LA ARGENTINA K ES UN COLADOR

Un plan de protección aérea: El proyecto para derribar aviones ilegales

El diputado del PRO, Julián Obiglio, defendió su proyecto para que la Argentina cuente con una ley de derribo de aviones que no se identifiquen al asegurar que ingresan al país entre 100 y 150 vuelos ilegales por día, en muchas de las cuales "se transportan mercaderías ilegales y hasta droga". Una iniciativa que el Gobierno rechaza.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El diputado nacional por el macrismo, Julián Obiglio, reveló que en la Argentina ingresan al país por día entre 100 y 150 vuelos ilegales por día, según datos de "Gendarmería y Fuerza Aérea".

Por ello, el legislador defendió la necesidad de que la Argentina, ante semejante situación, cuente con una "ley de derribo" de esas aeronaves, en las cuales muchas veces se transportan mercaderías ilegales y hasta droga.

En declaraciones radiales, Obiglio afirmó que la propuesta legislativa que se presentó con la firma de 15 diputados, incluye "un sistema integral", en el que se destaca "el establecimiento de radares" en la zona norte del país, como así también la creación de un "protocolo de intercepción de aeronaves".

Obiglio precisó que la iniciativa es similar a la que tiene Uruguay, Brasil y Chile, con el objetivo de controlar el espacio aéreo y garantizar la seguridad. Y precisó que en el procolo se "establece qué debe hacer la Fuerza Aérea cuando una nave no se identifica".

"Al país ingresan por día entre 100 y 150 vuelos ilegales. Sin controles se permite que entren y salgan productos y hasta gente en forma ilegal; con una medida bastante simple, que incluye los radares y el protocolo de intercepción" esa situación se frenaría, indicó.

Finalmente, se mostró confiado en que el proyecto pueda tener tratamiento legislativo en la Cámara baja, debido a que la propuesta se realizó "sin críticas para el oficialismo".

Obiglio fue el autor de la iniciativa, que resultó acompañada por legisladores con peso propio dentro del Congreso, como Gabriela Michetti, Federico Pinedo, Francisco de Narváez y Eduardo Amadeo, entre otros.

"La frontera argentina es un colador y eso está acarreando graves consecuencias para el país. El gobierno nacional se hace el distraído y por eso hemos presentado este proyecto", dijo Obiglio.

En esta iniciativa se pretende fijar un plazo de 180 días tras la potencial aprobación en ambas cámaras para avanzar en forma concreta hacia la protección integral de la frontera norte.

En el proyecto se establece un período de 2 años para instalar la red de radares necesaria y de 18 meses para dotar a la Fuerza Aérea de aeronaves con capacidad de interceptar avionetas ilegales, y se consignan los pasos para permitir el uso de armamento contra los vuelos irregulares.

Los legisladores marcaron 6 momentos en la interceptación, antes de permitirse la destrucción de la aeronave infractora:

- Reconocimiento visual de la aeronave irregular.

- Verificación de datos en el centro de control de vuelos.

- Determinada la irregularidad del vuelo, se intentará tomar contacto radical mediante la frecuencia internacional de emergencia.

- En caso de no responder a los avisos radiales, se considerará el vuelo sospechoso y se ordenará su aterrizaje mediante señales visuales.

- Si se mantiene la desobediencia, se habilitará al piloto interceptor a disparar munición trazadora (que es visible en su trayectoria) a modo de advertencia.

- De persistir la situación, el vuelo será declarado hostil y se permitirá su derribo.

El derribo de aviones ilegales es un tema que, más allá de las posturas partidarias, siempre dividió transversalmente las posiciones personales en los bloques. Por ejemplo, un proyecto similar había sido presentado en 2001 por el entonces senador Jorge Capitanich, hoy gobernador de Chaco, donde funciona un puesto de radar fijo operado por la Fuerza Aérea.

El gobierno nacional rechaza esa posibilidad. La ministra de Seguridad, Nilda Garré, siempre se opuso a esa alternativa durante su gestión en Defensa, y ese pensamiento es compartido por sus colaboradores en el actual ministerio. Apoyan su rechazo en las experiencias de Perú, donde hace años fueron derribados dos aviones con personas que no habían cometido delitos.

Pero la oposición se hace fuerte con el antecedente inmediato de Brasil, país que aprobó una ley de derribos, de similares características. Brasil hizo varios disparos de advertencia desde entonces y forzó el aterrizaje de los infractores. Las autoridades brasileñas propusieron en reuniones de alto nivel político que los países del Mercosur adoptaran sus propias leyes de derribo.

Por lo pronto, Brasil abastece de información de radares al centro de comando que la Fuerza Aérea tiene en un búnker subterráneo ubicado en el conurbano bonaerense. En ese lugar se reciben las señales de los radares para determinar vuelos ilegales y parte de la Mesopotamia queda bajo la cobertura de los radares de Brasil.

Para los legisladores opositores, el nivel actual de inseguridad es directamente proporcional al ingreso de drogas, por la situación que se provoca en el mercado interno de consumo, y, en consecuencia, quienen endurecer las medidas.

El proyecto de Pro, acompañado por el Peronismo Federal, avanza también con la necesidad de dotar a la Fuerza Aérea de aviones de interceptación. Es sabido que el sistema aéreo militar está, en la práctica, en un momento terminal.

Este año tuvieron que juntarse los pocos aviones de entrenamiento de la Fuerza Aérea y de la Armada para poder dar los cursos finales a los aviadores, y la semana pasada cayó en la base aeronaval de Espora un avión antisubmarino Tracker (sin lesiones graves para los pilotos), que llevaba más de treinta años en servicio.

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