atribuibles a su persona. Por distintas razones, en los últimos cuatro años se pusieron palos en la rueda, aparecieron informaciones falsas para despistar a quienes quizá estaban en el buen rumbo, y todo recayó sobre los hombros de ese hombre tímido que muchas noches no puede conciliar el sueño porque no puede descifrar el enigma.
Las 28 muestras. Por estas horas, Di Santo debe estar ansioso por saber cuál fue el resultado de la comparación de 28 muestras de sangre con rastros genéticos “levantados” de la zona genital, de las sábanas y del cinto de la bata que el asesino utilizó para estrangular a Nora Dalmasso.
 
Si se intenta hacer futurismo sobre lo que puede pasar de acuerdo con el resultado de los análisis del laboratorio universitario que trabaja para el FBI, cabe pensar que, si se obtuvo un ADN que concuerde con alguna de las muestras de sangre enviadas en agosto de 2008 pueden suceder al menos dos cosas. Fueron 28 las muestras de sangre remitidas, a saber: las de Facundo Macarrón, su padre Marcelo y su abuelo paterno; las del pintor Gastón Zárate y de las 24 personas que estuvieron en la escena del crimen, incluyendo al propio fiscal Di Santo, el cura Felizia, policías, peritos y familiares de Nora.
 
Si aparece un ADN coincidente con el de Gastón Zárate, es muy probable que su situación se complicaría en extremo: ¿cómo explicaría su presencia en la escena del crimen? Si se trata de uno de los Macarrón, habrá que ver de cuál de ellos. Y si coincide con el de Di Santo, el sacerdote o el resto de las personas presentes cuando el cadáver permanecía tendido sobre la cama de una plaza, el estudio, a los efectos de encontrar al homicida resultó inútil.
 
Lo interesante sería que en las conclusiones del laboratorio estadounidense surja un ADN que no pertenece a ninguno de los 28 hombres cuyos grupos sanguíneos fueron comparados con las huellas genéticas enviadas al FBI. Si esto ocurriera, Di Santo estaría obligado a sobreseer a los dos imputados y dedicarse a buscar al asesino que anda suelto. En este caso cabría preguntarse: ¿será alguien que trabajó en las mejoras de la casa de los Macarrón (como lo hacía el pintor), o un poderoso empresario que desapareció de Río Cuarto. Si uno repasa el expediente, esas son las dos personas que podrían considerarse sospechosas y a las cuales jamás se les extrajo sangre.
 
Para refrescar, los siguientes son los principales protagonistas del denominado Caso Dalmasso. 
 
 
- Nora Dalmasso: Empresaria, de 51 años. Vivía con su familia en el barrio privado Villa Golf. Se le adjudicaban relaciones extramatrimoniales. Fue encontrada el 26 de noviembre pasado estrangulada y semidesnuda en el cuarto de su hija. Testigos dicen que antes de ser asesinada, pasó a buscar a un conocido por una fiesta.
 
- Marcelo Macarrón: Médico traumatólogo, de 59 años. Esposo de la víctima. Se encontraba en Punta del Este jugando un torneo de golf mientras su esposa era asesinada. Dice que no quiere "juzgar" la vida privada de Nora y que no tiene "nada que ocultar".
 
- Facundo Macarrón: Estudiante, de 19 años. Hijo de la víctima. Declaró que la noche en que su madre era asesinada, él fue a una cena en el Rotary Club de la capital cordobesa. Ayer se anunció que fue imputado en el caso. Luego, su tía salió a decir que Nora "ya conocía su elección sexual".
 
- Rafael Magnasco: Ex asesor de la Secretaría de Seguridad provincial, de 41 años. Quedó como primer imputado en el caso luego de que se presentara voluntariamente a la Justicia. Niega haber sido amante de Dalmasso, pese a los rumores. Cuando se enteró de que el homicida podría ser estéril, se hizo un estudio de fertilidad y lo presentó a los fiscales del caso.
 
- Guillermo Albarracín: Contador, amigo de Macarrón y confeso amante de Nora. Estaba con el traumatólogo en Punta del Este en el momento del crimen. Pero como sus comprometedores mensajes de texto estaban en el celular de la víctima, decidió confesar su relación con ella.
 
- Gastón Zárate: Pintor y albañil, de 27 años. Trabajó en la casa de Dalmasso. Fue incriminado en la causa por un amigo, pero luego éste reconoció que había sido intimidado para hacerlo. Una multitud marchó por las calles de Río Cuarto para pedir su liberación, en el llamado "Perejilazo".
 
- Carlos Curiotti: Un muchacho de 20 años que sufre problemas mentales. Incriminó a Zárate en el homicidio, pero luego confesó que tres policías lo presionaron para hacerlo.
 
- Javier Di Santo: Fiscal de Río Cuarto. Principal investigador del caso. Al principio, integraba un equipo más amplio de personas que llevaban adelante las pesquisas, pero luego -cuando Darío Vezzaro fue nombrado fiscal general de la provincia- quedó como único responsable del expediente.
 
Las Claves
 
Autopsia. Nora Dalmasso murió estrangulada por presión dactilar en el cuello. Si bien la primera hipótesis que se manejaba era la de un crimen pasional luego de un ataque sexual por que tenía el cinturón de una bata en torno al cuello, no fue eso lo que provocó su muerte.
 
Sexo. La muerte no se produjo a raíz de una práctica de sexo extremo, aunque está comprobado que la víctima mantuvo relaciones antes de morir pero consentidas.
Huellas. En la escena del crimen no se encontraron huellas dactilares, ya que todas ellas fueron borradas, "probablemente" con una toalla. También se encontraron restos de piel en el cadáver y en el lazo de la bata de Nora Dalmasso.
 
Imputados. Hubo tres: uno de ellos, Rafael Magnasco, nunca tuvo problemas en someterse a una prueba de ADN, inclusive fue a realizarse el estudio por su propia voluntad. El otro, Gastón Zárate, fue incriminado por un joven que dice haber sido presionado por la policía para hacerlo, estuvo detenido y un día después quedó libre, lego de que los vecinos de la zona salieran a marchar por su liberación en el denominado "perejilazo". Ahora, se suma Facundo Macarrón, nada menos que el hijo de la víctima.
 
Coartadas. El marido de Nora estaba en Punta del Este en el momento del crimen, junto a un hombre que luego confesó haber sido amante de la víctima. La hija de Nora estaba en Estados Unidos. Su hijo dice haber estado en Córdoba capital en donde estudia abogacía, alegó que esa noche asistió a una cena en el Rotary Club pero uno de sus amigos no corrobora su coartada.
 
Versiones. Según un testimonio anónimo, Dalmasso pasó por una fiesta de cumpleaños a buscar a un "conocido", antes de ser asesinada. Otros testigos dicen que vieron a un hombre subir al coche de Nora, la noche del crimen.
 
ADN. A más de seis meses del crimen, la Justicia por fin tendría identificado uno de los patrones genéticos presentes en la escena del crimen. Las sospechas "leves" surgidas de estos estudios apuntaron contra Facundo Macarrón que ahora se encuentra imputado e la causa.

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