Un día, Robert Cox, al pasar, liquidó a '6 en el 7 a las 8:00'

Roberto Cox fue un valiente de verdad en la tarea periodística cuando se encontraba al frente del diario Buenos Aires Herald durante el llamado 'Proceso de Reorganización Nacional'. Su libro 'Guerra sucia, secretos sucios' es un testimonio de las presiones que debió soportar, y que lo llevaron al exilio en 1979. De visita al país, fue invitado por la producción de '6 en el 7 a las 8:00', el programa de Diego Gvirtz en Canal 7, donde esperaban que él 'masacrara' a Héctor Magnetto y Grupo Clarín. Sin embargo, la desilusión del panel que coordina Luciano Galende fue enorme cuando el prestigioso Cox les recordó que el canal del Estado kirchnerista no es la BBC y que la objetividad no debía perderse. Los desacreditó en vivo y en directo.

Fragmento de '6 en el 7 a las 8:00', por Canal 7, domingo 08/08, entre 22:56 y 23:23:

"(...) EDUARDO ALIVERTI, periodista: -Yo coincido con lo de Magnetto, quizás tengo un matiz. Voy a decir algo que requiere muchos matices, que Magnetto tenga que exponer su cara es como que la haya tenido que exponer Yabrán. Por favor que se entienda con muchos matices esto, me refiero a la monumentalidad del gesto que tenga que aparecer, porque es de la gente que nunca aparece. Lo segundo que quiero decir son tres cosas nada más para disparar algo como Ricardo. La monumentalidad del gesto. A ver, Kirchner también se ha reunido con Magnetto, esto lo ha confesado la propia presidenta media docena de veces. Tampoco vamos a espantarnos. Se juntan con estos popes. El tema es el resultado, qué terminó pasando, y lo inédito de que por primera vez toda la jefatura opositora vaya a la casa del CEO y esto se revele. ¿Y haya sido filtrado por quién? Porque efectivamente no lo publicó Clarín, lo publicó La Nación y Ámbito Financiero. Y el tercer punto, lo decía recién Ricardo y lo decía Gabriela Cerruti en el tape. El tema del sinceramiento. Quizás Cox pueda aportar algo en ese sentido. En una no sé si mayoría, pero considerable proporción de los diarios del mundo, de los grupos periodísticos del mundo, queda claro para quien juegan. Vos sabés para quien juega el Times, sabés El País es el PSOE, sabés que El Mundo de Madrid es el PP. ¿Cuál es el problema de qué Clarín salga a jugar explícitamente? ¿Qué grado de hipocresía especial hay en la Argentina que impide esto?
LUCIANO GALENDE, conductor: -Está claro. A ver Robert, ¿cómo lo vio?
ROBERT COX, ex director del Buenos Aires Herald: -Bueno, me parece que Magnetto siempre ha ido atrás de algo. Y para mí el problema en Argentina es que los periodistas no están buscando qué está atrás de todo esto. Están usando los medios otra vez como para propaganda. Yo creo que es muy difícil, yo no puedo analizar la situación sin hablar con Magnetto, siempre ha sido un hombre misterioso en la Argentina. Hay demasiados misterios en la Argentina. Eso yo sé, en mi tiempo cuando yo estaba trabajando durante la dictadura militar. Los periodistas no estaban mirando atrás, el atrás de las cortinas. Yo creo que ahora mismo volver a la Argentina como periodista es fascinante. Desafortunadamente es otro país de anti y pro, como el tiempo que yo estaba en la Argentina desde el '59 era peronista o antiperonista, y yo creo que es muy malo para el país. Y yo creo que nosotros como periodistas, no sé si Perón dijo alguna vez "no hay nada mejor para un periodista que otro periodista" (sic) Yo creo que hay que decir eso hoy en día. Nosotros no tenemos que ser parte de ni Clarín ni la Nación tiene que ser parte de sectores. Y yo creo que…, acá estamos en un canal del Estado ¿no? Indudablemente la situación es diferente en ese sentido. Es una lástima que no está como en Inglaterra donde BBC tiene independencia, no tiene nada que ver con el Gobierno. La gente en Inglaterra paga una licencia por año entones ellos tienen total independencia. Mismo en los Estados Unidos, donde hay las grandes corporaciones, pero hay public radio y public televisión que está pagado por la gente que ve televisión pública, o escucha radio pública. También puedo decir que…, también volver a la Argentina en ese momento es fascinante en todo sentido. Aparte de que estoy tan feliz de estar acá de vuelta caminando por las calles, y ver el periodismo. Pero al mismo tiempo es difícil. Una semana el periodista está en ese lado, otra vez ese periodista en otro lado.
