Felipe Solá: "Nos acercamos, peligrosamente, a la violencia política"

En declaraciones a Magdalena Ruiz Guiñazú para el bisemanario Diario Perfil, Felipe Solá advirtió que ahora "viene un período de intrigas, enfrentamientos y profundas rabietas, con consecuencias negativas dentro del Gobierno". Él coincidió con la definición que el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández dio sobre esta situación, quien había afirmado: "Esto es una locura". Solá agregó: "Ahora si la locura viene desde el gobierno tiene un costo enorme. El Gobierno pensaba que para llegar al 40% tenía que encarcelar a (Héctor) Magnetto y liquidar Clarín. Bueno, el linchamiento fracasó", afirmó. Solá insistió con su candidatura presidencial y dijo que "no me cabe la menor duda: voy a ser Presidente".

(N. de la R.: Felipe Solá tuvo un éxito inicial en 2010: logró frenar el embate de Eduardo Duhalde para ser proclamado candidato único por el Peronismo Federal. Así, Felipe Solá logró que Duhalde fuese considerado un precandidato, y él mismo otro precandidato. Luego, Solá logró un 2do. éxito: aparecer como interlocutor de Héctor Magnetto pero públicamente afirmar que reclamaba su propio espacio de opinión, independiente de la agenda de Clarín. ¿Y ahora qué? Es el capítulo que falta en el presente de Felipe Solá. Hasta ahora él no genera una agenda propia sino que trabaja sobre la agenda de la disputa entre Grupo Clarín y los Kirchner. Por eso su temario se asemeja bastante al de Elisa Carrió. En las próximas semanas tendrá que sumarle trabajo a sus posibilidades mediáticas).

Magdalena Ruiz Guiñazú entrevistó a Felipe Solá para el bisemanario Diario Perfil, a quien presentó como "un hombre al que muchos señalan como integrante de la fórmula presidencial del Peronismo Federal".
—De Papel Prensa, lo primero que hay que decir –explica el diputado Solá– es que uno puede pensarlo en términos de presente y pasado, o en términos de futuro. Y si el futuro es la asociación entre libertad de prensa y posibilidad de acceso fluido al papel de diario, lo que hay que garantizar con una política económica y una ley (que quizá no sea necesaria) es que cualquiera pueda importar papel con fluidez y sin aranceles (como ocurre hoy). Y que, en el caso de faltar papel, Papel Prensa provea ese faltante. Es decir que nadie pueda quedarse sin papel. Sea importado o local. Y, también, al mismo precio.
—¿Usted piensa que el caso va a llegar a la Corte?
—Yo creo que el caso está donde debe estar como ocurre en los países civilizados. Es decir, en la Justicia. Se intentó un linchamiento popular. Concretamente de Clarín. Se preparó con tiempo y en muchísima reserva (a través de las famosas radiopasillo) un clima, reitero, de linchamiento popular de Hector Magnetto utilizando los argumentos éticos que nos han llevado al juzgamiento de los terroristas de Estado. Es decir, haciendo un uso absolutamente espurio y banal de algo que es sagrado en la Argentina: cerrar con justicia el terror planificado por el Estado.
El linchamiento de Clarín fracasó y como fracasó va a dar lugar a lo que sucede (como le decía) en un país civilizado. Me refiero a la intervención de la Justicia, lo cual tampoco es una garantía total pero… bueno, esto es lo que debe ocurrir. Y también que intervenga el Parlamento. Esta nueva ley que se va a enviar (con la que no estoy de acuerdo) es lo que se debe hacer. Reitero, enviar un proyecto de ley.
—Durante esta semana agitada ustedes (me refiero al Peronismo Federal, Carrió, la UCR, PRO) coinciden.
—Coincidimos en que hay que asegurar… Mire, puede haber una bicameral que lo vea como uno de sus objetivos (no el único) pero que considere que hay que estar en permanente contacto con los medios gráficos para que nunca tengan problemas en el acceso al papel. Y esto no quiere decir estatizar Papel Prensa ni convertirla en un servicio público. Quiere decir que se le permite existir como empresa privada siempre y cuando existan condiciones igualmente fluidas para los demás. Es decir, los que no tienen Papel Prensa. Es el pedido original del gobierno de Onganía y, posteriormente, retomado por el gobierno de Lanusse y no cuestionado durante la presidencia Cámpora-Perón.
