El silencio como castigo: La jugada K y la desesperación de Scioli

El gobernador Daniel Scioli y sus funcionarios tuvieron que poner la cara nuevamente ante el flagelo de la inseguridad, que no logran controlar. Como tampoco lo logra el matrimonio presidencial que se mantiene en el más absoluto silencio, lo que en La Plata se entiende como una desesperada estrategia K para mantenerse en el poder... ¿lejos de Scioli?

LA PLATA (Diario ' Hoy').- "Los Kirchner nos están haciendo el castigo del silencio", se le escuchó decir, en las últimas horas, a un importante funcionario sciolista, visiblemente indignado ante la actitud asumida por el matrimonio presidencial de no mencionar ni siquiera una frase sobre el problema de la inseguridad en la Provincia. Y más después de la conmoción que sigue generando lo ocurrido en la salidera del banco Santander Río de La Plata, que se cobró la vida del pequeño Isidro.
Lo que más genera indignación en la administración que encabeza Daniel Scioli es que Kirchner intente ser referente político en la Provincia, sin meterse en los problemas reales que aquejan a los habitantes bonaerenses. Es más, en el tema de la inseguridad, poco y nada hizo el Gobierno nacional durante los más de siete años que está en el poder. Y hasta avaló la política que llevaron adelante Felipe Solá y León Carlos Arslanián, que crearon e instrumentaron una ley de emergencia que sólo sirvió para realizar compras directas millonarias, en un proceso que estuvo cargado de puntos oscuros.
Ayer, los funcionarios bonaerenses tuvieron que salir, nuevamente, a poner la cara y hablar públicamente sobre las acciones que se están tomando ante este flagelo. Y hasta el momento no recibieron ningún gesto de solidaridad del matrimonio presidencial, como así tampoco de ninguno de los integrantes del gabinete nacional.
Algo de esto insinuó el propio jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Alberto Pérez, cuando tuvo que salir a desmentir la posibilidad de que Cristina Kirchner busque una candidatura bonaerense y la Casa Rosada obligue a Scioli a reeditar la fórmula presidencial de 2003. "Esta versión no tiene asidero, y no tiene sentido discutirla ahora. Hoy nos gusta discutir los temas de inseguridad", dijo el funcionario sciolista, que atribuyó el trascendido a una operación de un medio nacional.
El problema es que muchos de esos trascendidos, en realidad, surgen de la propia Casa Rosada. Un claro ejemplo son las posibles candidaturas a gobernador o vice de varios ministros (Alicia Kirchner, Florencio Randazzo, Aníbal Fernández y Amado Boudou), que en definitiva no son más que operaciones que emprende el matrimonio presidencial para esmerilar la proyección reeleccionista de Scioli.
Pese al maltrato, el mandatario provincial no piensa salir a confrontar, al menos por ahora. "El gobernador no va a modificar su actitud de mostrarse siempre como un dirigente de consenso", dijo a Hoy un estrecho colaborador del ex vicepresidente.
Pero esto es sólo una parte de la estrategia. Tal como lo viene informando este diario, los Kirchner están demostrando que están dispuestos a todo con tal de permanecer en el poder, y ello implica, por ejemplo, reeditar las listas colectoras, una suerte de ley de Lemas encubierta que permite traccionar votos a favor de una fórmula presidencial, pero que debilita a los intendentes. ¿Qué pasará entonces con las primarias que fueron fijadas por la ley de Reforma Política sancionada el año pasado, y que fue impulsada por el propio kirchnerismo? Existen indicios de que, en el laboratorio político K, de la misma forma que salieron las candidaturas testimoniales que estaban viciadas de ilegalidad (y que arrastró al propio Scioli a una derrota en los comicios del año 2009), surja una nueva fórmula que intente cosechar el 50% de los votos en la provincia de Buenos Aires para evitar el balotaje. Todas las encuestas, incluso las que fueron encargadas por el propio Gobierno, coinciden en que Néstor o Cristina perderían ante cualquier candidato en una eventual segunda vuelta.
En la Casa Rosada saben que Scioli es, por lejos, el mejor candidato que el oficialismo puede presentar en la Provincia, algo que demuestran todas las encuestas. Incluso, en el año 2007, ganó con muchos más votos que los conseguidos por Cristina Kirchner en territorio bonaerense, donde la primera mandataria era y sigue siendo muy resistida en importantes centros urbanos como La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca.
La suerte del matrimonio K depende, además, de lo que suceda en el populoso Gran Buenos Aires. Allí, los denominados barones del Conurbano son expertos en resistir la adversidad, y difícilmente decidan inmolarse políticamente para salvar a la pareja gobernante.
La reinserción de los piqueteros en el gabinete
Otra muestra de la tirante relación entre Scioli y la Casa Rosada es la imposición que se habría hecho desde Balcarce 50 para que el mandatario provincial integre, nuevamente, a dirigentes piqueteros en la gestión gubernamental.
Scioli había sacado a todos los funcionarios de origen piquetero de la administración pública bonaerense, siendo el último de ellos Edgardo Binstock, un dirigente del Movimiento Evita que era subsecretario de Adicciones y que presentó la renuncia luego de haberse enfrentado con el ministro de Desarrollo Social, Baldomero "Cacho" Alvarez de Olivera.  Ayer, luego de evidentes presiones de la Casa Rosada, Scioli nombró a Eduardo Ancona, otro referente del Movimiento Evita que lidera el piquetero Emilio Pérsico, como nuevo secretario de Participación Ciudadana. En tanto, el diputado Fernando "Chino" Navarro, otro integrante de ese movimiento, fue designado como titular del Consejo Consultivo, que funcionará bajo la órbita de ese organismo. Navarro se hizo conocido en los años ‘90, al verse salpicado en un escándalo judicial, cuando era concejal en Lomas de Zamora, por fotocopias truchas y por millonarios arreglos de autos oficiales que nunca se realizaron. En la ceremonia de ayer, estuvo presente la ministra de desarrollo Social y hermana del ex presidente, Alicia Kirchner.
La mesa chica del sciolismo mira de reojo estas designaciones. Y recuerdan que Pérsico tuvo que alejarse del puesto que ocupaba en el ministerio de Desarrollo Social de la Nación luego de que descubrió a su hijo trasladando plantas de marihuana en un auto oficial. El propio Pérsico, en diálogo con Hoy, ayer se encargó de reafirmar que es de otro palo político que el gobernador. Y hasta avaló la estrategia de Kirchner de mandar a sus ministros bonaerenses a recorrer la Provincia, condicionando la candidatura reeleccionista de Scioli. "Es bueno que tengamos muchos candidatos para elegir. Somos una fuerza política", afirmó el ex heladero platense. Y agregó: "No se puede ser ministro sin hacer política en los barrios, en el territorio".

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