LG, conductor: -Barragán, usted escribió una canción sobre el tema de Magnetto y sobre esta reunión, "El quinteto de Magnetto". Así me dijeron que se llama.
CARLOS BARRAGÁN, columnista: -Sí, creo que no le agrega más que música a la realidad.
LG, conductor: -Barragán, usted escribió una canción sobre el tema de Magnetto y sobre esta reunión, "El quinteto de Magnetto". Así me dijeron que se llama.
CB, columnista: -Sí, creo que no le agrega más que música a la realidad.
LG: -Vemos entonces la canción de Barragán.
CARLA CZUDNOWSKY, columnista: -Que lastima.
CB: -No pude hacer mucho.
(Van al video musical de Barragán que el locutor en off presenta como "El quinteto de Magnetto")
La letra de la canción de Barragán dice:
"Se ha formado un quinteto, que es de Magnetto.
El hombre que controla el gran panfleto, el que mira a la gente como pecetos.
Y al teto al gobierno le quiere ganar. Magnetto les maneja los piolines: así como te tira con Clarines, ahora nos tira con Duhalde, Mauricio, el Lole, Francisco y también Solá.
Magnetto tiene nietos y Papel Prensa y ahora ese quinteto que ni lo piensa.
El Banco Central guarda muchos millones y es una picardía dejarlo pasar:
Magnetto dice que hace periodismo pero no puede estar sin menemismo.
Alguien que sea su socio en grandes negocios, que no van a arruinar, que es normal que le guste el ajuste y la fiesta liberal. Y es normal que quiera que se muera la asignación universal.
Magnetto pide ayuda, es por las dudas.
Es que la democracia tiene su gracia si el presente electo sale de tu depto y lo manejás con el SEND de tu celular.
Y ese loco quinteto de Magnetto, en Clarín ya tiene un lugar concreto.
Serán los seres que contra Cristina por otra Argentina tendrán que luchar.
Es normal que sean los dirigentes de la gente de La Rural. Es normal que Magnetto nos mienta, a los noventa quiere regresar. Y es normal que Magnetto nos mienta, a los noventa quiere regresar."
(La acción vuelve al piso de Canal 7)
LG: -Bueno, ahí estaba entonces la canción de Barragán.
EDUARDO ALIVERTI, periodista: -Que lo elogió Susana Rinaldi, aparte.
(Risas)
SANDRA RUSSO, columnista: -Éste no, éste todavía no lo vio nadie.
LG: -No, no. Era la otra, eh. Era "La mesa criolla".
EA: -Ah, ¿éste es nuevo? Éste lo va a elogiar también.
SR: -Él te compone todo.
EA: -No, pero está bien, si se lo elogia Susana Rinaldi vos podés decir alguna cosa importante...
(Voces superpuestas)
EA: -Éste está bueno. Yo insisto: a mí me parece muy fuerte que aparezca tan expuestamente el nombre de Magnetto y me parece positivo, en eso coincido con Ricardo. Nadie se puede hacer el otario. Creo que ni siquiera -el otro día pensaba esto- esa gente que se considera apolítica no puede, creo, enajenizarse (sic) del clima que se vive en este sentido, porque te obliga a tomar una posición. No tengo ninguna duda en ese sentido.