El cuestionamiento no viene de Alfonsín sino que aparece ahora porque el Gobierno necesitaba enfrentar a quien ha convertido en su principal adversario: es decir, Magnetto y, en menor medida, La Nación y la ex La Razón. Si bien no lo ha sido durante 27 años de democracia, esto, hoy, se vuelve un tema importante. Tampoco lo fue en los años anteriores a Kirchner. El Dr. Kirchner tuvo una relación más que normal y, a veces, muy fuerte con el diario Clarín. Han "manejado" tapas de Clarín hasta hace poco.
El domingo 8 de febrero de 2008 aparecía Lavagna visitando a Kirchner como una enorme noticia. Algo realmente fuerte. Entrevista en la Quinta de Olivos, exclusiva para Clarín. Todos opinamos sobre esto "después", y fue una típica operación. Se hacían operaciones y el diario con el que esto sucedía más a menudo era Clarín. Ahora resulta que estaban haciendo operaciones con genocidas... Entonces, o lo ocultaban o se les ocurrió recién ahora inventar que son genocidas. El testimonio de Alberto Fernández, director de Papel Prensa durante mucho tiempo, es tan fuerte…El dice que jamás se habló en esos términos ni de Clarín ni de Papel Prensa en el gobierno del cual fue jefe de Gabinete y, como decíamos, director de Papel Prensa.
—Si mal no recuerdo, Alberto Fernández dijo textualmente: "Esto es una verdadera locura".
—Sí. Y tiene razón. Ahora si la locura viene desde el Gobierno tiene un costo enorme. El Gobierno pensaba que para llegar al 40% tenía que encarcelar a Magnetto y liquidar Clarín. Liquidar Clarín en el sentido de que fuera realmente nada. Bueno, el linchamiento fracasó.
—¿Y qué va a pasar ahora?
—Yo creo que ahora viene un período de intrigas, enfrentamientos y profundas rabietas, con consecuencias negativas, dentro del Gobierno.
—Lo que ocurre es que lo de Isidoro Graiver era una sorpresa que nadie esperaba.
—Isidoro y María Sol….
—Sin duda. Y lo que llama la atención es ver sentado al lado de un ex Presidente constitucional, como Néstor Kirchner , a un señor que fue secretario de Prensa, secretario de Estado, del gobierno de Isabel Perón durante el cual, como sabemos, López Rega organiza la Triple A, que es el huevo de la serpiente de las patotas que se oficializan en la dictadura.
—Sí. Sería muy bueno que Osvaldo Papaleo cuente cuál fue su rol en esto. Osvaldo Papaleo y su hermana Lidia fueron invitados a Olivos. Los dos fueron víctimas de la dictadura. Los dos fueron presos y torturados. Eso es cierto. Pero su rol en el sentido del tema comercial debería conocerse mejor. Hay fuertes contradicciones en las declaraciones que hizo Papaleo el día martes. Yo creo que este tema está (como muchos temas en la Argentina que se convierten en una inmensa espuma) condenado a un largo estudio de la Justicia que, finalmente, no sabemos si nos va a decir algo porque el informe es enorme. Es el informe de un loco… porque el informe de un loco siempre es larguísimo. Y, por la otra vía, va a tener un proyectito de ley y no una ley en serio…
Pero bueno, el proyectito será discutido cuando llegue. Tambien muestra el poder de reacción de la oposición y de la sociedad civil que nos hemos preparado de varias maneras. Los empresarios diciendo que no iban a la conferencia presidencial. Diciendo "basta de extorsión", "basta de miedo", "basta de apriete". Y esto es fundamental para el cambio de actitud del Gobierno. La oposición unida. Así nos hemos mantenido hasta ahora más allá de toda especulación preelectoral esperando un golpe a la prensa o a la democracia. Estábamos esperando como en capilla. Como, recuerdo, en diciembre de 1988, el Parlamento estaba esperando un golpe de Estado de Seineldín. Yo estuve ahí y aunque no era parlamentario no me olvido de esa vigilia.
—¿Y cómo ve el tema Fibertel?
—Ahí tenemos una medida administrativa aparentemente menor para ocasionar un daño mayor. Con gran torpeza, porque Fibertel seguida de Papel Prensa es como dejar al desnudo la intención de golpear y, luego, linchar. La medida de Fibertel es totalmente contradictoria con lo que los reglamentos le dicen al propio Gobierno. Hay 60 días para aprobarlo o no y, superados esos 60 días, cualquier juez va a entender que la aprobación de Cablevisión era automática. Sin embargo, ellos no cumplieron y un año y pico después suspenden Fibertel. Esto es stalinista. Usar los lugares recónditos de la burocracia para seguir castigando muy fuerte a alguien.
—También es chavista.
—Sí…Chávez es un Stalin acalorado. Pero Chávez no tiene la dimensión de estadista que tenía aquel viejo asesino Stalin; sí: un asesino. Pero un estadista, también.
