No cesa la indignación con Israel por su ataque a ONGs humanitarias

Israel ha provocado heridas difíciles de cicatrizar en la comunidad internacional, luego de su injustificado y cruel ataque a la flotilla de embarcaciones que encabezaba el buque de bandera turca Mavi Marmara. Hay denuncias de que hay activistas detenidas-desaparecidas, y constancia de la brutalidad de las tropas israelíes que utilizaron armas de combate contra personas que tenían piedras y algún cuchillo para defenderse.

La ONG turca Fundación de Ayuda Humanitaria (IHH), uno de los organizadores de la flotilla, ha denunciado que tres activistas que tomaron parte en el viaje están desaparecidos y que podrían haber muerto.
El presidente de IHH, Bulent Yildririm, que estaba a bordo del Mavi Marmara, ha denunciado también que los doctores que viajaban en la nave entregaron a Israel a 38 heridos, pero éstos sólo repatriaron a 21. "Mataron a tiros a uno de nuestros amigos después de que se hubiera rendido. Nos atacaron con bombas de gas y balas reales. A nuestro amigo Cevdet, que era periodista y sólo tomaba fotos, le dispararon en la cabeza a un metro de distancia", ha explicado Yildirim. Para mañana se ha convocado una manifestación multitudinaria en Estambul en protesta por las muertes de los activistas.
Estambul ha recibido como héroes a los activistas del convoy asaltado por Israel. Entre los 470 cooperantes que han aterrizado en el aeropuerto de Estambul con 9 horas de retraso.
Los tres activistas españoles- Manuel Tapial, Laura Arau y David Segarra- han denunciado, tras su llegada a Estambul, el maltrato recibido por las autoridades israelíes.
Tapial ha asegurado haber sido interrogado durante 3 horas por el Mossad, el servicio secreto israelí, y que durante sus 3 días de cautiverio sólo le ofrecieron comida en una ocasión.
"Fuimos detenidos por comandos del ejército que nos apuntaron a la cara con el láser de sus armas a pesar de que estábamos identificados como periodistas internacionales, nos encapucharon y nos robaron todo nuestro trabajo", se quejó Segarra, periodista de la televisión venezolana Tele Sur.
Laura Arau ha explicado que el retraso de varias horas en su llegada se debió a las presiones de las autoridades israelíes, ya que en un momento dado intentaron retener al presidente de la ONG turca IHH, Bülent Yildirim, lo que provocó una "batalla campal" entre los soldados israelíes y los turcos que supervisaban la repatriación.
El resto de los activistas turcos están pasando controles médicos para determinar su estado de salud en un centro hospitalario de Estambul debido a los temores expresados por algunos detenidos de que pudieran haber sido enveneados con productos químicos.
El viceprimer ministro turco, Bulent Arinc, ha asegurado que un proceso legal contra Israel se iniciaría en función de los resultados que arrojen los chequeos médicos de los activistas. El fiscal general de Ankara ha comenzado también hoy a preguntar a algunos de los heridos en el hospital Atatürk de la capital turca y prevé abrir una causa contra los israelíes responsables de los muertos y los heridos en el incidente.
El periodista valenciano David Segarra ha relatado los instantes en los que los comandos de élite israelí abordaron el buque turco 'Mavi Marmara' y ha calificado de "desvergüenza absoluta" que el Gobierno hebreo acuse a los activistas de llevar armas a bordo del convoy humanitario.
Instantes antes de que se produjera el operativo militar israelí, "nos encontrábamos en la sala de prensa cuando en cierto momento todas las comunicaciones desaparecieron. Cayó Internet, cayeron la televisión, el satélite, los teléfonos... Ya nos imaginamos que era un acto de guerra electrónica de la Armada israelí", ha asegurado Segarra en una entrevista a la cadena Telesur, pocos minutos después de aterrizar en Estambul.
"En ese momento salimos con nuestras cámaras a ver qué estaba sucediendo en el exterior y nos encontramos con los comandos, que estaban en las lanchas rápidas, y vimos cómo se desplegaban hacia nosotros también con helicópteros", ha indicado el periodista, que se encontraba en el interior del barco turco para cubrir el transcurso de la expedición humanitaria para la cadena latinoamericana.
"Comenzaron los disparos indiscriminados con fuego real y con granadas de contusión y de sonido. Empezamos a ver cómo caían las primeras víctimas. Seguimos grabando y vimos cómo se producían cada más y más víctimas", agregó Segarra.

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