RICARDO FORSTER, filósofo: -Creo que también hay una diferencia entre defender una posición independiente y hacer periodismo independiente. Me parece que todo periodista, le guste o no le guste, está enmarcado en una cierta lógica, en una cierta lógica de intereses, empresarial. En Argentina, en Estados Unidos, la China o en donde fuere. Que la independencia es relativa; lo que sí hay son convicciones. Uno debe defender convicciones, debe defender valores, incluso cuando pensamos la televisión pública. La televisión pública, en países como los nuestros, donde está colonizado el mundo empresarial comunicacional, al menos mientras una ley de medios audiovisuales no libere y haga circular libremente la palabra y la información, exige que seamos muy cautelosos con el manejo de los medios públicos también y no traslademos esquemas que no necesariamente pueden funcionar en sociedades como las nuestras. Porque también habría que decirlo: funciona relativamente en las sociedades centrales. Cuando el poder de esas sociedades necesita la censura y ejercer la censura, lo han hecho también con las televisiones públicas.
EA: -Lo de la guerra de Irak, por ejemplo.
RF: -Claro, yo estoy muy de acuerdo con la necesidad de preservar un núcleo de periodismo que sea capaz de hacer investigación, que pueda librarse del mandato absoluto de decir mentiras. Pero también es cierto que en la sociedad en la que vivimos, en el capitalismo en el que nos movemos, el mundo periodístico ha sido cooptado en gran medida por las lógicas empresariales y los intereses, ¿no?
EA: -Lo que dice Ricardo también tiene que ver con el hecho de que ya no se puede hablar, primero, de empresas periodísticas, vamos a ponernos de acuerdo. Y ni siquiera se puede hablar de multimedios. Perdón, pero esto lo he repetido muchas veces si suena reiterativo: son mega-corporaciones que, entre otros negocios, manejan multimedios. Entonces, sólo por tomar el caso de Clarín y La Nación, si vos manejás Expo Agro, la exposición del sector más importante de la Argentina y a la vez sos una empresa periodística, se terminó todo tipo de independencia. Pero esto no tiene que ver sólo con esto. Digo, tenés grupos que también manejan exploración de petróleo off shore, manejan industria del entretenimiento... Entonces, el concepto de empresa periodística en el mundo y no solamente en Argentina, porque podríamos hablar de Murdoch; podríamos hablar de la relación del periodismo y de los periodistas franceses con el tráfico de armas, por Dios. ¿Entonces de qué hablamos hoy cuando hablamos de empresas periodísticas? Las empresas periodísticas ya no son un cuarto poder, son el mismo poder integrado al poder central.
LG: -A ver, Robert, en ese sentido porque tiene un poco que ver con lo que usted decía antes...
ROBERT COX, ex director del Buenos Aires Herald): -Bueno, en los Estados Unidos siempre hubo leyes para limitar las corporaciones muy grandes, pero obviamente no con mucho éxito porque son un gran peligro, no hay duda de eso. Cuando al mismo tiempo hay que reconocer que hay gente buenísima trabajando en esas corporaciones, periodistas de primera. Entonces, tenemos que entender por qué están trabajando ahí y yo creo que no es siempre atado a los buenos sueldos. Es que posiblemente pueden tener más independencia trabajando para Time Warner, por ejemplo, que para Fox. Time Warner es más bien centro, no es izquierda, casi no hay izquierda en los Estados Unidos. Y Fox es terriblemente a la derecha. Y Fox, que es Murdoch, Murdoch es dueño de los grandes diarios en Inglaterra, en Australia, en Nueva York. No es un problema de la Argentina, es un problema mundial. El gran problema para mí es que no hay que tener directamente vínculos con otras empresas comerciales. Es un gran problema para nosotros los periodistas. Y nosotros tenemos que luchar en contra de eso, hablando sobre eso.
LG: -¿Sandra?
