OTRA TOMA DEL CARLOS PELLEGRINI

De la decadencia argentina no se salva nada

Dos estandartes gloriosos de la educación argentina dan muestra acabada del proceso de deterioro de la autoridad  que  se instaló en la sociedad.

por JORGE HÉCTOR SANTOS

 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Quien escribe esta nota es egresado de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini.  
 
El Pellegrini junto al Colegio Nacional de Buenos Aires, ambos dependientes de la Universidad de Buenos Aires, han tenido siempre una reputación excelente por el cuerpo docente que lo integraba, y la exigencia para ingresar, similar exigencia para poder egresar con un título que beneficiaba al alumno en la consideración de posibles empleadores a la hora de analizar sus antecedentes.
 
La disciplina instalada en sus aulas inhabilitaba de por sí las posibilidades de falta de respeto a profesores, decano y compañeros por cuanto las sanciones uno sabía iban a caer con justicia y nadie se atrevía a desafiar semejante posibilidad de perder la carrera secundaria en uno u otro Colegio.
 
Similares valores estaban en la calle, la policía, buena o mala, era la policía, los jueces cumplían sus misión sin aprietes y los valores sociales habilitaban un clima de convivencia armoniosa.
 
Durante el lapso en el que estudié se alternaron momentos de gobiernos democráticos y militares. La educación pública estaba de pie y competía de igual a igual con la privada e incluso era en ciertos casos mejor vista.
 
Tuve la suerte de ser docente secundario y universitario y esa misma disciplina,  absolutamente necesaria, para la formación de estudiantes se conservaba, años después.
 
Cuando en estos tiempos donde cualquiera infringe la ley incluso hasta el propio Poder Ejecutivo lo hace no respetando decisiones del Poder Judicial; desde medios de comunicación se anuncian escraches, tomas de fábricas, se impide la distribución de diarios; se admite la interrupción de la libre circulación por autopistas, calles y avenidas; se niega la verdad para imponer la más hipócrita de las mentiras; se amenaza con paralizar un país por exhortos judiciales que recaen sobre un líder sindical, etc., etc. se asiste a una enorme decadencia del país, comprobable en todos sus aspectos.
 
Dentro de este contexto existe una vez más una toma del  Carlos Pellegrini por sus alumnos. ¿El Pellegrini tomado por quienes van a estudiar tomado con el argumento que los profesores son designados en procesos irregulares?         
 
Me pregunto: ¿cómo hemos llegado a este nivel de descontrol los argentinos sin formar parte de quienes son responsables todos, sin excluir a los propios padres de esos chicos?
 
Las palabras de la presidente del Centro de Estudiantes, Ana Minujin, son un ejemplo de las contradicciones con que se infringen todas las disposiciones, reglamentos y leyes en cualquier nivel, sin sanción alguna:  
 
> “Queremos que  los profesores que ingresen tengan un perfil acorde a la comunidad educativa".

> "No queremos manejar el colegio".
 
> "Existen en el Colegio actos de censura, falta de libertad de expresión y persecución política".
 
Conclusión:
 
No quieren manejar el Colegio pero lo están manejando; en un Colegio secundario qué política los estudiantes deben ir a hacer como para que esos adolescentes se consideren censurados y con falta de libertad de expresión; son ellos los que quieren elegir a los profesores…
 
Si la educación argentina atraviesa este nivel de crisis las posibilidades del país de tener un mañana mejor, decididamente están bajo llave en el baúl de los sueños imposibles.

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