—¿Qué características va a tener la reunión del Peronismo Federal el 10 de septiembre?
—Será una reunión de cuadros técnicos y profesionales. Son aquellos que, al no ser candidatos, representan al Peronismo Federal conformando una especie de junta promotora.
—Felipe Solá, ¿usted va a ser Presidente?
—No me cabe la menor duda. Voy a ser Presidente. Tendré que ganarle primero a alguno, claro, para ir luego a las elecciones generales. Es muy importante que la gente recuerde (porque le aseguro que hay desinformación) que antes de ir a elecciones hay que ir obligatoriamente a internas. Por lo tanto es exactamente igual que una elección general, con más candidatos y dos meses antes. Y lo que yo diga que voy a hacer en mi campaña para llegar a esa primaria del 14 de agosto (si se prefiere, llamémosla elección interna) va a ser lo mismo que yo diga después, en octubre.
Además me parece muy prudente que la gente sepa que la palabra "internas", en cuanto aparece en los diarios aplicada a la relación entre los políticos, no se refiere a una pelea sorda sino que habla de una elección obligatoria en la que va a ser muy importante, por ejemplo, tener una elección competitiva para atraer más gente. Usted ahí va a elegir entre el PJ, el Partido Federal, la forma que tome el radicalismo o la interna que pueda hacer Pino Solanas si es que tiene alguien con quien enfrentarse o Lilita, por decir algo, o Macri. Pero insisto en que es muy importante que la gente sepa que antes tenía la posibilidad de optar y se quejaba diciendo "no puedo elegir tengo que optar". Bueno, ahora va a tener la suerte de elegir primero porque va a haber más candidatos y después, bueno, podrá optar.
—¡Y lo tienen que elegir a usted! ¿No es así, diputado?
—Claro, se ríe francamente. Me tienen que elegir a mí. Que entiendan que la palabra "interna" no significa "pelea". Vamos a competir como leales adversarios en una interna y después vamos a tener que ir a la general. Entonces yo no tengo que aclarar mi antikirchnerismo. En todo caso tendré que demostrar, en cambio, que soy mejor que Duhalde.
—Y mejor que… ¿Reutemann?
—No… porque hasta ahora no… no lo tengo entre los rivales. Hasta ahora. Después, veremos. Pero hay que estar dispuesto a aceptar a que venga el que venga. Y queremos que vengan todos, que bajen con sus avionetas en la pista del Peronismo Federal y que la fórmula despegue sola.
—Es inteligente lo del Peronismo Federal porque los diferencia claramente de los K y también del patoterismo de Moyano (padre e hijo).
—Este es un país en el que nos acercamos peligrosamente a la violencia política. En primer lugar el discurso inflamado de la Presidenta el día martes es un discurso que tiene encima una dosis de violencia importante. ¿Por qué? Porque es un discurso acusatorio en el que se asumen roles de juez. Y digo juez por realizar acusaciones como genocidas (que equivale a un asesino multiplicado por mil) o no genocidas. Eso es violencia.
En segundo lugar, el mismo martes pasado, en un acto grande en el Luna Park, un intendente claramente rebelde a las imposiciones kirchneristas como es Bruera, ha tenido tres heridos de bala sin, todavía, ninguna explicación.
—Pero en esos actos, ¿no es usual tener detectores de metales en las puertas?
—Por supuesto. ¿Qué falló en la seguridad? ¿Qué pasó? Justo cuando Pablo Bruera reúne a su gente, mucha gente, hay tres heridos de bala en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires. Allí no había problemas de oscuridad o los que suelen presentarse a la salida de una cancha. El mismo día asume Moyano la jefatura del justicialismo bonaerense y tiene a 500 policías de la provincia de Buenos Aires cuidándolo. Imagínese, 500 policías para un acto donde a lo mejor había una cantidad similar de compañeros. Y, del otro lado, mil militantes de la Uocra, también violentos. Todo eso también es un fuerte amago de violencia política.
—Recordemos los episodios de la quinta de San Vicente.
—En efecto. Y, en menor medida, las pruebas que estamos teniendo nosotros. Secuestros en San Justo. La imposibilidad de hacer un acto porque la Uocra decidió patotearme y que yo no pudiera usar San Nicolás el 18 de junio. El otro día, entrar a la casa de Ferraro, nuestro candidato a intendente de Moreno, y dejarle, como señal, el perro ahorcado y colgado. Fabián Ferraro es una excelente persona, conocido por su trabajo social, pero, más allá de esto, la mafia envía el mensaje: "Vamos a matar a alguien de tu familia y empezamos por el perro…".