SR: -Seguro. Sí, seguro que tenemos que luchar en contra de eso. Yo sostengo que el periodismo en este momento de la Argentina está, de alguna manera, entre paréntesis. Está, de alguna manera, en suspenso. Porque todos somos un poco rehenes de la situación. Ahora, en esta reunión que veíamos, a mí me parece que lo que resulta un poco espeluznante tiene que ver con varias cosas y con tapes que vamos a seguir viendo a lo largo del programa, porque me parece que se juntan muchos temas ahí, ¿no? Por ejemplo, bueno, indudablemente la ley de medios, se acerca la implementación y viene una reacción fuerte. Por otro lado, las encuestas, las encuestas que supongo que para ellos de una manera inexplicable lo dan arriba a Kirchner. Entonces, algo tienen que armar en contra de eso que no publican pero saben, evidentemente. Ahora, lo que a mí más espeluznante me resulta es el otro tema, que es Papel Prensa. Porque no es lo mismo ser un empresario común y corriente y no es lo mismo ser de derecha, que por supuesto que hay gente de derecha, que involucrarse abiertamente con alguien o con un grupo que está sospechado de haber erigido su poder con un crimen de lesa humanidad mediante. Esto es otra cosa. Digamos, hay que elegir sentarse en esa mesa porque ahí no se trata ya de ser un empresario o de ser de derecha: estamos hablando de cosas de otro orden.
LG: -Sí, vamos a tener un informe más adelante sobre el tema de Papel Prensa. De todos modos, es una reunión que estaba planteada desde hace bastante tiempo atrás; no es que Magnetto llamó y en los últimos días consiguió la reunión. Hace un mes que estaba planificada esta reunión que finalmente ocurrió. ¿Orlando?
ORLANDO BARONE, columnista: -Estoy pensando en todo lo que dijeron todos. En general estoy de acuerdo con todos los matices. Me quedé pensando si los periodistas, que somos tan vulnerables, sabemos de qué estamos trabajando. Si cada periodista tiene conciencia para quién trabaja y de qué cosa trabaja. Si a veces cuando uno hace el relato de su modesta realidad, la que puede abarcar un periodista como individuo, como sujeto, cree que esa verdad que está diciendo puede hacerle algo a ese cosmos de poder del que habló Aliverti y hablaron todos. Y en realidad, lo que hace, él se siente bien consigo mismo por haber dicho algo que está con su ética y su convicción, pero que no influye para nada en el panorama general. ¿Está claro esto que quiero decir? Él queda bien con su conciencia. Fue a su casa y "Yo no mentí. Dije esto". ¿Y? ¿Qué tiene que ver eso con el todo? Y respecto de la libertad de los medios en el mundo, a mí se me ocurre esta pregunta y en realidad es una duda que tengo. En general, en el mundo triunfan las derechas: la economía de Inglaterra, la economía de Estados Unidos, la de Francia son economías de libre mercado donde los matices están dados desde un partido, digamos, más o menos democrático y para los trabajadores, y otro partido que es exclusivamente de derecha. En la Argentina, en Latinoamérica, los extremos son muy grandes. Evo Morales es una revolución muy grande. Podemos aplaudirla o descalificarla, depende dónde esté parado uno, pero es muy fuerte. Y los medios están allí desarreglados con esa realidad; tienen que luchar contra Evo Morales porque nacieron para luchar contra Evo Morales los medios. Esto es lo que quiero decir y no sé si dije algo.
EA: -Hay un matiz con el tema... Me parece que hay una diferencia en el para quién y el para qué. No creo que todos los periodistas hoy en Argentina sepan exactamente, en algunos casos, para quién trabajan. Porque los seudópodos, digamos, las conexiones extra-periodísticas de los medios, muchas veces te llevan a estar en un medio respecto de cuyos intereses comerciales y de negocios no sabés todo. No sabés cuál es más negocio que los que se publicitan se conocen. Ahora, el tema del para qué me queda esto de "Llega a la casa y está tranquilo con su conciencia". Yo no estoy muy seguro de que estén tranquilos con sus conciencias. Porque me parece que lo que está pasando hoy en la Argentina es que se ha atravesado la frontera por parte de algunos colegas respecto de callar en función de aquello que sabe que en su medio no puede decir y decir ex profeso lo que el medio quiere que diga, aún en contra de su postura ideológica. Todos los que estamos acá, todos en el ambiente sabemos que hay gente que está escribiendo algunas cosas y diciendo algunas cosas que -con Sandra hemos hablado 40 veces esto- o nos mintió toda la vida y fuimos unos pelotudos y nos creímos lo contrario, o efectivamente está escribiendo como un cagatinta en contra de lo que ha pensado toda la vida. Tengo mis dudas sobre su tranquilidad de conciencia.
