Que el Mundial no nos estupidice (2): Justicia bajo sospecha en el Golfo

Si bien la contaminación que sucede en el Golfo de México por el derrame de petróleo en un pozo de BP no tiene consecuencias directas para la Argentina, permite replantear toda la cuestión de la contaminación a escala planetaria, que sí involucra a la Argentina -de hecho, el debate hoy día que tiene interrumpido el tránsito en el puente binacional entre Gualeguaychú y Fray Bentos, tiene un lado ambiental-. La otra cuestión que deja ese debate es la necesidad de que la Justicia sea transparente y libre de la influencia de las corporaciones.

De acuerdo al reporte de Curt Anderson, desde Miami, Florida, USA, para la agencia The Associated Press, más de la mitad de los jueces federales de los distritos estadounidenses donde se presentaron demandas por el derrame en el Golfo de México tienen lazos financieros con la industria del gas y del petróleo.
La conclusión de The Associated Press es el resultado del análisis de las declaraciones juradas de finanzas personales de esos magistrados.
La tarea de encontrar jueces que no tengan conflictos de interés para evaluar estos casos se complicará, porque 37 de los 64 jueces activos o semiretirados en distritos claves de Luisiana, Texas, Alabama, Misisipí y la Florida tienen vínculos con las industrias gasífera, petrolífera y energética.
Algunos poseen acciones o bonos de BP PLC, Halliburton o Transocean, empresas involucradas en el derrame, mientras otros reciben dividendos en forma regular de pozos de extracción de gas y crudo, de acuerdo con las declaraciones que los magistrados deben presentar cada año.
AP analizó las declaraciones de 2008, que son las más recientes que están disponibles.
Esas tres empresas son blanco de casi todas las más de 150 demandas que se presentaron en busca de compensación económica por daños, en especial por pérdidas en las industrias pesquera, turística y otras, desde que la plataforma Deepwater Horizon explotó el 20 de abril y mató a 11 trabajadores.
Los abogados de las compañías y de los demandantes quieren que los casos se unifiquen en una sola corte, aunque no están de acuerdo en qué estado prefieren.
Un panel judicial federal en Washington tiene programado decidir el mes que viene si se unifican los casos y qué juez se hará cargo de la hercúlea tarea. El magistrado a cargo deberá confirmar que los demandantes tienen derecho a exigir compensación, considerar un posible arreglo de miles de millones de dólares, evaluar si rechaza las demandas y decidir qué documentos deberán revelar BP y otras compañías.
El análisis de AP muestra que las raíces de las industrias gasífera y petrolífera son tan profundas en el poder judicial como en la economía de la costa del Golfo. Un juez federal de Texas, por ejemplo, es miembro del exclusivo Club del Petróleo en Houston.
Las reglas federales exigen a los jueces que se recusen de los casos que involucran a una compañía en donde tienen un interés financiero directo y algunos jueces de Luisiana ya lo han hecho. Una juez de Nueva Orleáns ordenó que no le asignen casos sobre BP, de la cual tiene acciones, mientras otro dijo que venderá sus inversiones en Transocean y Halliburton.
En tanto, otros 2 periodistas de AP, Holbrook Mohr y John Flesher, afirmaron, desde Nueva Orleans, en Luisiana, que habrá derrame por bastante tiempo más.
El enorme embudo invertido colocado por BP logra capturar más y más crudo que emana de un pozo submarino que estalló en el Golfo de México, pero esa pequeña señal de aliento quedó contrarrestada el domingo por el anuncio del gobierno de que la crisis podría durar hasta otoño boreal.
El embudo colocado sobre el pozo que derrama crudo desde el lecho marino está siendo analizado para ver si logra frenar el derrame de nuevo petróleo.
El administrador de la Guardia Costera, Thad Allen, que dirige la respuesta del gobierno a la crisis, dijo que se reservaba su opinión respecto al logro, no queriendo alimentar falsas esperanzas.
En lugar de eso, indicó durante el programa de televisión "Face the Nation", del canal CBS, que la batalla para contener el derrame probablemente durará hasta el otoño.
El tapón colocado ahora sólo atrapará parte del crudo y los pozos de contención que están siendo perforados no serán terminados hasta agosto. Mientras tanto, el petróleo seguirá saliendo.
"Pero incluso después de eso, habrá petróleo ahí fuera durante meses", dijo Allen.
"Esto continuará hasta bien llegado el otoño. Esto es un asedio en toda la región del Golfo. Este derrame nos mantiene a todos como rehenes, no sólo económicamente sino también físicamente. Y tiene que ser desafiado en todos los frentes", dijo Allen.
Desde que fue colocado el jueves, el embudo ha atraído cada vez más crudo. El sábado, había canalizado unos 1.669 litros (441.000 galones) a un tanque de la superficie.
No está claro cuánto crudo sigue saliendo. Se estima que el pozo deja escapar a diario entre 1,9 millones y 3,8 millones de litros (500.000 a 1 millón de galones). Desde que el derrame empezó hace casi siete semanas, aproximadamente de 23 a 49 millones de galones de crudo han acabado en el Golfo.
Por otro lado, el gobierno anunció que se han reportado por primera vez pájaros muertos, cubiertos de petróleo, en Texas.
Un informe sobre la vida salvaje emitido por el centro de comando del gobierno en Robert, Luisiana, señalaba que dos pájaros muertos llenos de crudo fueron encontrados en Texas, además de otros 36 pájaros muertos que no parecían tener petróleo. El reporte no informaba de qué lugar en Texas fueron encontrados.
El peor derrame de petróleo en la historia de Estados Unidos ha provocado una crisis medioambiental seria en la región.
Después del uso del embudo, el siguiente paso será que los ingenieros de BP intenten cerrar los ductos de ventilación del embudo que quedaron abiertos de forma deliberada para que el agua no pudiera entrar mientras salía crudo. En un intento anterior con otro dispositivo similar, el agua se mezcló con gas y generó cristales congelados que impidieron que el sistema funcionara.
La meta es aumentar en forma gradual la cantidad de crudo que se captura, dijo el supervisor gubernamental de las tareas de respuesta, el almirante de la Guardia Costera Thad Allen. Comparó el proceso a intentar detener el agua de una manguera de jardín con un dedo: "No quieres bajar el dedo muy rápido ni tampoco sacarlo muy rápido", dijo en el programa "State of the Union" de CNN.
Allen se mostró disconforme con los directivos de BP que dijeron estar complacidos con los resultados del nuevo intento de frenar el crudo. Aunque se está avanzando, dijo, "no creo que nadie pueda estar complacido mientras siga habiendo petróleo en el agua".
BP planea usar mangueras y tuberías adicionales para capturar aún más crudo, pero la solución definitiva sigue siendo un pozo de alivio que debería terminarse en agosto.

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