—Un episodio espantoso. Y usted, Solá, con la experiencia que adquirió como gobernador, ¿qué propone en el tema seguridad cuando, en esta misma semana, hasta entraron a la casa del ministro Tomada?
—Mire, es un tema muy importante. Por ejemplo, yo le pregunto a la gente: ¿cómo se llama el secretario de Seguridad de la Nación? No lo saben. ¿Y por qué? Porque no hay ninguna política de seguridad del Gobierno nacional.
—Antes, el ministro del Interior era responsable por la seguridad.
—Vamos avanzando de a poco. ¿Quién será? ¿El ministro de Justicia? El ministro de Justicia se ocupa de la Justicia. De seguridad nunca lo he oído hablar. No abro juicio, pero no sabemos quién es el secretario que tiene a su cargo la seguridad nacional. Y, sin embargo, nuestro principal problema es ése. Quiere decir que nunca, jamás, se han preocupado por el tema. Y soy un testigo fiel porque vengo de gobernar seis años la Provincia de Buenos Aires con graves problemas de seguridad y con permanentes pedidos, por mi parte, de intervención (aunque fuera sólo económica) del Gobierno nacional. En mi gobierno todos los ministerios y las políticas se van a alinear hacia la cuestión seguridad. Es decir que es una espina dorsal.
Por supuesto que el Ministerio de Seguridad es fundamental, la Justicia es fundamental. También la cuestión penitenciaria, y allí la inteligencia es muy importante por un tema de prevención. Y la cuestión económica obviamente es clave, porque con los presupuestos que tienen las provincias no pueden tener el número de policías preparados convenientemente y en relación con el número de habitantes. Y estamos hablando de prevenir.
Es fácil averiguar qué pasó. Lo que hay que evitar es que ocurra. También la educación está íntimamente relacionada con el problema de la adolescencia. La salud, directamente relacionada con adicciones y problemas también de la adolescencia. En el tema trabajo es fundamental darle inmediatamente un trabajo en blanco a aquellos jóvenes de 18 años que no lo consiguen… Hay que premiar el trabajo en blanco en las pymes. El Ministerio del Interior tiene que resolver el tema de los indocumentados y debe desarrollar una política migratoria. Por donde se las mire, todas las áreas de gobierno tienen relación con la infraestructura. Más luz en el Conurbano, más luz en muchos otros lugares. Sendas peatonales y para ciclistas que deben multiplicarse y, repito, estar bien iluminadas.
—¿Las cámaras de Massa en el Tigre?
—Son muy útiles. Sobre todo en spots. Lo que quiero decir es que hay una movida nacional para tener una política de seguridad que abarque las causas. Tenemos clara percepción que no son las leyes sino el desborde por el número de hechos tanto de problemática juvenil como social. Y aquí entra la droga. Tiene que haber una política antidroga que vigile las fronteras. Hay que colocar radares. Y no estamos hablando de cosas que se hacen mal sino de cosas que no se hacen.
—Mientras usted fue gobernador de la Provincia de Buenos Aires hizo muchas innovaciones, pero también tuvo muchos problemas.
—Yo reemplacé la cúpula policial cuando los asesinatos de Kosteki y Santillán. El ministro Luis Genoud, que era una excelente persona y hoy es miembro de la Corte, renunció. Tambien a él un grupo de policías le armó una trampa. Voló entonces toda la cúpula policial. Asumió Juan Pablo Cafiero como ministro de Seguridad, lo cual, por su apellido, era todo un desafío. Nombramos entonces una nueva cúpula y cuando llegó Arslanian a ocupar el Ministerio de Seguridad lo que hicimos fue completar algo que se había hecho muy bien. Me refiero a cambios en la formación policial y también inundamos de civiles (abogados y expertos en seguridad) el ministerio.
La Policía fue entonces dirigida por civiles. Hicimos que Asuntos Internos funcionara y sobre todo lo que conseguimos fue terminar con los secuestros extorsivos. El 22 de octubre de 2004 terminamos esa etapa siniestra capturando, uno por uno, a los que secuestraron a Patricia Nine, a quien recuperamos con vida. La lista era terrible: uno de ellos, Axel Blumberg. El papá de Pablo Echarri. Terminamos entonces con los secuestros y Arslanian puso en marcha el sistema para bajar el delito. Lo que nosotros no hicimos fue transformar cada delito en una forma de elogio de la Policía que es lo que hace actualmente el gobierno de Scioli. Scioli disimula el aumento de los delitos y habla bien (después) de la Policía que interviene. Yo formo parte de un Foro por la Seguridad Democrática porque creo que es más difícil que la que maneja la Policía y los resultados están a la vista.

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