CC: -Igual no los exime nada.
EA: -No, no, por supuesto. Es una apreciación objetiva.
CC: -Si se sienten mal, mejor.
EA: -Una duda, como la que plantea Orlando.
OB: -Hay una parte que quiero incluir, no sé si tiene usted deseo, pero se me ocurría pensar que su instalación frente a los medios como el periodista que logró rebelarse con aquel Herald a la dictadura militar, desobedeciendo las órdenes y usted lo ha narrado en un libro que yo le comenté recién, de Colihue en el año 2002 creo, en ese libro, si no me equivoco y creo recordar algunas partes, usted de algún modo descalifica a los grandes medios por la cobardía no haber actuado en ese momento. Por lo menos no como héroes… nadie le pide a nadie que sea temerario y arriesgue su vida, aunque usted la arriesgó de algún modo, sino como alerta frente a eso que estaba ocurriendo de las desapariciones. Cuando usted descalifica y da nombres propios, a Claudio Escribano del diario La Nación, al diario La Nación, a Clarín menciona, a los grandes medios. Yo me pregunté, y discúlpeme esta inquietud, cuando yo lo veo a usted consagrado por esos medios hoy como un periodista ejemplar y modelo, digo…hay una contradicción. Porque este mismo hombre que los acusa de cobardía es homenajeado hoy por esos grandes medios.
RC: -Es un gran problema. Yo he estado en una 'lista negra' por muchos años. Yo era una no persona para La Nación. Ese libro con el artículo que…Yo soy periodista. Yo creo que puedo hablar de mi experiencia cuando no hubo periodismo en Argentina. No digo la cúpula de los periodistas. Los dueños o los directores de los diarios. Yo siempre he pensado que ellos tienen que, no solamente una autocrítica, ellos tienen que explicar por qué…Por ejemplo, en ese tiempo si La Nación y Clarín…Clarín es un poco sencillo para mi porque Clarín nunca era un diario para mí, era una empresa siempre. La Nación es diferente, porque tiene buen nombre en el mundo, que realmente ellos perdieron su honor durante la guerra sucia, no por sus ideas, pero no da información a la gente, no informa sobre los desaparecidos, cierra las puertas a las Madres y muchos casos más. Ellos tienen que salir para decir por qué. ¿Qué hay detrás de eso? Posiblemente era porque estaban a favor de los militares, como mucha gente, posiblemente la mayoría de los argentinos en el principio, pensando que era otro golpe militar. Yo recuerdo un chiste que los golpes en Argentina eran menos violentos que un casamiento en México. Ridículo, obviamente, porque todos los golpes son sangrientos. Era increíble porque los militares están tratando de poner su doctrina. Yo creo que indudablemente cambiaron. Creo que ellos perdieron su honor durante ese período.
RF: -Ahora…habría que pensar si el periodismo es un ente independiente de lo que va sucediendo en una sociedad de intereses económicos, políticos, ideológicos, culturales, uno podría decir que a veces se equivoca y otras veces no, que a veces actúa con una cierta ética y a veces no. Pero cuando el núcleo poderoso de la concentración periodística representa más que intereses particulares de la empresa, ya representa intereses más amplios, en realidad no es que se equivocaron. Yo no creo que La Nación o Clarín se hayan equivocado en el apoyo inicial a la dictadura y en el modo como siguió construyendo una mentira en relación a lo que había sucedido en Argentina. La falta de autocrítica está directamente ligada a su responsabilidad, su compromiso, lo pegado que estuvo el universo de la corporación mediática a las decisiones de transformación estructural de la Argentina a partir de los años dictatoriales. Yo creo que en realidad ellos no pueden hacer una autocrítica, porque hacer una autocrítica sería poner en cuestión su propio núcleo de verdad, entre comillas, que han representado…
EA: -Dejame hacer una aclaración al respecto. Yo una vez charlaba con gente de la UTPBA…me pasé la verdad mucho tiempo planteando que había dos sectores en Argentina sin autocrítica respecto a su papel en la dictadura; la cúpula de la Iglesia Católica y las grandes corporaciones mediáticas, básicamente Clarín … y la Justicia, pero…OK, vamos a agregar la Justicia. Por lo menos yo insistía con eso y francamente terminé reflexionando, lo dice Forster, ¿por qué van a hacer una autocrítica de aquello que estuvieron convencidos? Es contradictorio en sus propios términos.
