Llamativo editorial de La Capital sobre Papel Prensa

Fue muy comentado en los corrillos periodísticos el editorial del diario rosarino La Capital (propiedad de Daniel Vila, José Luis Manzano y Orlando Vignatti) sobre Papel Prensa, tomando distancia de Grupo Clarín y La Nación, y apoyando el proyecto de los Kirchner. Vila-Manzano sí habían coincidido con Clarín en ocasión del debate sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Aqui el texto:

ROSARIO ( La Capital). El país ha asistido en los últimos días a la indignada y desproporcionada reacción de la oposición política, que también está representada por medios de comunicación, contra la decisión del Ejecutivo nacional de declarar de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel de diario, por el cual se quiere abastecer en forma igualitaria la provisión del insumo para todos los periódicos argentinos.
Tratándose de un asunto que involucra nada menos que a un valor tan decisivo en el sistema democrático como la libertad de expresión, convendría separar los enfrentamientos coyunturales de la candente cuestión de fondo.
Si se analiza, en efecto, la situación de manera ajena a intereses sectoriales, no será difícil llegar a la conclusión de que la lógica que alimenta el planteo del gobierno es férrea: se trata, simplemente, de restablecer el equilibrio perdido, con el loable objetivo de evitar que los monopolios fijen a voluntad el valor del vital insumo que constituye el papel, Y es que sin él, sencillamente, no hay diario posible.
La escena, sin embargo, ha sido invadida por la distorsión argumental y el enmascaramiento de intereses particulares con la retórica libremercadista. Olvidan los adalides de un discurso cuya puesta en práctica hundió al país en el más profundo de los abismos que uno de los roles esenciales del Estado democrático es controlar.
Y sobre todo, impedir que los peces grandes devoren a los más pequeños. La concentración económica es esencialmente antidemocrática y el caso de Papel Prensa resulta paradigmático en tal sentido.
Ya es hora de cambiar. La Argentina entera, y sobre todo el siempre postergado interior, se verá beneficiada.

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