LG: -El caso de Papel Prensa fue claramente el origen…
OB: -Claro, pero perdón, podrían hacer la autocrítica…a ver si ustedes me acompañan en este pensamiento, esta duda…la autocrítica en el sentido de que un liberal…vamos a llamarle de derecha, que suena fuerte, alguien que quiere el libre mercado, que postula todas las ideas que puede tener por ejemplo en los Estados Unidos, democráticamente, pero no avala que esa economía…
EA: -Un liberal político decís vos…
OB: -Un liberal político…
EA: -Pero Clarín es un partido de negocios, es…
OB: -Bueno, está bien…entonces, claro, porque en realidad un liberal político lo que no avala es la tortura…
EA: -…obviamente…
OB: -…públicamente no la puede avalar, aunque lo haga…
LG: -Claro, sino se convierte en cómplice…
OB: -Claro, eso es lo que está acá y creo que es lo que usted juzgaba, porque usted no estaba en desacuerdo con el libre mercado, porque sus ideas son liberales si estoy bien informado…
RC: -Bueno, liberal en los Estados Unidos…es decir, la izquierda es un gran problema, de usar las etiquetas, el liberal tiene una significancia en Europa, otra acá, otra en Norteamérica.
OB: -Claro, ahí aparece…
RF: -En realidad me gustaría eso señalarlo. Creo que efectivamente hay que tener cuidado con el uso de ciertos términos. Para nosotros la tradición liberal estuvo siempre vinculada a las interrupciones dictatoriales, a una economía brutal de mercado, a la restricción de los derechos civiles, a una derecha, mientras que efectivamente en otras sociedades hay toda una enorme tradición de un liberalismo crítico democrático que no habría que reducirlo a una derecha dura y reaccionaria que en muchos casos fue asumida por ciertos nacionalismos conservadores de esas sociedades. Pero lo cierto es que entre el uso común de la palabra o el concepto liberal entre nosotros sobre todo ya bajó. La significación neoliberal está vinculada directamente a una idea de sociedad, a una manera de privilegiar intereses de mercado, ir contra una distribución más equitativa de la riqueza, de operar reiteradamente en realidad contra la democracia para defender sus intereses.
CB: -Me quedé pensando de vuelta en la escena ésta de Magnetto con los candidatos posibles a la Presidencia y pensaba en esto del posible virtuosismo, como decía Forster, de calificar dónde está un medio. Porque me parece que es diferente a cuando Clarín era un diario desarrollista, hoy tenés un diario liberal. En este caso yo creo que la reunión habrá sido para ofrecerles todo su aparato para darles un acuerdo…o sea… "Mis medios van a ser tu agencia de publicidad", con lo cual cualquier información que vayamos a buscar a Clarín no va a estar de ninguna manera, vamos a estar viendo…
EA: -Pero eso ya ocurre…Clarín siempre fue un diario desarrollista…pero fue un diario siempre generalista. El problema se produce a partir de 2006, 2007, con el combo conflicto con el campo…es el interés concreto de Clarín y La Nación en Expoagro. No le demos más vueltas…y después se empalma que encima el Gobierno fuga hacia la izquierda con la ley de medios. Eso termina de pudrir todo, para decirlo en lenguaje de café, y de eso ya no hay retorno.
LG: -También la situación con Telecom, por lo menos es lo que denunció el ex presidente…
EA: -Es que tiene que ver con todos los negocios que se cruzan, porque aparte las telefónicas quedaron afuera por ahora y entonces se les jodió entrar a Telecom y entonces hay que ver cómo se posiciona ahora frente a la nueva alianza entre Telecom y Werthein si es cierta. Digo…no hay retorno ya de eso y lo que sí creo y me parece que es un debate interesante, no sé si para hoy…es cómo se planta lo que uno suele denominar el grueso de la sociedad frente a esto. Este tipo de debates, más allá del ambiente periodístico, más allá de ciertas órbitas intelectualmente inquietas, ¿se da?
RF: -Yo creo que en algún sentido sí.
CC: -Para mí hay algo que me resulta extremadamente peligroso…digamos, si cada uno de los miembros de la oposición o de los periodistas que pertenecen a las grandes corporaciones fuera un personaje de ficción, me da la sensación… ¿viste cuando algo es exagerado y desmesurado es prácticamente una caricatura? Hay una caricaturización de cada uno de ellos que hace casi parecer, cuando nos reímos de un personaje como Magnetto o de las fotos que pudimos haber visto, que son nefastas, peligrosas, terribles, pero donde ya casi cada uno es un monstruo. Hoy le leí a mi hijo un capítulo que X-Men, que es un cómic, una historieta. El malvado, que es el que reúne a los archienemigos de los X-Men se llama Magneto. Son como monstruosos, mutantes, malvados. Es increíble, vos veías eso, veías la foto y yo no sabía qué le estaba leyendo a mi hijo ni de qué se reía, pero esa subvalorización a partir de la caricaturización creo que tampoco es casual.
RF: -Nunca una sociedad en abstracto discute todos los problemas, eso sería inimaginable. Lo que sí a veces, en momentos únicos y extraordinarios, se rompen ciertas estructuras cerradas y una parte significativa de esa sociedad comienza a mirarse de otro modo a sí misma y a mirar de otro modo lo que está pasando. Yo creo que en los últimos tiempos, y esto es lo novedoso de la Argentina, algo está sucediendo y eso que está sucediendo está movilizando en distintos extractos de la vida social, pública, está movilizando la necesidad de discutir todo. Discutimos la ley de medios, nada más ni nada menos que una ley de matrimonio civil igualitario que rompe la exclusión, el prejuicio, inaugura un tiempo de democratización real de la vida cotidiana porque cambia el modo de nombrar al otro, discutimos la Iglesia, discutimos las corporaciones. Claro que a veces las discusiones tiene la forma, a veces, de los cenáculos o de lo académico-intelectual o que le interesa a unos pocos, pero cuando se derrama, en otro sentido diferente al derrame de la riqueza neoliberal, cuando se derrama porque surge también de lo que está pasando en el núcleo mismo de la vida de un pueblo, una sociedad, estamos frente a escenarios distintos (voces superpuestas)
LG: -Se instaló la sospecha sobre el relato periodístico también, entonces eso genera la apertura de las discusiones. Me parece (voces superpuestas)
OB: -La pregunta sería… (voces superpuestas) si en su experiencia cree que nosotros…digamos, que el periodismo, los medios, construyen una realidad…a veces a contramano con la realidad real...
RC: -Yo creo que no hay un problema en ese sentido en Argentina. Yo creo que siempre hemos tenido periodistas excelente, incluyendo los grandes diarios y también en Clarín, gente extraordinaria en todo sentido. Pero en este momento hay una guerra de medios, porque hay un grupo de diarios que son obviamente del Gobierno, el señor Szpolski…no sé si ustedes quieren hablar sobre el señor Szpolski…yo estoy totalmente a favor de ese tipo de programas, satírico, los jóvenes hoy en día en los Estados Unidos sacan más noticias de John Stewart, que tiene un programa satírico excelente con muchas risas, de un diario serio o de la televisión, los canales principales…Nosotros, como periodistas, ¿qué puede cambiar los detractores?
EA: -Pero eso nos lleva a la pregunta de la necesidad de reconocernos como periodistas como actores de poder…este es el problema.
LG: -Está claro. ¿Eduardo? (...)"

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